fbpx
Saltar al contenido

Aniversario del Manifiesto Comunista, uno de los textos más perniciosos de la historia

manifiesto comunista

Este 21 de febrero se cumplen 175 años de la publicación del Manifiesto Comunista, uno de los libros con más consecuencias negativas de la historia.

El Manifiesto Comunista fue escrito por Karl Marx y Friedrich Engels en 1848 y ha tenido un gran impacto en la historia y la política mundial. Este texto sentó las bases de una teoría que en nombre de la igualdad y la eliminación de las clases sociales ha influido en muchos movimientos políticos y sociales en todo el mundo, y cuya implementación práctica siempre ha ido asociada a miseria y represión.

El comunismo, como forma de gobierno, ha violado sistemáticamente los derechos humanos y ha terminado reprimiendo a sus ciudadanos. La extinta Unión Soviética, y las vigentes dictaduras de China, Cuba y Corea del Norte son algunos de los ejemplos de países que se aferran al grueso de las ideas de Marx y Engels.

Aniversario del Manifiesto Comunista, uno de los textos más perniciosos de la historia
Estatuas de Marx y Engels en Berlín. (Bajo licencia de Pixabay)

Parafraseando a Ronald Reagan, comunista es todo aquel que lee a Marx, y anticomunista quien lo ha leído y entendido. Aunque probablemente sea el libro de la historia más vehementemente defendido sin haber sido leído, lo cierto es que su doctrina se ha conseguido arraigar durante 175 años. 

Parte de su éxito es que a pesar de lo enrevesado de la ideología marxista, el manifiesto ofrece una explicación sencilla de las desigualdades sociales y económicas, reduciéndolas al resultado de la lucha entre la clase trabajadora y la burguesía.

Las emociones en el Manifiesto Comunista

Esta ideología precisa de un enfrentamiento constante entre grupos sociales, inculcando una visión dialéctica de la vida, de lucha entre clases, en vez de una visión armónica de colaboración entre los individuos.

Para inflamar este enfrentamiento, el Manifiesto Comunista apela a algunas de las más bajas pasiones del ser humano como son la envidia, la culpa y el miedo. Para que haya oprimidos a los que el comunismo pueda prometer su liberación, necesariamente tiene que haber un opresor que sirva de chivo expiatorio.

Así, lo que en el Manifiesto Comunista inicialmente se reducía a la lucha entre proletariado y propietarios de los medios de producción, con el tiempo ha ido ampliándose hacia toda clase de colectivos sociales enfrentados entre sí. Minoría LGBT contra “hombres cisgénero heteronormativos”, “grupos racializados” contra “supremacismo blanco”, mujeres contra hombres, etc. Enmascaran la envidia detrás de la búsqueda de la igualdad.

Estas polémicas son artificialmente infladas porque de ellas se vale el comunismo para nutrir su relato. Casi de forma poética, al igual que Marx nunca pisó una fábrica y llevó una vida disoluta y acomodada de holgazanería, muchos de los que actualmente avivan el enfrentamiento y enarbolan las ideas marxistas, siempre han tenido una vida de comodidad y privilegio auspiciada por el capitalismo. Así alivian el sentimiento de culpa.

El miedo es otra de las fuerzas motrices del marxismo. No en vano, el Manifiesto Comunista comienza con un tono tenebroso: “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”. Una vez instaurado, el comunismo recurre al terror para mantener a sus ciudadanos a raya, pero antes de eso pavimenta el camino sembrando el miedo a no ser considerado una buena persona si no eres socialista.

¡Más! Ben Shapiro sobre DeSantis: “Me sorprendería que no compitiera” en 2024 – El American

Durante este tiempo, y de forma paciente y sistemática, el comunismo ha conseguido autocoronarse como poseedor de la superioridad moral por ser el defensor de los oprimidos. Si al miedo a la exclusión le sumamos la promesa de una vida segura, se puede entender perfectamente el resultado que da explotar a los más temerosos.

A pesar de la refutación teórica del comunismo y, sobre todo, de las nefastas consecuencias que ha tenido cuando se ha llevado a la práctica, la obra de Marx y Engels sigue teniendo éxito porque no es suficiente con confrontarla racionalmente. Lo que este texto ha conseguido es ganarse los corazones de las personas, no sus mentes. El Manifiesto Comunista es juzgado por sus intenciones, no por sus resultados.

Por eso, la batalla cultural contra las ideas comunistas en todas sus formas sigue siendo fundamental 175 años después de su publicación. No solo hay que denunciar sus consecuencias prácticas, ni refutar sus fundamentos teóricos, sino que también hay que desenmascarar las emociones de las que se aprovecha y enfrentarlas.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

Total
0
Share