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El Partido Republicano no apoyará el plan de infraestructura de la administración Joe Biden-Kamala Harris. Así lo informó el líder la minoría republicana, el senador Mitch McConnell (KY), durante una conferencia de prensa. En la que también prometió luchar contra la agenda demócrata, pues considera que «es el camino incorrecto» para los americanos.
McConnell recordó que durante el Gobierno de Donald Trump se logró la mejor economía para los americanos en más de 50 años y sostuvo que no se deben aumentar los impuestos mediante un aparente plan de infraestructura.
«Antes de la pandemia, teníamos la mejor economía en 50 años. No deberíamos aumentar los impuestos bajo la apariencia de un proyecto de ley de infraestructura y enviar nuestra economía en la dirección equivocada», dijo.
La decisión compromete los planes de Biden, pues de no conseguir que al menos 10 republicanos decidan respaldar su plan y darle la espalada a McConnell, deberá reformular la propuesta para conseguir una reconciliación presupuestaria.
El plan de infraestructura es un programa de reconstrucción y modernización de infraestructuras presentado el miércoles en Pittsburgh, con inversiones a ocho años por un valor de 2 billones de dólares. La iniciativa prevé destinar 620,000 millones al sector del transporte para modernizar más de 32,000 kilómetros de rutas y autopistas y reparar unos 10,000 puentes en todo el país. Las críticas frente al plan de Biden se han centrado en la intención del Gobierno de cubrirlo mediante un aumento del impuesto de sociedades del 21 % actual al 28 %.
Para McConnell también significaría una posibilidad para cumplir con la agenda de la extrema izquierda y de esta manera revertir los derechos laborales, que eliminaría puestos de trabajos. Resaltó que en estos momentos es cuando los trabajadores más necesitan una recuperación económica.
Este miércoles, el expresidente Trump rechazó la propuesta con la que Biden aumentaría los impuestos, y sostuvo que, de aprobarse, sería un regalo para China, pues tendría consecuencias en la economía de las familias americana y afectaría la posición de Estados Unidos en el mundo.
En un artículo publicado en News Max, el expresidente explicó que las medidas económicas de Biden fortalecerían a las empresas extrajeras y afectarían a los trabajadores americanos:
«Biden prometió reconstruir, pero el país que está construyendo, en particular, es China y otros grandes segmentos del mundo. Bajo la administración Biden estamos perdiendo, una vez más, la guerra económica con China, y la ridícula subida de impuestos multimillonaria es una estrategia para la rendición económica total. Sacrificar trabajos americanos bien pagados es lo último que necesitan nuestros ciudadanos mientras nuestro país se recupera de los efectos de la pandemia».
