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Por EJ Antoni*
Si cree que la política pública no le afecta realmente a usted o a su familia, eche un vistazo rápido a su cuenta de jubilación, pero tal vez quiera sentarse primero. Últimamente, esas cuentas han sufrido un duro golpe debido a las políticas equivocadas que emanan de Washington, D.C., y el resultado es una drástica reducción de la riqueza de la familia americana media.
Los debates de política pública sobre gasto, regulación, fiscalidad y política de la Reserva Federal pueden hacer que a la gente se le nublen los ojos. Suelen estar llenos de jerga y temas de conversación de torres de marfil que son irrelevantes para la mayoría de los americanos.
Pero aquí hay algo muy relevante: En los nueve primeros meses del año pasado, el plan de jubilación 401(k) medio perdió una cuarta parte de su valor. Y eso antes de ajustar la inflación.
En octubre del año pasado, calculé que el plan 401(k) medio había caído de 135.000 dólares a principios de 2022 a 101.000 dólares, una caída del 25% y una pérdida total en todos los planes de 2,1 billones de dólares. Para colmo de males, la inflación había reducido aún más el valor de los planes 401(k) en otros 6.000 dólares, ya que los dólares de esos planes pueden comprar menos que antes.
Con 2022 en el retrovisor, Fidelity Investments ha publicado sus estadísticas sobre el descenso medio de esos planes 401(k) en los nueve primeros meses del año pasado, y la pérdida resultó ser del 26%, un punto porcentual peor que mi estimación anterior.
Pero, ¿cuál es la causa de estas drásticas pérdidas para los americanos? La respuesta es la desacertada política pública del Congreso, la Casa Blanca y la Reserva Federal.
Durante los dos últimos años, el Gobierno federal ha gastado billones de dólares que no tenía, y la Reserva Federal respondió creando ese dinero de la nada. Eso devaluó el dólar, enviando falsas señales de precios a consumidores y empresas por igual, y causó inflación. Las acciones batieron récords una y otra vez, ya que los consumidores y el gobierno, rebosantes de efectivo, llevaron los ingresos de las empresas a nuevos máximos.
Pero los costes también se dispararon y, al final, la gente se dio cuenta de que sus dólares adicionales no les servían para comprar más bienes y servicios, a pesar de que gastaban más. Después de que la inflación hiciera estragos durante demasiado tiempo, la Reserva Federal subió tardíamente los tipos de interés, lo que hizo caer tanto las acciones como los bonos.
Los tipos de interés más altos aumentaron los costes de los préstamos tanto para los consumidores como para las empresas, ralentizando la actividad económica y las ventas de esas empresas. Dado que los precios de las acciones dependen en última instancia de los ingresos futuros, las acciones se revelaron sobrevaloradas y empezaron a caer.
El mercado de bonos es más complicado, pero la simple realidad es que los precios de los bonos y los tipos de interés se mueven en direcciones opuestas. Cuando los tipos de interés suben, el precio de los bonos existentes baja, y eso es exactamente lo que ocurrió en los nueve primeros meses de 2022.
La caída tanto en el mercado de acciones como en el de bonos no carece de precedentes, pero es extraordinariamente rara. Incluyendo 2022, sólo ha ocurrido cuatro veces en los últimos 95 años, y dos de ellas durante la Gran Depresión.
Esto es en gran parte, aunque hay que admitir que no exclusivamente, consecuencia del gasto desbocado, el endeudamiento y la impresión de dinero por parte del Gobierno federal.
Lamentablemente, hay americanos que planeaban jubilarse ahora mismo, pero se encuentran con que no pueden hacerlo porque sus ahorros para la jubilación se han reducido, mientras que el coste de la vida previsto para su jubilación ha aumentado drásticamente. El coste de la vida del americano medio bajo la administración Biden, medido por el índice de precios al consumo, ha aumentado casi un 14% en los últimos dos años.
Más Joe Biden podría asegurar la frontera hoy mismo. Aquí describimos cómo
Si una persona tenía previsto jubilarse con un millón de dólares, ahora necesita 140.000 dólares más para cubrir los precios más altos de hoy. Los jubilados actuales también pueden tener problemas, ya que podrían agotar sus ahorros en los próximos años debido a unos precios más altos de lo previsto.
Y aunque ahora la gente necesita más ahorros para aguantar hasta la jubilación, en realidad no pueden ahorrar tanto porque una parte mayor de sus ingresos se los está comiendo el impuesto oculto de la inflación. La tasa de ahorro está cerca de su mínimo histórico y el ahorro mensual ha caído un 88% desde que Biden asumió el cargo.
Si no cree que la política pública puede afectar drásticamente a su vida, piénselo otra vez. Una medida gubernamental equivocada puede muy bien haberle robado su jubilación, haciéndole trabajar años extra para compensarlo. El Gobierno federal sembró el viento, y ahora los ahorradores americanos están sufriendo las consecuencias.
*EJ es investigador de Economía Regional en el Centro de Análisis de Datos de The Heritage Foundation.
Este artículo forma parte de un acuerdo entre El American y The Heritage Foundation.
