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9,000 migrantes siguen acercándose a la frontera sur de EE.UU. Es un llamado para que Biden actúe

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LA CARAVANA de migrantes que fue noticia la semana en su paso por México se disolvió, pero aproximadamente el 80 por ciento de los participantes todavía se dirigen a EE.UU. Aunque los medios de comunicación tradicionales resalten lo contrario, el hecho que tengamos unos 9,000 migrantes ilegales en rumbo a nuestra frontera no está bien.

La Casa Blanca debe responder de una manera eficaz que proteja a los ciudadanos de nuestro país y asegure el interés nacional de EE.UU. El presidente Joe Biden y los demás jefes de Estado durante la Cumbre de las Américas lograron avances retóricos con la Declaración de Los Ángeles. Pero el simple hecho de instar a los países de Latinoamérica y el Caribe a trabajar junto a EE. UU. y Canadá para abordar la migración masiva no es suficiente. Las acciones hablan más que los discursos y, hasta ahora, las acciones del presidente Biden han sido desfavorables y no han ayudado a EE.UU.

Antes de ser electo, Biden alentó la migración ilegal al prometer una amnistía generalizada. Incluso en ese entonces, como candidato presidencial, su retórica provocó que aumentaran las tasas de migración. Una vez ya en su rol como presidente, Biden disminuyó la seguridad fronteriza y trató que no se cumpliera con el Título 42. Esa fue una fórmula para el desastre.

Los altercados fronterizos aumentaron aproximadamente en un 70 por ciento desde enero del 2021 y nuestros agentes están abrumados. Los cárteles de droga y las redes de trata de personas se están aprovechando de la situación actual para expandir su poder e influencia, y están inundando nuestras comunidades con más y más fentanilo que nunca. Esta droga es ahora la causa principal de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años. Mientras tanto, miles de reos liberados de Afganistán —tras la fallida retirada de las tropas por parte de Biden—, muchos con vínculos a al-Qaeda y al Estado Islámico, pueden estar usando nuestra frontera y entrando ilegalmente a EE.UU.

Entiendo el deseo de venir a EE.UU., este sigue siendo el mejor país del mundo. Pero existe una forma legal de entrar a este país. Permitir que narcotraficantes, delincuentes violentos y terroristas islámicos radicales crucen la frontera sur no es bueno para la estabilidad de nuestra nación. De hecho, es una grave injusticia con los ciudadanos americanos que el presidente Biden está obligado a proteger.

Como mínimo, el presidente Biden debe dejar de socavar el estado de derecho en la frontera sur. Eso significa hacer cumplir las leyes existentes, acatar los fallos judiciales y apoyar a los funcionarios fronterizos en sus esfuerzos de frenar la migración ilegal.

Además, el mensaje del presidente Biden debe reflejar el interés nacional de EE.UU., no los intereses de su propia agenda partidista. Los expertos de la Administración Biden afirman que la desinformación es una de las causas de la crisis migratoria. No hay duda que los cárteles y las redes de trata de personas están difundiendo mentiras y verdades a medias, pero es una situación que empeora con la retórica del propio presidente. Eso deber cambiar.

Finalmente, el presidente Biden debe expandir la inversión de EE.UU. en las economías de Latinoamérica y el Caribe. La solución más duradera a la migración ilegal es crear oportunidades en los países de donde las personas emigran, para que no tengan que salir de su tierra natal en busca de una vida mejor, un proceso que solo empeora la situación de dichos países. Nuevamente, la Declaración de Los Ángeles hace promesas al respecto, pero la verdadera prueba será si podemos volver a traer nuestras cadenas de suministro a nuestra región y remplazar nuestra dependencia en China.

He abogado por estas políticas por mucho tiempo. El COVID-19 demostró que nuestras cadenas de suministro son frágiles y que dependemos demasiado de nuestro mayor adversario. Necesitamos traer la industria estadounidense de regreso a nuestro país, y cuando eso no sea factible, debemos reubicar las cadenas de suministros a nuestra región.

La Administración Biden tiene un rol que desempeñar para que eso suceda, aún más porque no debemos permitir que Pekín o Moscú ganen poder en nuestra región a nuestras expensas. Mi legislación bipartidista, la Ley de Estrategia de Seguridad del Hemisferio Occidental y la Ley bicameral MMEDS, por sus siglas en inglés, fortalecerán a nuestra región y la protegerían de la influencia maliciosa del Partido Comunista Chino (PCCh) y otros exportadores del autoritarismo.

El presidente Biden tiene mucho por hacer. Hasta ahora, no ha hecho nada para aliviar la crisis migratoria y, francamente, la ha empeorado mucho. Todos los días, miles de personas ingresan ilegalmente a nuestro país. La última caravana recorriendo México, sólo destaca el hecho que esta administración está fracasando. Si el presidente Biden quiere cambiar las cosas, no solo por medio de discursos y declaraciones que suenan bien, él debe actuar.

Marco Rubio serves as a Republican senator from Florida / Marco Rubio es senador republicano por Florida

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