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Atención en municiones americanas tras entrega de material militar a Ucrania

Deficiencies Uncovered in Ukraine Place Increased Emphasis on Munitions, EFE

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Por Maiya Clark*

En la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2023, el Congreso respondió adecuadamente al agotamiento de los arsenales de municiones de Estados Unidos con un aumento de la financiación, la racionalización de las autoridades contractuales, una mayor supervisión de la planificación de las necesidades de municiones e inversiones en la base industrial. Cada uno de estos esfuerzos garantizará que el Ejército americano esté mejor preparado para afrontar los retos a corto y largo plazo. Sin embargo, las reservas de municiones deben ser objeto de una atención constante por parte del Congreso y de la administración. Esta hoja informativa evalúa las principales iniciativas políticas relacionadas con las municiones.

La cuestión

Al proporcionar ayuda militar vital a Ucrania, Estados Unidos ha agotado algunas de sus propias reservas de municiones y debe actuar, tanto para reponerlas como para establecer un sistema que reduzca el riesgo futuro. La fabricación de sustitutos para estas municiones llevará años: la capacidad de producción de municiones clave es limitada, ya que los contratistas se han ajustado a años de escasa demanda reduciendo su capacidad y ahora deben aumentarla. Sin embargo, el Congreso ha tomado medidas clave para abordar estas cuestiones en la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA) de 2023 y en el proyecto de ley de asignaciones de defensa.

Políticas sobre municiones para afrontar los retos presentes y futuros

La recientemente aprobada NDAA y los créditos de defensa incluyen múltiples disposiciones destinadas a financiar y racionalizar las compras de municiones. Estas son las disposiciones:

Autorización para contratos plurianuales. La NDAA autoriza al Departamento de Defensa a celebrar contratos plurianuales para una lista concreta de municiones, como cartuchos de 155 mm, sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), misiles aire-tierra conjuntos (JAGM), sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple guiados (GMLRS), etc. (Véase el artículo 1244 de la NDAA). Los contratos plurianuales no solo ahorran dinero, sino que también dan a los contratistas seguridad sobre la demanda de sus productos, lo que les permite optimizar el uso de su mano de obra y sus instalaciones. La previsibilidad de estos contratos dará a la industria la confianza que necesita para ampliar su capacidad de producción y realizar inversiones de capital y mano de obra.

Exención de requisitos de contratación. La NDAA no solo concede poderes de contratación adicionales, sino que además exime de ciertos requisitos de contratación que requieren mucho tiempo. En concreto, no se exigen determinados plazos de ejecución de los contratos, ni datos certificados sobre costes y precios (véase el artículo 1244). Aunque estos requisitos existen por una razón —garantizar que el dinero de los contribuyentes se gaste correctamente—, a menudo entorpecen el proceso de adquisición, lo que resulta especialmente perjudicial en situaciones de emergencia que requieren una respuesta rápida. Al eliminar temporalmente estos requisitos para las municiones (las autorizaciones expiran en septiembre de 2024), el Congreso ha dado al Departamento de Defensa la flexibilidad que necesita para firmar contratos de municiones rápidamente, acelerando la reposición de las existencias de municiones americanas.

Autorización y consignación del gasto en municiones clave. La NDAA autoriza la adquisición de una serie de municiones, incluidas municiones clave en el conflicto de Ucrania, entre ellas:

  • 586 misiles Javelin, 180 millones de dólares;
  • 23 sistemas HIMARS, 156 millones de dólares;
  • 4.718 GMLRS, 793 millones de dólares;
  • 1.006 JAGM, 330 millones de dólares; y
  • 30.000 proyectiles de artillería de 155 mm, 212 millones de dólares.

El proyecto de ley de créditos incluye financiación para una variedad de municiones, incluidas las siguientes cantidades para municiones clave:

  • 171 millones de dólares para misiles Javelin (9 millones menos de lo autorizado en la NDAA);
  • 156 millones de dólares para HIMARS (igual que lo autorizado);
  • 793 millones de dólares para el GMLRS (igual que lo autorizado);
  • 294 millones de dólares para los JAGM (36 millones menos de lo autorizado); y
  • 210 millones de dólares para proyectiles de artillería de 155 mm (2 millones menos de lo autorizado).

Estos fondos se suman a los 14.050 millones de dólares asignados por separado para reponer las existencias militares americanas (dentro de las cuales las municiones son una subcategoría) proporcionados a Ucrania a través de la autoridad presidencial de retirada. El conflicto ha consumido enormes cantidades de municiones. Por ejemplo, Estados Unidos ha prometido o proporcionado las siguientes cantidades a Ucrania:  

  • Más de 8.500 misiles Javelin,
  • hasta 1.074.000 proyectiles de artillería de 155 mm y
  • 38 sistemas HIMARS (que disparan el cohete GMLRS).

En el futuro, el Departamento de Defensa podría incluir condiciones contractuales que obliguen a los fabricantes de municiones a mantener una capacidad de producción latente, pero tendría que sufragar este gasto adicional. Mientras tanto, los contratos firmados para municiones garantizan que las líneas de producción estén activas y responderán mejor a posibles necesidades futuras de aumento.

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Nuevos informes sobre la adecuación de la planificación de las necesidades de municiones. El Título XVII de la NDAA —Reaprovisionamiento de municiones y adquisiciones futuras— exige que el secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor Conjunto informen a los comités de defensa del Congreso sobre cómo el DOD desarrolla sus requisitos en materia de municiones, y cómo planea revisar esos requisitos como resultado de la respuesta de USA a la guerra en Ucrania. También exige al Departamento de Defensa que contrate a un centro de investigación y desarrollo financiado con fondos federales para realizar un análisis independiente del proceso de requisitos de las municiones. Cada una de estas medidas contribuirá a garantizar que el Congreso supervise adecuadamente el proceso de planificación de municiones del Ejército, aumentando la probabilidad de que los arsenales de municiones de Estados Unidos sean suficientes para las necesidades futuras.

Inversión en plantas de municiones y base industrial del Ejército. El proyecto de ley de asignaciones incluye un aumento de 200 millones de dólares para la modernización de las plantas de municiones del Ejército. Estas instalaciones, propiedad del gobierno y operadas por contratistas, producen municiones, motores de cohetes y proyectiles de artillería para el Ejército americano. Estas instalaciones se utilizan a menudo cuando no existe una propuesta de valor comercial para que una empresa privada suministre los productos de defensa necesarios. Al ser propiedad del gobierno, el Ejército tiene un mayor control sobre las tasas de producción y el mantenimiento del exceso de capacidad en las plantas, lo que les permite responder mejor a un aumento de la demanda, haciéndolas útiles en esta situación. Sin embargo, estas instalaciones datan de la época de la Segunda Guerra Mundial y se encuentran en general en mal estado y requieren inversiones. Los 200 millones adicionales acelerarán la modernización que ya está en marcha. El proyecto de ley también destina 150 millones de dólares a la financiación de la preparación industrial, concretamente para la ampliación de la capacidad de producción de misiles. Esta financiación permitirá al Ejército y a sus contratistas producir más municiones y reponer más rápidamente las existencias agotadas.

Conclusión

El Congreso respondió adecuadamente al agotamiento de los arsenales de municiones de Estados Unidos con un aumento de la financiación, la racionalización de las autoridades contractuales, una mayor supervisión de la planificación de las necesidades de municiones e inversiones en la base industrial. Cada uno de estos esfuerzos garantizará que el Ejército americano esté mejor preparado para afrontar los retos a corto y largo plazo. Sin embargo, los esfuerzos del Congreso no pueden ser una medida puntual; las reservas de municiones deben recibir una atención continua por parte del Congreso y de la administración.


*Maiya es investigadora asociada en el Center for National Defense de Heritage, y se centra en cuestiones relacionadas con la base industrial de la defensa.

Este artículo forma parte de un acuerdo entre El American y The Heritage Foundation.

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