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¿Por qué no confiar en Diem, la nueva crypto de Facebook?

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Una nueva criptodivisa está en proyecto. Teóricamente, se trataría de un medio de pago digital respaldado por una infraestructura, supuestamente dispersa y distribuida, que vendría a ser el blockchain (las cadenas de bloques), con código bajo la licencia de software libre de la Fundación Apache.

Esta implementación particular de las cadenas de bloques permitiría escalar millardos de cuentas que requieren un alto rendimiento de transacciones, baja latencia y un sistema de almacenamiento eficiente. Al mismo tiempo, habría tolerancia al disenso técnico, en base al llamado Byzantine Fault Tolerant (BFT).

Diem, la crypto de Facebook

Eso sí, en este caso no habrá diversas colecciones de bloques de nodos que formen redes dispersas, sino que todo el control de las transacciones dependerán de una infraestructura única que haga de “gran supervisora” de las transacciones, procediendo a un framework muy “armonizado”.

Con ello, según lo explican en su llamado whitepaper, podríamos hacernos una idea de este proyecto, que vendría a ser la criptodivisa Diem, promovida por Facebook. Concretamente, se considera como la “nueva versión” del intento pretérito conocido como Libra

Ahora bien, ¿qué problemas hay con esta divisa?

crypto de Facebook, El American
“Nuestra apuesta por el dinero digital no es simplemente para que haya menos papel físico, sino una vía en pos de la libertad monetaria, la propiedad privada y la privacidad como tales”. (EFE)

No solo es la contraesencia del blockchain el problema

Una concepción similar a la famosa arquitectura cliente-servidor (en cierta medida, por si sirviese para una mayor abstracción y comprensión lectora este símil con respecto a una de las organizaciones de infraestructura IT más relevantes a día de hoy) rompe completamente con la idea de las cadenas de bloques.

Las redes blockchain no solo despiertan interés por su mero utilitarismo técnico, sino por ese punto fuerte basado en la descentralización y en la dispersión, ya que no se concibió para establecer un “gran hermano” o “servidor central”, sin perjuicio de que haya ledgers (libros de contabilidad).

Pero no solo es eso. Siendo conscientes de que las soluciones de Zuckerberg (Facebook y Whatsapp) son muy poco respetuosas con la libertad de expresión y la privacidad, con lo que no debería ser muy de recibo sumar transacciones financieras con cryptos a los grandes volúmenes de datos que les hacemos realidad (con un monedero digital).

¿Una moneda hecha para la alianza entre el Big Government y los Big Businesses?

Lo normal es que, cuando se proyecta el lanzamiento al mercado de una criptomoneda, se valore una convocatoria de inversiones conocida como Oferta Inicial de Monedas (Initial Coin Offering (ICO por sus siglas en inglés), que ayudará a determinar libremente el valor que el mercado le quiere dar a este medio de cambio, para empezar.

Pues bien, si en este caso no puedo anticipar por el momento muchos detalles al respecto, sí que manifiesto que me llama la atención que, de primeras, y no a modo de rendición de asunción, haya grandes corporaciones aliadas (incluso entes globalistas e ideológicamente revolucionarios como Women’s World Banking).

Aunque no es solo eso. Según el portal Coindesk, hubo bastante resistencia a Facebook por parte de los “reguladores globales”. Sin embargo, de acuerdo con su co-creador Christian Catalini, “hay razones para el optimismo”. Concretamente, habla este de compromisos con los reguladores y de pretextos como el cibercrimen y la protección del consumidor.”

Y ojo, que ahora vamos con lo más impresionante de todo. El mismo Catalini ha llegado a considerar que la finalidad de Diem sería meramente transitoria, insinuándose que la divisa podría dejar de funcionar cuando la Reserva Federal americana implementase el dólar digital u otra criptodivisa de control centralizado.

¿Por qué no hemos de confiar en Diem, la nueva crypto de Facebook?

De hecho, ya hace semanas se daba por hecho que ante esta contribución de una de las Big Tech más importantes, alrededor del 80 % de los bancos centrales estarían valorando la emisión y gestión de sus propias divisas digitales (también permitiría al Partido Comunista chino acelerar lo que es motivo de su “cruzada reiterada”).

Presume este señor, además, que «el sector público tiene una gran ventaja comparativa en el desarrollo de cualquier cosa que tenga que ver con la estabilidad, el dinero, la preservación del valor y la política macroprudencial». Sí, ya nos dirán, cuando la reserva fraccionaria es un fraude especulativo en toda regla (inflación, deuda).

Por todo ello, ya finalizando, reafirmaría que, a mi juicio, no merece la pena confiar en una criptodivisa que “malinterpreta a conciencia” la esencia del blockchain. Nuestra apuesta por el dinero digital no es simplemente para que haya menos papel físico, sino una vía en pos de la libertad monetaria, la propiedad privada y la privacidad como tales.

Ángel Manuel García Carmona es ingeniero de software, máster en Big Data Analyst, columnista y tradicionalista libertario // Ángel Manuel García Carmona is a software engineer, master in Big Data Analyst, columnist and libertarian traditionalist.

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