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Ante lentitud en entrega de información sobre Hunter Biden, el New York Times demanda al Departamento de Estado

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El New York Times (NYT) ha presentado una demanda contra el Departamento de Estado para obtener una serie de correos electrónicos entre la Embajada de Rumanía y Hunter Biden durante los años 2015 y 2019, según un informe de Politico. NYT también busca los correos electrónicos entre la embajada y un socio comercial de Hunter, con el fin de ver si hubo algún posible conflicto de intereses entre los tratos del joven Biden y las naciones extranjeras.

La revelación se produce después de que The New York Times presentara varias solicitudes de la Ley por la Libertad de la Información (FOIA) al Departamento de Estado pidiendo esos correos electrónicos. Sin embargo, el gobierno se ha mostrado extremadamente lento a la hora de satisfacer esas solicitudes. El Departamento de Estado ha dicho que solo entregará los documentos solicitados antes de 2023.

Según los informes, The New York Times está pidiendo estos documentos para investigar “el posible uso indebido de los recursos del gobierno federal para ayudar y promover los intereses empresariales privados con conexiones a los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos y (2) la posible evasión de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) por esos intereses empresariales privados, y (3) la no aplicación de la FARA por el gobierno federal en relación con esos intereses empresariales privados”.

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Hunter Biden muy unido a su padre Joe. (EFE)

Uno de los objetivos de estas solicitudes de la FOIA por parte de The New York Times es Tony Bobulinski, un antiguo socio comercial de Hunter Biden que se ha visto envuelto en la creciente saga de los vínculos comerciales del hijo del presidente con empresas extranjeras.

Hunter Biden, de la “campaña de desinformación” al reportaje legítimo

Los tratos de Hunter Biden con países extranjeros han estado en el centro de la política americana desde hace unos años. El hijo del presidente ocupó un puesto en el consejo de administración de Burisma, una empresa de energía ucraniana, entre 2014 y 2019, a pesar de no tener ninguna experiencia en el sector energético. Esto ha despertado las sospechas de muchos, incluido el Senado de Estados Unidos, que emitió un informe sobre la posible corrupción entre empresas ucranianas y Estados Unidos en 2020.

Los vínculos entre Biden y Ucrania también fueron partes cruciales del juicio de destitución del entonces presidente Donald Trump en 2020. En aquel momento, los demócratas argumentaron que Trump había utilizado indebidamente su influencia como presidente para sacar trapos sucios contra el hijo de Biden.

Hunter Biden volvió a los titulares nacionales pocas semanas antes de las elecciones de 2020, cuando el New York Post publicó una noticia que revelaba correos electrónicos del ordenador portátil de Hunter que supuestamente confirmarían un conflicto de intereses y un tráfico de influencias entre Hunter, el entonces vicepresidente, y empresas extranjeras.

El artículo del New York Post fue rápidamente censurado por Twitter y Facebook antes de que ninguna de las dos empresas intentara verificar o desmentir el contenido de la historia. Los gigantes de las redes sociales alegaron que intentaban limitar la difusión de posibles informaciones erróneas. Los principales medios de comunicación también desacreditaron la noticia. Politico publicó un artículo en el que decía que los funcionarios de inteligencia pensaban que la historia era información falsa rusa, y NPR dijo que decidió no cubrir la historia porque “no queremos perder nuestro tiempo en historias que no son realmente historias”.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por desacreditar el informe, el paso del tiempo ha dado más credibilidad a la historia del ordenador portátil de Hunter Biden. Un libro de un reportero de Politico confirmó que el contenido del portátil de Hunter era real, y no ha habido ninguna investigación oficial que demuestre que la historia del New York Post era parte de una campaña de desinformación dirigida por el Kremlin. Incluso Jack Dorsey, el antiguo CEO de Twitter, admitió que censurar la historia del portátil antes de verificarla fue un “error total”.

Queda por ver si el New York Times logrará conseguir los correos electrónicos entre Hunter y la embajada rumana. Sin embargo, lo que está claro es que los vínculos comerciales entre el hijo del presidente y las empresas extranjeras ya no se descartan como una desinformación sin sentido orquestada por el Kremlin. En otras palabras, la historia de Hunter ha pasado de ser catalogada como desinformación a ser tendencia.

Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.

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