fbpx
Saltar al contenido

“Olimpiadas Trans”: la propuesta de Ayaan Hirsi Ali para poner fin a la “injusticia” en el deporte femenino

Trans, El American

El mundo de las competencias deportivas atraviesa un momento de debate tras la inclusión no meditada de individuos transgéneros en los equipos, siendo el deporte femenino el ring donde se lleva a cabo esta lucha y las atletas que han sido mujeres desde su nacimiento absorben todas las consecuencias.

En medio de la controversia, se ha llegado al extremo de poner en tela de juicio la concepción de la sociedad sobre qué es una mujer, y en qué medida la biología tiene responsabilidad en la “asignación” del “género”.

Recientemente, la atleta transgénero Lia Thomas ganó cómodamente el campeonato de natación en primera división de la NCAA, dejando a la tres veces campeona nacional de Estados Unidos, medallista olímpica y estrella del deporte, Emma Weyant, en segundo lugar.

La victoria de Thomas causó tal revuelo mediático que una de sus compañeras, Reka Gygorgy, quien terminó en el puesto 17 en las eliminatorias (a un solo puesto para clasificar), escribió una carta abierta a la NCAA criticando las reglas que permiten a mujeres biológicas como ella competir contra individuos transgénero, con claras ventajas físicas.

“Estoy escribiendo esta carta ahora mismo con la esperanza de que la NCAA abra los ojos y cambie estas reglas en el futuro”, escribió Gygorgy, luego de ofrecer su solidaridad y respeto respecto a Thomas. “No promueve nuestro deporte en el buen sentido y creo que es una falta de respeto contra la nadadora biológicamente femenina que compite en la NCAA”.

Una alternativa “justa” para atletas trans

En ese contexto, la conocida activista feminista americana de origen somalí, Ayaan Hirsi Ali, escribió una columna para UnHerd describiendo la injusticia que supone una competencia impar entre mujeres biológicas y transexuales, y planteando una alternativa: “¿Necesitamos unos juegos olímpicos para personas trans?”.

“Al mirar las fotografías de la entrega de medallas después, no es necesario ser biólogo para ver que algo anda mal”, escribió Hirsi Ali sobre la victoria de Thomas en la competencia. “Acurrucadas juntas en el lado derecho, en el podio número tres, hay tres mujeres jóvenes. La posición número dos está vacía. A la izquierda se encuentra el ganador, en el podio del primer lugar: a mis ojos, un muchacho fornido, aunque con atuendo femenino y cabello largo”.

En su texto, Hirsi Ali describe la carrera deportiva de Thomas quien, antes de iniciar su tratamiento hormonal y autodenominarse “Lia”, se llamaba William y era la estrella del equipo masculino de natación en la Universidad de Pensilvania. Aunque, durante su experiencia como un atleta masculino, la carrera de William Thomas no tenía ni relevancia ni futuro en su categoría.

Lo mismo resalta Hirsi Ali: “Aunque terminó en el puesto 65 en general cuando compitió en estilo libre de 500 yardas para hombres, Lia saltó a terminar primero cuando compitió contra mujeres”.

La activista destaca en su artículo que algunas compañeras de equipo se han quejado dado que Thomas, quien no ha “completado” su transición (sigue teniendo genitales masculinos) y quien afirma sentir atracción hacia las mujeres, causa “incomodidad” en los vestidores. Destaca también que los padres han expresado su preocupación porque el equipo “se cae a pedazos“.

“Tal es la indignación que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se ha visto obligado a intervenir”, escribe Hirsi Ali, recordando que DeSantis proclamó ganadora a Weyant y se refirió a la victoria de Thomas como “un fraude”.

Pero el texto de Hirsi Ali no se limita a la crítica. Dice que la misma “disparidad” existe entre los hombres trans (mujeres biológicas que han cambiado de sexo) cuando se trata de competir contra hombres biológicos. Además, apunta, a modo de ejemplo, cómo se solucionó la disparidad o invisibilidad de las personas con incapacidad en los deportes: se creó una categoría única para ellos.

“En el corazón de los Juegos Paralímpicos se encuentra un enfoque justo y equitativo para permitir que los atletas compitan entre sí”, reflexiona la activista. “Todos los competidores son evaluados por un panel de expertos que examinan las limitaciones físicas y técnicas. Los méritos del proceso son obvios: evita que las personas sin discapacidad se identifiquen como discapacitadas y compitan contra aquellas con limitaciones”.

Así, Hirsi Ali propone una solución definitiva a la controversia sobre las mujeres trans en competencias femeninas: “¿Por qué no desarrollar eventos similares para atletas trans, permitiendo que personas como Lia Thomas compitan con sus compañeros apropiados?”.

La alternativa, escribe Hirsi Ali, sería insostenible. De tal forma que espera que Thomas pueda ser aclamada por su talento y su esfuerzo en la categoría a la que corresponde: las Olimpiadas Trans.

Deja una respuesta

Total
0
Share