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Ponte de rodillas ante la cultura woke o serás fusilado

Cultura woke - El American

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No citemos más a 1984 de Orwell para explicar lo que está pasando en el mundo, ni el escritor más visionario —o lunático— hubiese podido predecir el totalitarismo de pensamiento único que amenaza con destruir cada partícula de dignidad que tiene quien se oponga a la narrativa predominante. Evidentemente estamos en presencia de un nuevo fenómeno sociológico—político—cultural, el de la existencia de unos grupos de poder que se creen con la potestad de dirigir los hilos del pensamiento occidental a fuerza de censura, represión mediática, y coerción de grupos de presión.

Es ciertamente un tiempo asfixiante, te sales un poco de la narrativa y estás cancelado, tu trabajo depende de no molestar a las plataformas, ¿eres pro—vida? Te sacan de YouTube. ¿Eres libertario? Estás fuera de Twitter. ¿No estás de acuerdo con las teorías de racismo sistémico? Estás despedido. Y por supuesto, en este nuevo mundo donde predomina el espacio virtual—informático, casi por encima del mundo real, donde millones de personas generan sus ingresos a través de su trabajo en la red, todo este culturismo woke con su correspondiente policía del pensamiento, no solo pone en peligro la membresía de ciertas personas en las redes que mueven el mundo, sino que también muchos arriesgan su pan de cada día si se oponen muy fuerte al aborto, al progresismo o a las políticas socialistas de redistribución de riqueza. ¡Esto es el 2021!, ya 1984 parece un juego de niños.

La cuerda se ha ido tensando, por un lado están quienes quieren conservar su derecho a disentir, a pensar diferente, y se oponen a la narrativa predominante de la cultura cancelante; por el otro lado, claro está, los líderes oficiales de la policía del pensamiento, miles de personas que desde sus casas y con las pijamas bien puestas se colocan por la mañana el gorro de policía y empiezan a buscar a quien reprender en redes sociales por sus “desinformaciones” o “discursos de odio” contra las bien establecidas comunidades progresistas.

Que a Gina Carano la haya expulsado Disney por no estar lo suficientemente woke no es una sorpresa, ya se ha convertido en algo totalmente típico dentro de la atipicidad que debería tener; pero la gente empieza a estar harta, muchos han abierto los ojos. ¿Por qué demonios un estúpido virtual con cuenta anónima viene a cancelarme? ¿A cuenta de qué las grandes corporaciones se han acoplado a las políticas de la cultura de cancelación? O mejor dicho, ¿por qué las grandes corporaciones han difundido esta vertiente de pensamiento? ¿Quiénes son los ejecutores y los peones en esta historia? ¿Cuál es el beneficio? ¿Y quién coronará tanta represión?

¡Cierren Fox News!, gritan desde CNN, pero no es censura a la libertad de expresión, es “reducir el daño” que causan las malintencionadas desinformaciones. ¿El mundo no les parece ya lo suficientemente estúpido? ¿Es realmente estúpido o terrorífico?

Lo que argumentaba Carano es completamente cierto, por más que el mundo woke le haya cancelado, su exposición sobre lo que realmente ocurrió con los nazis es real, en ese tiempo el ejército nacional socialista no decidió un día salir a la calle y empezar a matar judíos nada más, para llegar hasta ese nivel pasaron años de infundir el odio hacia determinados grupos sociales, años repitiendo una y otra vez que quien pensaba distinto era el enemigo, que quien no estaba de acuerdo con la narrativa predominante no tenía derecho a trabajar ni a vivir en la misma comunidad, todo esto fue escalando hasta que las torturas y asesinatos se convirtieron en algo normal. Y sí, a los conservadores americanos todavía no empiezan a ejecutarlos en el paredón, pero ya están en la etapa de degradación social —primer paso—, de allí a que se conviertan en animales sin derecho a protestar el camino es corto, después los veremos en granjas o campos de concentración.

Si no quieres ser parte del rebaño tienes el derecho y también el deber a rebelarte, no te dejes atropellar por los dioses del cancelamiento, hay millones de personas en el mundo que también están hartas de esta situación, que quieren ser libres, que aborrecen las cadenas, que no quieren venir al mundo a simplemente repetir las odas al progresismo que difunde el mainstream media.

No dejes que te digan lo contrario, pensar no es un pecado, tener criterio propio no está mal, los seres humanos no tenemos por qué ser iguales y tener nuestros pensamientos cortados en cuadros a la medida de las Big Tech.

En esta guerra de pensamiento, en esta lucha entre libertades y totalitarismo solo puede haber un vencedor, ya no habrán puentes ni abrazos en oficinas, la cultura woke se impondrá y degollará a todo el que no vaya acorde a la narrativa predominante, o la gente hastiada de esta persecución se encargará de hacer retroceder y asfixiar a los policías del pensamiento único.

Morirá la cultura woke o morirán las libertardes, lo único que está claro es que la libertad es incompatible con las políticas del pensamiento único.

Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American

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