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Régimen de Ortega en Nicaragua niega entrada a la prensa internacional

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La libertad de prensa en Nicaragua ha muerto en manos de Daniel Ortega y el régimen sandinista. La persecución contra la disidencia, incluyendo periodistas, va in crescendo y parece no tener límites. El más reciente caso involucra a la prensa internacional, específicamente a Anatoly Kurmanaev, longevo reportero del New York Times al que la dictadura nicaragüense le negó el acceso al país el pasado 17 de junio.

«He reportado en Venezuela, Cuba y Rusia, entre otros lugares. Nunca antes me negaron la entrada para hacer mi trabajo», escribió Anatoly Kurmanaev en su cuenta en Twitter, luego de que el Times publicara la historia de su caso y su inhabilitación para entrar a Nicaragua.

«La denegación de la entrada del Sr. Kurmanaev a Nicaragua parece ser una escalada de los ataques a los medios de comunicación independientes en medio de la represión del presidente Daniel Ortega», informó sobre el suceso el New York Times.

Según el periódico neoyorquino la aerolínea donde viajó Kurmanaev «canceló el billete a Managua horas antes de que el vuelo despegara, después de que las autoridades nicaragüenses le denegaran la entrada». El periodista del Times, previamente, «había cumplido todos los requisitos legales y sanitarios para entrar en Nicaragua».

El régimen de Ortega durante los últimos meses intensificó su persecución contra la prensa nacional, una guerra contra la libertad de expresión y del libre ejercicio del periodismo que lleva mucho tiempo pero que se viene recrudeciendo conforme se acercan las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre.

Régimen de Ortega, prensa internacional, niega acceso
La activista Carolina Sédiles, de la Coalición por la Libertad de Nicaragua, realiza un plantón frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, Estados Unidos. (EFE)

El ataque a la prensa internacional en Nicaragua refleja el clima local

Negar el acceso a la prensa internacional en un país es el reflejo de un clima local hostil. En Nicaragua la realidad es trágica, además de una crisis económica que se viene arrastrando desde antes de la pandemia, la pérdida constante de libertades es otra situación a la que los ciudadanos nicaragüenses se someten día a día.

La prensa no está ajena a ello. El régimen sandinista viene persiguiendo sistemáticamente a los periodistas no alineados con el oficialismo bajo la excusa de combatir el «lavado de dinero», un ejemplo de ello es el caso armado por la fiscalía nicaragüense contra la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, quien también es periodista además de política.

De hecho, el pasado lunes 24 de mayo la fiscalía —afín al régimen de Ortega— emitió citaciones contra periodistas y directores de medios.

De acuerdo con el diario El País de España, «los periodistas citados por la Fiscalía son Fabio Gadea Mantilla, director de Radio Corporación, una de las emisoras con mayor audiencia, en especial en las zonas rurales de Nicaragua. María Lilly Delgado, corresponsal de la cadena Univisión. Verónica Chávez, exdirectora ejecutiva del confiscado canal 100 % Noticias. Y, por último, Lourdes Arróliga, extrabajadora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro».

Régimen de Ortega niega paso a la prensa internacional en Nicaragua
Cristiana Chamorro durante una conferencia de prensa. (EFE)

Más allá de las citaciones, el 20 de mayo pasado las oficinas de la revista Confidencial fueron allanadas por segunda vez en tres años. Asimismo, Leonel Gutiérrez, camarógrafo de la revista, fue secuestrado por la policía nicaragüense durante unas 7 horas «sin ningún tipo de justificación legal», según denunció en Twitter Carlos Chamorro, fundador de Confidencial.  

Dánae Vílchez, periodista nicaragüense, denunció en una columna de opinión en The Washington Post que las acciones de Ortega son una forma de imponer el miedo entre la ciudadanía, y que su propósito no es otro que llevarse las elecciones de noviembre logrando inhabilitar al mayor número de precandidatos y silenciando a la prensa.

El American conversó con Judith Flores, periodista nicaragüense exiliada que escribe en El Diario Las Américas y la Gaceta Iberosfera, ella denunció que las acciones del régimen de Ortega contra le prensa no es algo nuevo y que forman parte de su manual dictatorial.

«Una de las primeras tareas de Daniel Ortega al llegar al poder fue el ahogamiento económico de los medios de comunicación, muchos desaparecieron, y la represión ha ido escalando con el paso del tiempo, el régimen es responsable de la muerte de Ángel Gahona, asesinado de un disparo en la cabeza cuando realizaba una cobertura periodística», dijo Flores.

«Ha encarcelado periodistas, y hoy investiga a un grupo de comunicadores por haber recibido apoyo de la Fundación Violeta Barrios, a cuya expresidenta Cristiana Chamorro acusa de lavado de dinero y permanece bajo arresto domiciliar. Un caso que no tiene asidero legal porque la fuente del dinero es legal».

Judith Flores, periodista exiliada

Asimismo, Flores aseveró que el periodismo local se encuentra constantemente «bajo amenaza de investigación por parte del régimen» y que «Ortega tiene bajo su control la mayoría de medios de comunicación que adquirió a través de la ayuda venezolana y los fondos públicos», por lo que la independencia de prensa también es un severo problema en el país centroamericano.

En definitiva, el asedio del régimen de Ortega contra la prensa internacional y local es el reflejo de la situación política actual y de las libertades individuales de la sociedad nicaragüense. Una realidad donde la persecución y la represión van incrementándose conforme se acerca el mes de noviembre.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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