A pocas horas de unas elecciones presidenciales que podrían definir el futuro político de Colombia, nuestro coeditor en jefe, Orlando Avendaño, se sentó a conversar en exclusiva para El American con la politóloga y exprecandidata presidencial Ingrid Betancourt, sobre la encrucijada que el país sudamericano enfrenta en los venideros comicios.
En plena campaña, Betancourt fue la primera figura política en brindar su apoyo al candidato de centro, el empresario Rodolfo Hernández, quien este domingo 19 de junio disputará la Presidencia contra el extremista de izquierda Gustavo Petro. Según su propio testimonio, para ella era “evidente” que el centro debía fortalecerse, dado que la polarización entre la izquierda y la derecha significaba un “retroceso en el tiempo” para la democracia colombiana.
“Después del acuerdo de paz y después de la pandemia, todos vimos la revuelta social que hubo en Colombia y cómo el Gobierno reprimió de manera violenta esas protestas”, señaló Betancourt, y añadió que el enfrentamiento entre los extremos solo colaboraba en “recomponer” el “régimen de corrupción” que, de manera oportunista, apoyaría al candidato que tuviera más chances de ganar. “Mi misión era unir el centro”, indicó.
Betancourt dijo haber sentido la necesidad de “darle a Colombia la oportunidad de tener en segunda vuelta una opción anticorrupción”, que no veía ni en la candidatura izquierdista de Petro, ni en el candidato apoyado por las fuerzas de derecha, Federico Gutiérrez.
En ese esfuerzo por unificar al centro político, Betancourt creía necesario que los otros dos candidatos, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, se unieran en una misma candidatura y, tras varios intentos fallidos, Fajardo “nunca tomó la decisión”.
“Diez días antes de la elección, yo hablé con Rodolfo y le dije: si ustedes no se van a unir, creo que sí tenemos que unirnos tú y yo”, dijo la politóloga. “Y hay que unirse ya porque necesitamos pasar a segunda vuelta”.
Además de los resultados de las encuestas, Betancourt dijo haber identificado en Hernández a un candidato que les hablaba a los colombianos “de una manera diferente” y abanderaba la lucha contra la corrupción con mayor “credibilidad”.
Betancourt ve la comparación entre Hernández y el expresidente de Estados Unidos Donald Trump como “oportunismos mediáticos” que explotan similitudes en el verbo y en la actitud. Sin embargo, piensa que Hernández es un candidato de centro izquierda, que prioriza el “capitalismo social” y cuyo objetivo es acabar con la pobreza a través del fin de la corrupción.
Colombia necesita “reflexionar”
Aunque no hubiese querido ver a Federico Gutiérrez competir en segunda vuelta contra el candidato de la extrema izquierda porque, a su juicio, eso habría significado “más de lo mismo” e incentivado el voto en blanco, Betancourt tiene claro que Gustavo Petro es una amenaza para la estabilidad democrática de Colombia.
“Hay mucha gente que lo señala como un peligro por ser guerrillero, para mí eso no es lo esencial del peligro de Petro”, indicó la exprecandidata. “Para mí son sus alianzas: las internacionales, que no me gustan, y las internas, que son con gente muy corrupta dentro de la política y con miembros de los carteles”.
La política puso como ejemplo el escándalo que arropó a la campaña de Petro recientemente por haberse acercado a presos extraditables para ofrecerles la no extradición a cambio de votos, y destacó que un gobierno del candidato izquierdista sería “volver a una política arrodillada a los corruptos, a las bandas criminales, a los narcotraficantes”.
Es por eso que Betancourt considera necesario que los colombianos reflexionen sobre el estado de la política, y esa reflexión no puede hacerse, según sus palabras, con Gustavo Petro en la Presidencia.
“Gustavo Petro nos va a sumir en el empoderamiento de todo lo ilegal”, sentenció Betancourt. “Que es precisamente lo que los colombianos no queremos”.