Cerca de 5,000 agentes atendieron el llamado a “paro de brazos caídos” convocado —el pasado martes— por el policía retirado Gabriel Hernández en reclamo por mejoras laborales y condiciones de retiro, según informó el Negociado de la Policía de Puerto Rico este sábado.
El comisionado de la policía, Antonio López Figueroa, comentó que entre el viernes y sábado de las fiestas de Halloween se registró la ausencia de 4,963 funcionarios, más del 30 % del total de policías en Puerto Rico.
Según las estadísticas que brindó el Negociado, se calcula que la Policía cuenta habitualmente con unos 10,400 agentes activos de un total de 12,057, por lo que en estos momentos poco más de la mitad de los agentes disponibles se encuentra en funciones.
Ante esta situación, varios municipios de Puerto Rico decretaron ayer el estado de emergencia a través de órdenes ejecutivas que, entre otras medidas, suspendieron turnos libres y extendieron las jornadas de trabajo de las policías municipales.
La huelga, que se prolongó todo el fin de semana, ha dejado muchos cuarteles prácticamente vacíos y ha obligado a la Policía a activar el plan para este tipo de emergencias.
El plan contemplaba la activación de agentes de unidades especializadas, de policías municipales, de agentes federales de USA y otras agencias como el Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE).
El paro busca denunciar que los agentes de la Policía estatal nunca cotizaron para el Seguro Social y se jubilan con pensiones equivalentes al 35 % de su salario más alto y sin plan médico.
Integrantes del Gobierno se han reunido con la directora ejecutiva de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), Natalie Jaresko, para buscar alternativas que beneficien a los miembros del Negociado de la Policía de Puerto Rico.
En el marco de la huelga, se registraron en las últimas 24 horas al menos cinco muertes por causas violentas en la isla.
Se desconoce si luego del paro de brazos caídos se cumplirán las demandas de los uniformados o convocarán a un nuevo paro de actividades policiales. Lo cierto es que el gobernador de Puerto Rico declaró que la prioridad es salir de la quiebra de la isla, luego de la aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda, y posteriormente podrían negociar el retiro de los policías.
