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¿Por qué Estados Unidos aumenta el presupuesto del Pentágono a pesar de haber abandonado Afganistán?

Por Hannah Cox

Después de 20 años, y más de 2 billones de dólares, la guerra de Afganistán finalmente terminó. ¿Eso significa que el enorme presupuesto de defensa americano será finalmente recortado? No.

De hecho, el Congreso está a punto de aprobar un aumento del presupuesto del Pentágono, preparándose para asignar $740,000 millones de dólares para el año fiscal 2021-2022. Eso es más de lo que solicitó el presidente Joe Biden. De hecho, son $37,000 millones de dólares más.

La Ley de Autorización de Defensa Nacional, más conocida como NDAA, se aprueba anualmente y asigna fondos para nuestro complejo industrial militar. Con pocas excepciones, se aprueba con un abrumador apoyo bipartidista todos los años. Vale la pena saber que el presupuesto militar es la mayor porción del presupuesto federal discrecional, representando el 11 % del gasto federal total.

Un panel de la Cámara de Representantes aprobó recientemente el aumento presupuestario propuesto en una votación casi unánime, con sólo dos demócratas — los representantes Sara Jacobs (D, CA) y Ro Khanna (D, CA)—  que se opusieron.

El representante Mark Pocan, un fiable crítico de la financiación del Pentágono, dijo que no tenía mucho sentido asignar al Pentágono más fondos de los que había solicitado el presidente o de los que había aprobado el Comité de Asignaciones.

“En un momento en que Estados Unidos se está retirando de las guerras en el extranjero, deberíamos comprometernos a recortar nuestro gasto en defensa ahora más que nunca”, dijo Pocan, un demócrata que ha representado el segundo distrito del Congreso de Wisconsin desde 2013.

La representante Barbara Lee (demócrata), que en 2001 fue la única congresista que votó en contra de una resolución del Congreso que autorizaba el uso de la fuerza contra los responsables de los atentados del 11-S, escribió una carta con dos docenas de sus colegas demócratas en la que pedía un recorte del “abultado presupuesto de defensa el cual ha permitido 40 años de guerras con cheques en blanco alrededor del mundo”.

A pesar de los esfuerzos de estos representantes, es probable que suficientes republicanos y demócratas de centro se unan para sacar adelante este proyecto de ley.

Ante una deuda nacional de casi $29 billones de dólares y la conclusión de una guerra de 20 años, muchos americanos probablemente creían (o al menos esperaban) que el gasto militar podría finalmente ser frenado.

Pero no es así como funciona Washington DC. Es una pena, porque hay muchas razones por las que el Congreso debería recortar el presupuesto de defensa.

Para empezar, es demasiado elevado y está plagado de despilfarros, fraudes y abusos.

En caso de que te hayas perdido los titulares, numerosos casos de esa corrupción salieron a la luz en los últimos años. En 2016, el Pentágono trató de enterrar un estudio interno que encontró $125,000 millones de dólares en despilfarro por miedo a que provocara recortes presupuestarios. En 2019, consiguieron gastar $61,000 millones de dólares en un solo mes. ¿Cómo? En sillas de $9,000 dólares y en cangrejos y langostas con un valor de $4.6 millones, por supuesto. Esto se debió al enfoque de “úsalo o piérdelo” de la gestión presupuestaria, que incentiva al Pentágono a utilizar los fondos para no experimentar recortes presupuestarios en la siguiente asignación.

Y esto ni siquiera comienza a tocar las verdaderas profundidades del abuso. El Pentágono despilfarra una cantidad incalculable en armas que son inviables, inasequibles o innecesarias. Pagan en exceso a sus amigos de Boeing y otros contratistas por estas armas. Y luego las abandonan para que vuelen por los aires o, lo que es peor, para que sean capturadas por nuestros enemigos cuando llega la hora de irse.

Para que conste, el Pentágono nunca ha pasado por una auditoría, y por lo tanto, nunca responde por las asombrosas cantidades de despilfarro, fraude y abuso. Sólo reciben más y más dinero.

El economista Milton Friedman dijo: “Nadie gasta el dinero de otro con el mismo cuidado con el que gasta el suyo propio. Nadie utiliza los recursos de otra persona con el mismo cuidado que utiliza los suyos”. Así que si quieres eficiencia y eficacia, si quieres que el conocimiento se utilice adecuadamente, tienes que hacerlo a través de los medios de la propiedad privada.

El Departamento de Defensa proporciona un ejemplo en tiempo real de este principio, gastando el dinero de los impuestos de los americanos con un abandono imprudente.

Una vez más, el complejo industrial militar ha demostrado ser una de las entidades políticas más costosas y perjudiciales que existen. Seguirá presionando para conseguir más dinero y fondos para sus amigos — lo que inevitablemente proporciona un incentivo para más y más conflictos largos—  hasta que nosotros, el pueblo, finalmente despertemos a su verdadera naturaleza y digamos basta.

Foundation for Economic Education (FEE)

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