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Premios Grammy: La izquierda intenta culpar a Bill Burr del fracaso en audiencia

Premios Grammy, El American

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El pasado domingo se celebró en Los Ángeles la 63ª edición de los Premios Grammy. Con el humorista y actor Bill Burr anunciando a algunos de los ganadores, la gala fue emitida por la cadena de televisión CBS, con Trevor Noah como maestro de ceremonias.

Según informa la revista Variety, basándose en datos de Nielsen, la audiencia de esta edición de los Premios Grammy se desplomó dramáticamente, pasando de 18.7 millones de espectadores en 2020 a los apenas 8.8 millones del pasado domingo. Números muy inferiores incluso al peor registro de su historia, que tuvo lugar en 2006 cuando consiguió 16.9 millones, el doble que este año.

Si bien es cierto que como consecuencia de la pandemia todos los eventos de este tipo han visto reducidas sus audiencias, el desplome de los Premios Grammy sólo es comparable al de los Golden Globes; mientras que otras ceremonias no se han visto tan afectadas, -ni en cifras absolutas, ni porcentuales-, por lo que habría que buscar la explicación en otro lado.

Además, no sólo se ha producido un descenso en el número de espectadores, sino en la valoración que éstos han hecho del show, que pasó del 5.6 del año pasado, a un paupérrimo 2.1 de valoración entre los adultos de edades comprendidas entre 18 y 49 años.

Los Premios Grammy, cada vez más politizados

Quizás los americanos están dando la espalda a este tipo de ceremonias porque empiezan a hartarse de su descarada politización y viraje hacia la izquierda más radical.

Algunos números pueden ser reveladores de cómo esta izquierda radical realmente es minoritaria, pero intenta imponer su ideología a través del control de la cultura y el entretenimiento, tratando de hacer creer que es la ideología mainstream en América.

Por ejemplo, el premio para canción del año fue para “I Can’t Breathe”, interpretada por H.E.R., una suerte de himno de “Black Lives Matter” (BLM) en honor a George Floyd. Su vídeo oficial en YouTube apenas supera 1 millón de visitas, mientras que en otras canciones nominadas nos encontramos con que Cardigan, de Taylor Swift, tiene casi 83 millones de reproducciones; Circles, de Post Malone, suma casi 350 millones de visitas; y Don’t Start Now, de Dua Lipa, ha sido reproducida casi 500 millones de veces.

Este intento de apuntalar el relato izquierdista fue explícito en varias ocasiones durante los Premios Grammy. En la interpretación de la canción The Bigger Picture, el rapero Lil Baby ponía en escena a un hombre negro sentado en su coche, mientras dos policías blancos se acercaban a la ventanilla. Cuando salía del coche enseñando su identificación, se podía escuchar un voz en off que decía “cuando crecía, los libros de texto de historia americana me enseñaron que África no tenía historia, ni yo tampoco, que era un salvaje”. Luego los policías lo lanzaban violentamente contra el suelo y lo esposaban, para después pegarle un tiro por la espalda mientras trataba de huir.

Después el rapero cantaba con el fondo de una ciudad en llamas por los cócteles molotov lanzados coreográficamente, como si trataran de justificar -no muy sutilmente- los violentos disturbios provocados por BLM y “Antifa” durante los últimos meses. El número musical continuaba con un discurso de la activista de BLM, Tamika D. Mallory, exigiéndole al presidente Joe Biden que trajera “justicia, equidad, políticas, y todo lo demás que la libertad implica”. Y que para conseguir esto “no necesitamos aliados. Necesitamos cómplices”.

La canción de Lil Baby fue una explícita declaración de principios por parte de los organizadores de los Premios Grammy, quienes ya desde los meses habían dejado claras sus posturas de forma más implícita, al no invitar a otro rapero llamado Lil.

Estamos hablando de Lil Wayne, quien en noviembre mostró su apoyo a Donald Trump de cara a las elecciones. Tras la ceremonia, Lil Wayne publicó un tweet diciendo “Fuk the Grammys”, ya que, según contó en otro tweet en diciembre “como artista, cuando veo que se acercan los Grammys y no estoy nominado, ni invitado; me pregunto si es por mí, por mí música o por algún otro tecnicismo [en velada alusión a su apoyo a Trump]. Miro a mi alrededor con respeto y me pregunto si, competitivamente, ¡¿no me lo merezco?! Luego me giro y veo 5 Grammys observándome, y me marcho a mi estudio de grabación”.

La izquierda descarga su ira sobre Bill Burr por sus bromas durante los Premios Grammy

En lo que probablemente sea un intento por desviar la atención, y para evitar hacer autocrítica sobre el creciente desprecio del público ante la politización de los Premios Grammy, la izquierda de Twitter ha cargado contra el humorista Bill Burr por algunas de sus bromas durante el evento.

Conociendo su humor cáustico -especialmente lacerante con la izquierda woke-, y tras su tímida defensa de su compañera Gina Carano tras haber sido despedida de The Mandalorian por el acoso de la izquierda, Bill Burr acudía a la entrega de los Grammy sabiéndose presa fácil de la cultura de la cancelación progresista.

A pesar de que se mostró más comedido de lo que en él es habitual, eso no impidió que Bill Burr se convirtiera en trending topic, con miles de usuarios pidiendo que fuera cancelado. Que alguien como Bill Burr se muerda la lengua en un show tan claramente politizado, nos da una pista de lo grave que es el clima generado por la cultura de la cancelación, que atenaza el talento creativo. 

Antes de anunciar la ganadora del mejor álbum tropical latino, Bill Burr bromeó con que “las feministas se estarán volviendo locas ¿Por qué este hombre blanco cis-género está presentando estas cosas de latinos?”. Efectivamente la tropa woke se volvió loca, quedando patente que no hay nada más sencillo que ofenderlos.

Premios Grammy Bill Burr

Un usuario de Twitter llegó a decir, en referencia a que Bill Burr está casado con una mujer afroamericana, que “aunque no estoy sugiriendo que Bill Burr sea un racista, un hombre blanco con una mujer no-blanca a veces puede ser una señal de racismo. Así que no debes asumir que alguien no es racista solo porque posean a un esclava sexual de una minoría. Puede ser que la tengan porque son racistas”.

A lo que la propia esposa de Bill Burr, Nia Renée Hill, contestó con un contundente tweet mandándolo a cerrar su boca. 

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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