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La migración se ha convertido en una bandera política para los progresistas. Sin embargo, la realidad es que a la izquierda no le interesa el sufrimiento de los migrantes para llegar a los países a los que se van en búsqueda de un mejor futuro. No se trata solamente de utilizar el tema de migración para hacer campaña, es necesario también proponer un plan migratorio que permita la migración legal y segura. Pero eso no forma parte del discurso progresista. Solo se habla de fronteras abiertas, sin estrategia, y se critica a quienes proponen un control migratorio que no es solo para el bienestar de los ciudadanos de un país, sino también para la seguridad de los que deciden emigrar.
La semana pasada se registraron más de 60,000 migrantes mexicanos que fueron interceptados en marzo en Estados Unidos. Se trata de 60,000 familias que sufren ahora por esta situación. Miles de personas están sufriendo en su intento de llegar a otro países que les ofrezca todas las oportunidades para salir adelante. Mientras tanto, el discurso de algunos demócratas, como Alexandria Ocasio-Cortez, sigue siendo el de criticar sin aportar soluciones a esta situación.
Ocasio-Cortez ha insistido en que es necesario mantener las fronteras abiertas, cuando la realidad es que eso empeoraría la crisis fronteriza en Estados Unidos. Una situación que ha sido provocada, entre tantas cosas, por las promesas de que las personas podrían entrar de manera sencilla.
“Muchas personas que ahora están repentinamente horrorizadas por las condiciones deshumanizantes en nuestra frontera son las mismas personas que deshumanizan a los inmigrantes + ayudaron a construir estas jaulas en primer lugar”, escribió Ocasio-Cortez en Twitter.
A esto se suma los comentarios de la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, que dijo durante su campaña electoral que defendería a los migrantes, pero meses después, tras haber sido designada para atender la crisis migratoria, ni siquiera tiene como prioridad viajar hasta el punto fronterizo para entender lo que está ocurriendo. Al igual que Ocasio-Cortez, su trabajo se quedó, al menos por ahora, en un simple discurso. Mientras tanto, las personas esperan una respuesta para salvar sus vidas de condiciones que, como han alertado las autoridades, incluye abuso por parte de delincuentes y violaciones a menores.
Miembros del Partido Republicano como Nikki Haley han denunciado la falta de acción por parte de Harris. De igual manera, el gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, afirmó que con la designación de Kamala Harris el presidente Biden no se está tomando en serio la crisis migratoria.
El sufrimiento de los migrantes
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, denunció en marzo que los migrantes se encuentran en refugios que no cuentan con agua potable, ni luz. En abril, Abbott, indicó que su administración ha recibido quejas que incluyen denuncias de agresión sexual, escasez de personal, y que los niños en la instalación no están comiendo durante todo el día.
Además, señaló que, a su juicio, la administración Biden-Kamala Harris, no estaba preparada para una política de fronteras abiertas.
No se trata de prohibir la entrada de migrantes porque la realidad es que la mayoría de las personas que deciden emigrar lo hacen por necesidad y para huir, justamente, de países que tienen Gobiernos socialistas como Cuba, Nicaragua o Venezuela. Pero sí es necesario que se establezca una migración ordenada que permita que las personas se movilicen de manera segura, sin necesidad de pasar penurias.
Pero eso no le interesa a los progresistas, solo se basan en un discurso vacío. Es algo que no solo ocurre en Estados Unidos, también sucede en otros países. Al régimen socialista de Venezuela no le interesa que más de 5,000,000 millones de venezolanos, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, estén regados por el mundo intentando salvar sus vidas tras la debacle en sus propios países.
Tampoco les interesa que más de 5,000 personas, de acuerdo con un recuento del diario El Tiempo de Colombia, se convirtieron en refugiados en Colombia y que viven en condiciones deplorables. No les importa. Así como no le importó al régimen cubano expulsar a su población, que arriesga su vida para sobrevivir.
No es casualidad que los progresistas/socialistas actúen igual en cualquier parte del mundo. Utilizan la migración para ganar votos, pero en realidad no les importa lo que sufren aquellos que deciden emprender este difícil camino.
Por ello, se debe impulsar una migración ordenada en la que los ciudadanos entren al país de manera legal. No se puede continuar con un discurso en el que se les ofrece entrar sin garantías, al contrario al impulsar que los migrantes lleguen con los papeles en regla e inicien el proceso migratorio inmediatamente, permite que sus derechos sean respetados y le da mayor facilidad a las autoridades para atender cualquier irregularidad o denuncia.
¿Cómo lograrlo?
Para lograrlo, se debe trabajar en un plan migratorio que se base en tres ejes fundamentales: instituciones, estrategia con demás países y agilización del proceso migratorio. En el pasado, ya Estados Unidos ha trabajado en el fortalecimiento de sus instituciones migratorias y debe continuar haciéndolo. Se trata de aumentar la presencia de las autoridades fronterizas y mejorar sus capacidades para lograr un control migratorio exitoso.
De igual manera, se debe trabajar para mejorar las infraestructuras en estos puntos migratorios. Esto también contribuirá a la disminución de delitos y hechos de corrupción en los pasos fronterizos. La seguridad debe ser una prioridad. Es decir, es inviable que se reduzca el presupuesto para las fuerzas de seguridad o abolir ICE como han solicitado algunos progresistas
Y finalmente, también es indispensable evaluar estrategias políticas para mejorar las condiciones de vida en el continente y mantener el compromiso con promover gobiernos democráticos que no obliguen a sus ciudadanos a salir de sus países.
Williams Perdomo es periodista y escritor, especializado en las fuentes Política y Cultura.