fbpx
Saltar al contenido

«La prohibición del fracking es una propuesta ideológica sin sustento científico»

Fracking

Read in English

[Read in English]

Las proyecciones apocalípticas, el capitalismo como enemigo salvaje del planeta, la prohibición del fracking; todo esto se ve casi a diario mediante plataformas informativas, promoción de influencers o líderes políticos que impulsan su propia agenda ambiental. Pero, por otra parte, se habla poco de cómo el fracking ayuda a las empresas a reducir sus emisiones de carbono, cómo China contamina los mares con plástico o destroza especies con la pesca indiscriminada; o cómo en Venezuela se llevan adelante un ecocidio y un etnocidio sistemáticos.

¿Dónde está la parafernalia ecologista con esos temas? ¿Y la mainstream media?

Para abordar esta situación, El American se puso en contacto con el catedrático en ecología, Dr. José Ramón Arévalo, quien es español y fue profesor en la Oklahoma State University y es profesor visitante en la Universidad de California.

Arévalo recientemente publicó su libro, (que se puede conseguir en Amazon), titulado «Ecología liberal para no ecologistas y no liberales» (publicado por LGE libros e impreso por Artes Gráficas Cofás).

El doctor y catedrático desarrolla su trabajo en el campo de las especies exóticas, impacto del fuego y el efecto de la ganadería extensiva en la diversidad.

Entrevista completa en el Canal de El American. (YouTube)

Emmanuel Alejandro Rondón: Coménteme doctor Arévalo, ¿de qué trata su libro? ¿qué comenta en él? ¿qué áreas del tema medio ambiental toca allí?

José Ramón Arévalo: Esto me gusta dejarlo claro: no es un libro de ensayo, ni técnico o académico; es un libro de opinión. Lo que quiero recoger es una serie de ideas que he venido leyendo a lo largo de estos últimos 20 años, desde que me ha interesado un poco la gestión de los espacios protegidos, pero también me ha interesado mucho cómo las sociedades pueden tener más libertad. Me parece que la libertad es uno de los fundamentos de una sociedad moderna, cuanta más libertad tenga más próspera será y siempre me ha llamado la atención que, en el campo de la conservación de los espacios protegidos, del medio ambiente, no era muy común ver soluciones de mercado a la conservación de los espacios protegidos.

Es cierto que hay algunos escritos por allí que tratan el tema, pero son más antiguos y, lo que he querido abordar, es que existe una posibilidad para la conservación del medio ambiente desde un punto de vista de mercado y no solo del medio ambiente, sino de las especies que están en peligro de extinción. Tampoco soy tan radical y anarcocapitalista como para pensar que todo tiene que ser privado. Yo, si me defino como algo, no he evolucionado tanto, me he quedado en minarquista; supongo que la evolución del ser humano irá a llegar a un anarcocapitalismo, pero yo no iría tanto.

Y creo que la gestión pública de los espacios protegidos, (donde hay muy buenas y otras que son muy malas), pero que pueden diversificarse incluyendo acciones de mercado o venta de espacios protegidos y lo más curioso de todo ello es que tampoco descubro nada nuevo. Ya hay parques nacionales con cierta gestión privada, de hecho, Latinoamérica, Estados Unidos también, los veo más avanzado en estos campos; en Europa estamos más a la espera de que el gobierno tome este tipo de decisiones y se encargue de la gestión del medio natural. Mientras que, en Latinoamérica, es muy común ver como ciertas agrupaciones que compran terrenos y conservan propiedades privadas, que son elementos que conservan ciertas partes del entorno, y eso me ha llamado mucho la atención.

Incluso en África se ven este tipo de experiencias. Me llama la atención que en Europa no estuvieran y por eso me dediqué en este escrito de opinión y recopilación de información a tratar el tema. Es cierto que los ejemplos que se ponen son ya los evidentes y no dicen nada nuevo, pero en Europa sí es novedoso el tema.

“Ellos (movimientos verdes) presentan un antagonismo entre mercado y conservación del medio natural, lo cual es totalmente absurdo, solo hay que ver cuando cae el telón de acero allá por 1989-90 para ver cómo estaba el medio ambiente en esos países idílicos socialistas que estaban mucho peor que en Europa”.

Doctor José Ramón Arévalo.

EAR: Con respecto a esto, hay ciertos aspectos sobre el medio ambiente y la ecología que son bastante cómicos; hemos visto muchos grupos y movimientos verdes o influencers que nos están vendiendo al capitalismo, al libre mercado o a los movimientos promercado como los culpables del desastre ambiental, supuestamente. ¿Algún comentario sobre esto?

JRA: Ellos presentan un antagonismo entre mercado y conservación del medio natural, lo cual es totalmente absurdo, solo hay que ver cuando cae el telón de acero allá por 1989-90 para ver cómo estaba el medio ambiente en esos países idílicos socialistas que estaban mucho peor que en Europa. Por lo que, escapar del mercado, no asegura le preservación del medio ambiente, es más, elimina muchos los incentivos para la conservación del medio ambiente; porque cuando hay una valoración económica de los espacios, lo normal es que estos espacios tengan cierta capacidad de ser protegidos por parte de la sociedad.

A mí siempre me ha llamado la atención, de hecho, lo pongo de ejemplo, aunque es un poco extremo, cuando llegan los europeos y empiezan a diseminarse por América del Norte, había entre 60 y 90 millones de cabezas de bisontes; sin embargo, en muy poco tiempo, en unos 100 o 150 años, desaparecieron. El bisonte en Estados Unidos desapareció, los que hay hoy en USA son traídos de Canadá, de los restos que quedaron en el norte.

¿Y el bisonte por qué se extinguió? Porque no tenía una correcta asignación de los derechos de propiedad. Mientras que las vacas se multiplicaron. Yo, claro, viví varios años en Oklahoma, y Oklahoma llegó a ser el centro productor de carne de vacuno mundial. Luego eso ya se trasladó a Argentina y a Brasil por la competencia de los precios, pero después de la Segunda Guerra Mundial, Oklahoma fue el productor de carne mundial.

Fue un estado muy importante por el petróleo y por la carne. Era muy rico y, de hecho, se nota el declive que ha habido. Pero bueno, nos ponen en indicación que las vacas no se extinguieron, es muy difícil que se extingan las vacas porque tienen perfectamente asignadas el derecho de propiedad.

Si esas tribus que iban poblando las llanuras americanas, hubiesen tenido un mínimo derecho de propiedad sobre todos estos grupos de bisontes, posiblemente no se hubiesen extinguido. Pasa que no estaban definidos y esto es un campo abierto para la extinción. Y hay ejemplos sobre ello, el elefante africano es un claro ejemplo. O sea que, hay soluciones de mercado que han funcionado, no digo que toda la gestión pública sea nefasta, pero sí que hay soluciones de mercado posibles de compaginar y de que estén presente en este tipo de conservación del medio natural.

“Yo siemprele digo a mis alumnos que lo que vean en los medios de comunicación asuman que es falso hasta que se demuestre lo contrario”.

Doctor José Ramón Arévalo

EAR: ¿Y usted cree que los medios de comunicación, movimientos verdes, influencers juegan su rol persuadiendo o instalando en la opinión pública que la solución para preservar el medio ambiente es más Estado y menos mercado?

JSR: Yo siempre le digo a mis alumnos que lo que vean en los medios de comunicación asuman que es falso hasta que se demuestre lo contrario. Es increíble la forma en que manipulan y, además, es como una especie de cartel. Porque los grupos pequeños, muy minoritarios, tienen poco alcance; pero para colmo, las líneas habituales de estos grupos pequeños para llegar a la población, que eran las Big Tech, donde están Twitter y Facebook, están tomados por los mismos dueños de estas grandes corporaciones o por lo menos en coalición con estas grandes corporaciones. Como hemos visto en USA, donde hubo una especie de conspiración para evitar que Donald Trump ganara.

Y no se ponen ni colorados. «Hemos manipulado la sociedad para ganar las elecciones», y lo peor de todo es que te lo dicen. Por eso es que yo a los medios de comunicación la verdad es que los pongos entrecomillas.

Igual estos elementos folclóricos que nos sacan, como Leonardo DiCaprio, a Greta Thunberg que la estuvieron paseando para arriba y para abajo, yo creo que DiCaprio y Thunberg no suman más de un año de escuela entre los dos a lo largo de su vida porque siempre estuvieron para arriba y para abajo haciendo del chapulín. Entonces, digo yo, ¿cómo podemos considerar a estas personas como elementos referentes intelectuales de las decisiones que tiene que tomar un país? Un actor de Hollywood que se mueve en un jet privado, ¿cuándo nosotros nos vamos a mover en un jet privado? Y a una chiquilla, que la tienen para arriba y para abajo y la han convertido en una especie de icono pop de la progresía y el ambientalismo.

Que yo creo que esta niña tomará medidas contra los padres por maltrato. Porque una niña que, en vez de estar en el colegio, está haciendo —como he dicho antes— el chapulín por ahí, tendría consecuencias. Yo si no llevo a mis hijos al colegio me toma mi declaración la policía.

EAR: Además es muy hipócrita porque critican mucho a Trump, el capitalismo, a USA; pero nadie menciona que China es el país que más contamina en el mundo, que más plástico echa a los mares, que va por Perú, Ecuador y esos mares pescando indiscriminadamente y destrozando especies; y en vez de criticar eso, atacan a USA, y USA, con Trump en el poder, redujo sus emisiones de carbono.  

JRA: Es curioso, bueno no. Es totalmente esperable si has leído un poco sobre rudimentos básicos de economía, si tu castigas económicamente a las empresas por sus emisiones de carbono, estas empresas tendrán menos recursos económicos para invertir en sus mejoras de tecnología o en investigación y desarrollo que es exactamente lo que ha ocurrido.

Al haber menos presión económica las empresas de USA —porque vale recalcar, USA comparado con Europa sería como un paraíso fiscal, aunque no sabemos qué pasará ahora— pueden invertir mucho en investigación y desarrollo. Eso es algo que es totalmente anómalo, porque se dice USA invierte mucho en investigación, pero lo que no dice es que es 10 veces más lo que invierten las corporaciones privadas.

En Europa, ese aporte privado es, prácticamente, mínimo. Y es normal, porque si están castigando a base de impuestos a las empresas, las posibilidades de invertir en mejoras tecnológicas son menores.

Y esto es lo que ha ocurrido en USA. Las empresas han decidido reducir sus emisiones no para protegernos del calentamiento global, sino porque reduciendo las emisiones, consumes menos energía, y tus rendimientos aumentan. Es lo respuesta del mercado a una subida de los precios del combustible.

Por eso es que el petróleo sigue tan bajo de precio. Porque cada vez que ellos aumentan y lo suben a más de 100 dólares, empieza a responder el mercado con tecnología mucho más eficiente reduciendo el consumo de estos combustibles.

Yo no digo que no haya problemas serios ambientales, lo que digo es que los problemas ambientales más severos provienen de Rusia, China y de los países en vías de desarrollo que lamentablemente no han podido acceder a esta economía de mercado que los haga crecer lo suficiente para poder protegerse de externalidades negativas como se suelen llamar.

EAR: Claro, y le voy a poner un ejemplo. El Estado más interventor en América Latina es Venezuela, y es el que más contamina. Está destrozando al Arco Minero del Orinoco, a Canaima que es patrimonio de la humanidad, en el Lago de Maracaibo hay un derrame de petróleo y nadie dice nada. En Bolívar hay un ecocidio y un etnocidio porque destrozan a los indígenas y las denuncias son muy escasas.

JRA: La situación de Venezuela es paradigmática y yo creo que se estudiarán en los anales de la historia cómo un país que tenía una renta per cápita dos veces superior a la de España en los años setenta y que ahora mismo España lo puede superar 5 o 10 veces.

Es para que nos demos cuenta que estas políticas, que en principio son buenitas, porque parecen que tienen buena intención, «vamos a hacer que todo el mundo sea rico», «que todos tengas las mismas oportunidades», no han funcionado nunca. Tenemos hasta experimentos en Corea del Norte y Corea del Sur, tenemos un montón de evidencia de sobra de cómo funcionan este tipo de políticas. Pero da lo mismo, ocurre un poco como las predicciones que se hacen de las catástrofes ambientales.

En los setenta se hacían predicciones apocalípticas de agotamiento de los recursos. Que se agotaba el petróleo, que se agotaba el gas, que se agotaban los minerales; no acertaron con ninguna. Es que no dieron con ninguna.

Pues, sin embargo, lo más paradigmático del hecho, es que no tiene costa reputacional.

¿Y qué pasa con el Fracking?

EAR: Hay un tema interesante que quería tocar que es sobre el fracking. Ahora la administración Biden está nominando a Deb Haaland, una representante nativa-americana que lucha contra el fracking y apoya al Green New Deal, para secretaria de Interior. Un cargo importante que está vinculando al sector de las perforaciones. En USA, en general, hay muchos movimientos verdes y políticos de izquierda —como Bernie Sanders o AOC— que están en contra del fracking, pero, estas perforaciones, justamente, permiten a las empresas reducir sus emisiones de CO2 a partir de la implementación del gas. ¿Por qué estas contradicciones tienen tanta fuerza en los medios de comunicación?

JRA: Son planteamientos ideológicos que están fuera de lugar y no lo podemos interpretar de forma científica. Aquí ideológicamente se ha establecido que hay que abandonar los combustibles fósiles; el fracking no es más que una forma de mantener este uso de combustibles fósiles por muchos años más. Ellos se dan cuenta que es imposible romper con esta era de los combustibles fósiles, entonces buscan medidas políticas, que no son científicas, ni técnicas, ni ambientales, para romperla.

¿Por qué? Porque se ha planteado una agenda para acabar con los combustibles fósiles. Y esa agenda, posiblemente, va a pasar factura a USA. En este país, cada vez que hay un presidente demócrata, el desempleo se dispara al 10 %, empiezan a ocurrir problemas, además el desempleo a quienes más afecta es a las minorías, no solo a la negra, sino también a la latina. Porque es una mano de obra de sector primario muy abundante y son los que van a sufrir este tipo de medidas.

Pese a todo eso, ellos creen que lo mejor es tirar por esta vía, pero no tienen un fundamento científico. El aumento del dióxido de carbono, hace ya tiempo que se desligó de las temperaturas, en función de las predicciones teníamos que tener de media dos grados que hace 40 años. A día de hoy, estamos en 0,9 grados, esto desmonta totalmente todo el chiringuito —como le llamamos en España— que se inauguró en Kioto.

Porque tú, en Kioto puedes montar un chiringuito porque prevés que la temperatura del planeta aumentará 4 o 5 grados, con la tendencia actual, a final de siglo, la temperatura habrá aumentado 2 grados. Dos grados es lo que varía la temperatura en un año dependiendo de si es un periodo más frío o un periodo más cálido.

Con lo cual no es ninguna catástrofe, y si no es ninguna catástrofe, ¿cómo mantienen toda esta historia? Pues la están manteniendo a fuerza de cambiarle el nombre. De calentamiento global a cambio global, cambio climático, ahora le están llamando emergencia climática.

Estaba en Reino Unido dando unas clases, en Bristor, y un compañero me dice que el nuevo término es el global weird, que es cómo enrarecimiento global, que venía a significar que pasan cosas raras… (risas)… entonces cada cosa rara que pase ya lo podrán utilizar para el global weird. Lo que pasa es que no sé como lo van a ligar al petróleo (risas).  

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

Deja una respuesta

Total
0
Share