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Este lunes, miles de personas se reunieron a las afueras del Ayuntamiento de Los Ángeles, California para protestar contra el estricto mandato de vacunación obligatoria contra COVID-19 impuesto sobre todos los trabajadores de la ciudad.
La protesta fue organizada por el movimiento Firefighters 4 Freedom y contó con la participación de cientos de policías, bomberos, empleados públicos, padres, líderes comunitarios y trabajadores del metro que se manifestaron en contra del mandato.
El evento contó con la participación de Rob McCoy, pastor principal de la capilla Godspeak Calvary de Thousand Oaks, y Will Witt, activista y autor conservador que forma parte de la juventud de PragerU, entre otros múltiples invitados.
«Todos tenemos miedo, y este gobierno que se está extralimitando y se está infundiendo donde no le corresponde nos va a amenazar a todos y cada uno de nosotros, aunque todos ustedes pongan sus trabajos en riesgo», dijo McCoy. «Levántense, no se rindan y den todo lo que tengan».
Por su parte, Witt se dirigió al público para defender la libertad de los ciudadanos americanos a decidir sobre sus asuntos médicos y el resto de las libertades que «hoy están bajo ataque».
«No se trata de política, es una guerra de valores», dijo Witt. «Son personas que quieren destruir el estilo de vida americano, las cosas que hicieron a los Estados Unidos de América. Las cosas que nuestros padres fundadores crearon en nuestra Declaración de Independencia y Constitución están bajo ataque más que nunca en la historia de este país».
El activista conservador declaró que la protesta contra el mandato de vacunación obligatoria no se trata de una diatriba entre republicanos y demócratas, ni se trata de una cuestión racial: «es el bien contra el mal».
El mandato de vacunación obligatoria más estricto del país
La norma establece que los trabajadores de la ciudad que no estén vacunados para la fecha límite, dispuesta para el 18 de diciembre, podrían incluso perder sus trabajos.
Según el nuevo mandato de vacunación obligatoria, los clientes mayores de 12 años deberán mostrar un comprobante de vacunación completa en interiores, incluidos restaurantes, bares, gimnasios, cines, salas de conciertos, centros de convenciones, salas de cartas, museos, centros comerciales, spas, entre otros. En definitiva, en salones e instalaciones techadas de la ciudad.
El mandato también extiende el impuesto por el Condado de Los Ángeles, que el pasado jueves comenzó a exigir prueba de vacunación completa en bares, salones, clubes nocturnos, cervecerías, bodegas y destilerías.
Aunque algunas personas pueden calificar para una exención si tienen una condición médica o creencias, prácticas u observancias religiosas sinceras que les impiden recibir la vacuna, las solicitudes de exención se evalúan caso por caso.
Además, aquellos que dan fe de tener una razón médica o religiosa para no vacunarse pueden proporcionar una prueba de coronavirus negativa tomada durante las 72 horas antes de ingresar a un espacio interior.
Los usuarios que no estén vacunados y no califiquen para una exención aún pueden optar por usar las áreas al aire libre de los lugares, aunque se les puede permitir entrar brevemente al lugar para usar el baño, hacer un pedido o recoger un artículo sin necesidad de usar una mascarilla.
A partir del 29 de noviembre, los locales comerciales mencionados en la ordenanza pueden recibir una citación por no implementar el requisito y pueden recibir una multa de $1,000 por una segunda infracción y miles más por infracciones posteriores.
De acuerdo con información oficial del condado de Los Ángeles, más del 80 % de los residentes mayores de 12 años han recibido al menos una dosis de la vacuna, y cerca del 72 % han recibido el esquema completo.
