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Putin en retroceso por segunda ocasión en Ucrania

Putin en retroceso por segunda ocasión en Ucrania

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Las fuerzas ucranianas desde la semana pasada emprendieron una operación de contra-ofensiva que ha forzado el retiro de las tropas rusas, fundamentalmente en Járkov (también conocida como Kharkiv o Kharkov), concretamente en las ciudades de Balaklia e Izium, cercanas a la región del Donesk.

Según The Economist, esta operación ucraniana se ha apalancado en el llamado sistema HIMARS (básicamente un camión todoterreno de gran movilidad artillado con misiles tácticos medianos) de fabricación y donación americano. Sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha ufanado señalando que dicho éxito ucraniano se debe a la donación de tanques alemanes tipo Leopard 2.

Al menos, a esta tardía entrega de armamento alemán, se sumará el envío de 50 vehículos de transporte (tipo Dingo) más dos lanzacohetes Mars-II con 200 cohetes, según anunció este viernes el mandatario Sholz.

Del otro lado de la guerra, es decir, del lado ruso, el propio portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Teniente General Igor Konashenkov anunció que “el movimiento [es decir, retiro de tropas] se hace para lograr los objetivos de la operación especial para liberar Donbás”, siendo las tropas rusas “reagrupadas” en Donesk. 

En crudo: es la admisión pública del retiro o repliegue de las fuerzas invasoras rusas hacia el sureste, luego de perder un importante enclave de operaciones como Balaklia, tal como ya ocurrió hace meses atrás, cuando el mismo Konashenkov admitió el retiro de las tropas rusas de Kiev para “reagruparse” en el Donbás.

Dicho “repliegue” es la segunda ocasión que las “poderosas” tropas rusas son forzadas a retirarse del territorio ucraniano invadido, lo cual constituye una enorme humillación no sólo al Ejército ruso, sino al propio mandatario Vladimir Putin, ya que estos fueron los primeros territorios ocupados por Rusia a comienzos de la invasión. Ello tiene un enorme valor altamente estratégico, amén del daño moral que infringe al interior del ejército ruso, lo que demuestra que Rusia no es capaz de mantener los territorios donde inició la invasión.

Todo ello impacta negativa y poderosamente aguas adentro a Rusia y al propio gobierno de Vladimir Putin, quien subestimó la capacidad defensiva como la cohesión interna del gobierno de Zelensky en Ucrania, lo que obligó al propio Putin a cambiar de estrategia en el terreno militar y abandonar la conquista de Kiev para conformarse con el Donbás.

Esto también obligó a Putin a dar una imagen de invulnerabilidad de Rusia ante la catarata de sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea más Reino Unido.

Hay algo cierto: existen serias discrepancias entre el nivel de impacto o daño que las sanciones de Occidente logren hacer sobre Rusia. El prominente catedrático de Yale, Jeffrey Sonnenfeld, aseguró recientemente que Rusia tiene capacidad para “sobrevivir con tremendas dificultades durante dos años, más o menos”. No obstante, el experto alemán Rolf J. Langhammer, considera que Rusia desde hace varios años construyó un escudo de guerra, por lo que aseguró que “el colapso tardará mucho más tiempo”.

Lo cierto del caso es que Rusia dispone de unas reservas estimadas en $600 mil millones, la mitad de ellas ha sido bloqueada por Occidente y Putin ha gastado poco más o menos unos $80 mil millones en lo que va de conflicto.

Englobando: Putin política, financiera y militarmente está preparado para un conflicto prolongado. Las recientes conquistas ucranianas tan publicitadas por los medios televisivos occidentales como victoria de Ucrania sobre Rusia —si bien es cierto que propinan un importante golpe moral a las tropas rusas en el teatro de operaciones— no significa que Putin vaya a rendirse o dar marcha atrás a la invasión.

Contrariamente, debemos tener muy claro que Rusia no es una democracia y que a su gobierno poco o nada le importa la opinión pública o el malestar de amplios sectores del pueblo ruso frente a una inminente recesión económica producto de las sanciones de Occidente. Infelizmente, todo ello incrementa el riesgo que el autoritario mandatario ruso use armamento nuclear para finalmente forzar una capitulación por parte de Ucrania.

Nahem Reyes is a PhD in history from the Andrés Bello Catholix University and associate member of the American Studies Center of the Central University of Venezuela. // Nahem Reyes es doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

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