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Hoy Los Ángeles hoy está de fiesta gracias a los Rams, su línea defensiva, Mattew Stafford y, sobre todo, el estelar Cooper Kupp; inequívoco MVP de la LVI edición del Super Bowl, donde los Rams doblegaron a unos aguerridos Bengals (20-23), quienes, a pesar de los pronósticos que los posicionaban muy por debajo del cuadro angelino, fueron un hueso duro de roer, llevando el juego al límite y quedándose muy cerca del triunfo.
Los Rams se impusieron en “el clutch”
El desarrollo del Super Bowl fue, de hecho, muy cambiante. Tanto los Rams como los Bengals tuvieron sus pasajes de dominio a lo largo del cotejo. Joe Burrow, aunque en los registros luzca como uno de los perdedores de la noche, tuvo una actuación más que buena; considerando que su línea de protección estuvo prácticamente ausente durante casi todo el partido y tuvo que medirse a una de las mejores defensas de la NFL.
Su segundo y tercer período, donde su equipo cuajó 17 puntos, fue brillante. Eso sí, en el momento definitorio, conocido como el clutch en el lenguaje basquetbolístico, la ofensiva de los Bengals se apagó y quedó reducida a su mínima expresión gracias al impresionante trabajo de los Rams sin el ovoide en su poder.
En el último período no hubo movimientos ni desmarques oportunos para los Bengals. Además, la pasividad en zona de protección dejó a Burrow a merced de los embistes de la línea defensiva de los Rams.
En el bando angelino ocurrió precisamente lo contrario, pues tuvieron un arranque fantástico de partido, con nada menos que trece puntos anotados, obligando a los Bengals a remar contracorriente. El bache del final del segundo periodo —que se mantuvo hasta mediados del último cuarto— se terminó cuando Cooper Kupp, el diez, empezó a lanzar desmarques efectivos, encontrar espacios y conseguir recepciones importantes que hundieron a los Bengals contra su campo. Suyo fue el último touchdown a pase de Stafford que le dio la victoria a los Rams en el clutch.
Quizás en otras ediciones del Super Bowl el duelo entre quarterbacks era más importante que cualquier rubro, pero ayer la diferencia estuvo entre el nivel de ambas líneas de protección (Burrow fue golpeado toda la noche por los Rams) y la irrupción del estelar Kupp, quien fue el mejor receptor de la noche con 8 pases recibidos, 2 TD y 92 yardas alcanzadas. Sin él, la franquicia de Los Ángeles no habría podido alcanzar su segundo Super Bowl de la historia, ganado por primera vez en 1999.
¿Y el show del medio tiempo?
Por supuesto que una reseña del Super Bowl debe incluir, al menos, unas breves palabras de su icónico medio tiempo. Y es que ayer, en el SoFi Stadium, se presenció uno de los grandes shows de este siglo, al ritmo del hip-hop y rap americano.
Eminem, Mary J Blige, Dr. Dre, Snoop Dogg, 50 Cent y Kendrick Lamar emocionaron a las más de 70,000 almas que estaban en las gradas y a los millones de espectadores de todo el mundo que, sin dudas, sintieron nostalgia al escuchar temas como Lose Yourself o al ver a Snoop Dogg levantando la fiesta haciendo gala de su principal cualidad artística.
La fantástica entrada de Kendrick Lamar, la actuación sorpresiva de 50 Cent y los detalles estéticos/urbanos de la presentación terminaron dejando un Halftime Show histórico e irrepetible.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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