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¿El régimen castrista explotó el Hotel Saratoga?

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Por Enrique Alejandro:

En las inmediaciones del Capitolio de Cuba, en la mañana de este viernes, una enorme explosión sacudió el hotel Saratoga de La Habana a las 10:50 a.m. La Oficina Presidencial cubana decidió en pocos minutos que la causa de la explosión fue una “fuga accidental de gas”.

Lo único que sabemos es que más de 30 personas murieron y al menos 80 resultaron heridas.

A la familia criminal Castro le gustaría hacerte creer que una “fuga de gas accidental” hizo estallar el hotel Saratoga, que casualmente estaba cerrado por reformas, por lo que seria menos probable contar con la presencia de turistas internacionales. Este es el mismo régimen que es responsable por los asesinatos de sus propios compañeros “revolucionarios” como Camilo Cienfuegos, Che Guevara, Osvaldo Dorticós Torrado y de disidentes políticos como Oswaldo Payá Sardiñas y Orlando Zapata Tamayo.

La mafia castrista entiende que si un extranjero es herido o muere en la isla, hay un alto costo político que pagar. Esto ocurre precisamente en un momento en que el régimen está ansioso por orquestar una distracción y retomar el control de la narrativa alcanzando la masa crítica a nivel internacional, con el objetivo de desviar la atención sobre los miles de presos políticos, incluidos niños, que han encarcelado y que activamente están torturando tanto física como psicológicamente.

Para lavar su imagen, el régimen considera necesario interrumpir la activa observación mundial provocada por la creciente conciencia que se ha logrando sobre el encarcelamiento masivo de los detenidos del 11 de julio y de miles de anticomunistas. Los artistas cubanos Luis Manuel Alcántara y Maykel Osorbo recibieron esta semana en Washington D.C. el Premio a la Libertad 2022, sin embargo, permanecen detenidos en los gulags castristas. Mientras tanto, se encuentra preso en aislamiento el líder de la disidencia en Cuba, José Daniel Ferrer, quien es torturado con ataques sónicos diseñados por Alejandro Castro Espín.

Y así, los líderes mundiales, la llamada “comunidad internacional” y el propio movimiento a favor de la libertad para Cuba están justificadamente enfocados en y reaccionando a esta catástrofe que también ha cobrado la vida de al menos un menor. Dada la larga historia de asesinatos políticos de la mano de estos pandilleros comunistas y de su experta manipulación sobre eventos predeterminados, entonces y por definición, es natural y lógico, cuestionar la conexión del régimen cubano con la causa detrás de la explosión en el Hotel Saratoga.

En abril de 2003, exactamente cuando todos los ojos estaban puestos sobre la Batalla de Bagdad durante la invasión de Irak, los hermanos Castro aprovecharon este evento mundial para, a través de esta distracción mundial, sentenciar y torturar injustamente a 75 disidentes en lo que se conocería como “La Primavera Negra”. Por supuesto, este viejo truco de desinformación permanece en el libro negro de jugadas del régimen y no dudarán en implementarlo al orquestar una nueva distracción doméstica para de esta forma escalar y enmascarar, aún más, su sanguinaria represión.

La muerte de nuestros compatriotas cubanos en la explosión durante la mañana de este viernes, definitivamente es muy lamentable. Sin embargo, los cubanos dentro y fuera de la isla, y en especial la comunidad internacional, deben mantener su atención y movilización con prioridad sobre todos los presos políticos adentro de Cuba.

En este período simultaneo al derrumbe del hotel Saratoga, los detenidos políticos sufrirán los más crueles y bárbaros ataques tanto físicos como psicológicos contra ellos y sus respectivas familias. Para permanecer en el poder, el régimen ha destruido generaciones de vidas cubanas y tiene la intención de desviar al resto del mundo a través de eventos cautivadores (como lo es la explosion del hotel Saratoga) con el propósito de minimizar el escrutinio internacional e intentar permanecer como un “líder” en el Consejo de “Derechos Humanos” de las Naciones Unidas, mientras simultáneamente intensifican una cruel opresión política.

A las 11:14 a.m., cuando no existía tiempo técnicamente para un peritaje en medio de un derrumbe, humo y víctimas bajo los escombros, increíblemente a menos de media hora después de la explosión, a través de un enmascarado perfil de Twitter (“@GuerreroCubano2”), manipulado por la inteligencia cubana (DGI), tuitearon que la explosión pudo haber sido causada por una “transferencia de gas licuado desde un camión”.

Miguel Díaz-Canel, el representante visual del regimen castrista, emitió su primer comunicado al respecto a las 3:39 p.m. (4 horas y 49 minutos después de que el perfil “@GuerreroCubano2” en Twitter divulgara la misma narrativa que tiempo después el regimen publicaría).

Al igual que el perfil oficial en Twitter de la Presidencia de Cuba (@PresidenciaCuba) compartió, a través de retweet y por primera vez, la “noticia” que fue originalmente subida a Twitter por medio de Cuba Debate (@CubaDebateCU) a las 11:32 a.m. (42 minutos después de que el perfil “GuerreroCubano2” divulgara dicha narrativa a través de su cuenta en Twitter).

¿Cómo es posible que un perfil en Twitter supuestamente personal (“@GuerreroCubano2”), haya divulgado exactamente la misma narrativa que la prensa oficialista cubana (Cuba Debate) publicaría por primera vez 42 minutos después? Estos comunistas son unos ineptos hasta para hacer trampa en la desinformación. Como diría Fidel Castro dentro del avión durante su viaje a las Naciones Unidas el 23 de octubre del 1995, “eso estaba fuera de los cálculos”.

Posteriormente, durante la tarde del viernes, agentes de contrainteligencia del G2 se encontraban en la puerta de la casa de los ciudadanos cubanos Pedro Quiala, Angel Cuza y Carlos Milanés, luego de que estos transmitieran por internet videos de la explosión. Aproximadamente a las 7:30 p. m., estos subieron a YouTube un video de los oficiales en la puerta de los tres sujetos.

Si los mafiosos Castro estuvieron involucrados en la causa detrás de la explosión o no, una cosa es segura; el régimen obtendrá y ya está asegurando su propósito de una ventaja política a través de esta desafortunada catástrofe.


Proveniente de la Ciudad de La Habana, Cuba, Enrique Alejandro es un productor y director de cine. A sus 25 años de edad, preside y es el fundador de EnriEnt, una empresa de entretenimiento radicada en Estados Unidos.

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