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El 28 de diciembre, en muchos países católicos de habla hispana, se celebra el Día de los Santos Inocentes. Aunque sus orígenes están impregnados de tragedia —la masacre de bebés judíos por parte del rey Herodes en la época del nacimiento de Cristo— las celebraciones de este día no tienen ningún parecido con aquellos antiguos acontecimientos. En cambio, el Día de los Santos Inocentes es el equivalente a lo que otros pueblos del mundo celebrarán mañana: el Día de los Inocentes.
Tanto el 28 de diciembre en algunos países como el 1 de abril en otros, el día se reserva para el humor y las bromas pesadas. En muchos lugares, la gente disfrutará mañana gastando bromas a los demás y escuchando más “noticias falsas” de lo habitual, todo ello por diversión.
Ningún país designa oficialmente el 1 de abril como día festivo, por lo que las empresas y los gobiernos no suelen cerrar ese día. Pero durante el último medio siglo, en una ciudad concreta de un país de especial relevancia, el Día de los Inocentes ha sido un gran acontecimiento cada año, hasta ahora.
El país es Ucrania y la ciudad es Odesa. Si no conocías Odesa antes, ahora la conocerás como un importante puerto ucraniano en el mar Negro, el que un ejército invasor en este mismo momento está bombardeando e intentando tomar por la fuerza. En previsión del ataque ruso, el obispo católico de esta ciudad, Stanislav Szyrokoradiuk, predijo la semana pasada que el asalto fracasará “porque la gente luchará ferozmente para defender su ciudad”. Declaró que aunque Odesa “no está totalmente defendida contra los aviones y los misiles, todas las calles y plazas resistirán, incluso si esto toma años”.
El Día de los Inocentes se conoce localmente en Odesa como Humorina. Comenzó en 1973 como un festival que sacaba a las calles a grandes multitudes, algo que el gobierno comunista impuesto por los soviéticos de la época no apreciaba. En más de una ocasión, el régimen lo prohibió. Pero desde la independencia de Ucrania en 1991, los habitantes de Odesa nunca han perdido la oportunidad de llenar la ciudad de payasos, mimos, desfiles, carrozas de colores y bromas pesadas.
Cuando se hace una broma o una travesura a otra persona en Odesa en este día, es costumbre decir: “Первое Апреля, никому не верю” (“Pervoye Aprelya, nikomu ne veryu“). Significa en español: “¡Día de los Inocentes, no me fío de nadie!”
Para hacerse una idea de la alegría de la fiesta en Odesa, vea estos dos vídeos cortos de Humorina 2017:
Humorina 2018:
Lamentablemente, nada de lo que acaban de ver en esos dos vídeos ocurrirá mañana en Odesa. Nadie se reirá. Las calles no resonarán con los sonidos de niños felices y música alegre. En cambio, gracias a un malvado tirano de un país vecino, es más probable que el millón de habitantes de la ciudad se vea ahogado por las sirenas de ataque aéreo y las explosiones de bombas.
Una cosa parece segura, teniendo en cuenta el asombroso coraje de los ucranianos en todo el país y la predicción del obispo Szyrokoradiuk en Odesa: el pueblo marcará este día con una resistencia heroica y desafiante a las fuerzas rusas. El verdadero tonto de este Día de los Inocentes en Odesa es Vladimir Putin.
Nada justifica lo que el cleptómano del Kremlin está haciendo a este valiente y asediado país. Sean cuales sean los motivos y los objetivos de Putin, no justifican la muerte de decenas de miles de ucranianos y rusos, ni la destrucción gratuita de escuelas, hospitales, teatros y edificios de apartamentos. En todo caso, su brutalidad debería recordar al mundo que Ucrania tenía todo el derecho y considerables razones como nación soberana para perseguir sus intereses con la Unión Europea y con la OTAN.
En 2019, una página web de una agencia de viajes de Odesa ofrecía este consejo a los turistas:
Buscando qué hacer en Odesa en los días de Humorina, recuerde que un gran número de personas en la calle puede estar un poco borracho porque el alcohol se vende en todas partes. Tengan cuidado y no se metan en conflictos innecesarios.
“Tengan cuidado y no se metan en conflictos innecesarios”. Este, predigo, es un consejo que Vladimir Putin debería haber seguido él mismo. Los ucranianos se encargarán de que se arrepienta profundamente de no haberlo hecho. Humorina volverá a Odesa y cuando lo haga, que sea una ocasión para reírse de las arrogantes pretensiones de los déspotas ávidos de poder.
Lawrence writes a weekly op-ed for El American. He is President Emeritus of the Foundation for Economic Education (FEE) in Atlanta, Georgia; and is the author of “Real heroes: inspiring true stories of courage, character, and conviction“ and the best-seller “Was Jesus a Socialist?“ //
Lawrence escribe un artículo de opinión semanal para El American. Es presidente emérito de la Foundation for Economic Education (FEE) en Atlanta, Georgia; y es el autor de “Héroes reales: inspirando historias reales de coraje, carácter y convicción” y el best-seller “¿Fue Jesús un socialista?”