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El Departamento de Salud del estado de New York enfrenta una crisis interna con renuncias masivas y, según funcionarios, el gran responsable de ello es el gobernador demócrata Andrew Cuomo. Al menos nueve altos funcionarios estatales de salud abandonaron el departamento, renunciaron o se jubilaron en los últimos meses.
Un reportaje del The New York Times (NYT) reveló que al menos nueve funcionarios del Departamento de Salud renunciaron tras «ser marginados y tratados con irresponsabilidad» por parte del gobernador Cuomo.
«El comisionado adjunto de salud pública del Departamento de Salud del Estado de Nueva York dimitió a finales del verano. Poco después, el director de su oficina de control de enfermedades transmisibles también dimitió. También lo hizo el director médico de epidemiología. El mes pasado, el epidemiólogo estatal dijo que también se iría», señala el NYT.
Las inconformidades y renuncias iniciaron cuando Cuomo se negó a utilizar los planes de vacunación de larga data del organismo, desarrollados en los últimos cuatro años en coordinación con los departamentos de salud locales.
A esto se suma que en las últimas semanas el gobernador afirmó que no tenía más remedio que apoderarse de un mayor control sobre la política pandémica de los funcionarios de salud pública estatales y locales, quienes, según dijo, no entendían cómo llevar a cabo un gran proceso en el mundo real.
«Cuando digo “expertos” entre comillas, parece que estoy diciendo que realmente no confío en los expertos», dijo Cuomo en una conferencia de prensa el viernes, refiriéndose a la experiencia científica en todos los niveles de gobierno durante la pandemia.
Sus comentarios reflejaron una brecha entre el principal funcionario electo del estado y sus expertos en salud de carrera.
Según el NYT en Albany, las tensiones empeoraron en los últimos meses, ya que los funcionarios de salud estatales dijeron que a menudo se enteraron de cambios importantes en la política contra la pandemia solo después de que Cuomo los anunció en conferencias de prensa.
Cuomo y el Departamento de Salud, bajo la lupa
El manejo de Cuomo de la pandemia se mantiene bajo el ojo público luego de que la fiscal general del estado, Letitia James, acusara al gobernador de haber subestimado el recuento de muertes por COVID-19 de residentes de hogares de ancianos al no revelar públicamente los fallecimientos de esos residentes que ocurrieron en hospitales.
La semana pasada el Departamento de Salud de New York se vio obligado a retractarse sobre el número de ancianos fallecidos en los hogares de cuidado del estado; esto, debido a que había ofrecido una cifra mucho menor a la real.
El Dr. Howard Zucker dio a conocer cifras que sitúan el recuento de muertes confirmadas y presuntas tanto en hogares de ancianos como en hospitales en 12,743 al 19 de enero, solo un poco menos de las 13,000 que aseguró el informe de la fiscal.
Antes del anuncio a regañadientes de Zucker, el recuento oficial de muertes en hogares de ancianos por COVID-19 incluía solo a los residentes que realmente murieron allí, y no a quiénes murieron en un hospital. El jueves pasado el sitio web del Departamento de Salud calculó esa cifra en 8,740 citando datos del día anterior.
Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo