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Resistencia del valle de Panjshir en Afganistán negocia paz con el Talibán

valle de panjshir

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Con la caída de Kabul parecía que lo que restaba del Estado Afgano había sucumbido al yugo del Talibán, sin embargo, en el valle de Panjshir se reúnen alrededor de 6,000 hombre dispuestos a resistir la avanzada talibán.

El Frente Nacional de Resistencia (FNR), como se ha nombrado a las fuerzas en Panjshir, es comandado por Ahmad Massoud y Amrullah Saleh. Ahmad Massoud es el hijo de Ahmad Shah Massoud, el “león” de Panjshir, que por años resistió tanto a las tropas soviéticas, como a los talibanes, en el histórico valle que se resiste a ser conquistado por invasores foráneos.

Massoud hijo, 20 años después de la muerte de su padre en un atentado perpetrado por Al-Qaeda y los talibanes se ha vuelto el nuevo símbolo de la resistencia al Talibán en Afganistán. Por su lado, Salleh es el antiguo vicepresidente de Afganistán, comandante muyahidín que sirvió bajo el mando de Massoud padre, y que ante la huida de Ashraf Ghani se autoproclamó presidente de Afganistán disponiendo de los artículos 60 y 67 de la Constitución.

El valle de Panjshir es un lugar estratégico pues se encuentra solo a 150 kilómetros de Kabul y es uno de los pocos pasos transitables para llegar a la capital desde el norte del país o desde Tayikistán. En los ’80 los soviéticos aceptaron la imposibilidad de tomar el valle y negociaron un cese al fuego con Massoud Padre, y en los ’90 el valle fue el refugio de la Alianza Norte, donde resistieron a los talibanes y recuperaron el norte del país, hasta la llegada de las tropas americanas en 2001.

Hoy hay dudas si el FNR podrá constituir un adversario como lo fue la Alianza Norte para los talibanes. En una reciente columna en el Washington Post, Massoud admite que la resistencia no será suficiente para hacerle frente a los talibanes.

“Escribo desde el valle de Panjshir hoy, listo para seguir los pasos de mi padre, con combatientes muyahidines que se preparan nuevamente para enfrentar al Talibán. Tenemos almacenes de munición y armas que pacientemente hemos recolectado desde los tiempos de mi padre, pues sabíamos que este día podría llegar”, escribe Massoud.

Los talibanes somete y cercan el estratégico lugar que es el valle de Panjshir. (EFE)

Según Massoud, el FNR está llenando sus filas con voluntarios afganos y antiguos miembros de las Fuerzas Armadas afganas asqueados con sus comandantes, y excomandos, listos para combatir al talibán.

El valle de Panjshir está rodeado por las fuerzas talibanes

A pesar de las preparaciones, Massoud admite que “esto no es suficiente”, en caso de que los talibanes decidan lanzar una ofensiva plena para retomar el valle de Panjshir. Las fuerzas del FNR podrían quedar destruidas a menos de que “Occidente pueda encontrar una forma de suministrarnos sin retraso”.

La realidad es que el FNR se encuentra en una seria desventaja numérica, pues solo cuenta con 6,000 combatientes, mientras que las estimaciones conservadoras proyectan que los talibanes tienen entre 50,000 a 60,000 hombres, lo que representa una relación de 10 a 1.

Los talibanes han comenzado a cercar el valle, y a pesar del progreso del FNR por retomar el control de ciertas provincias, no parece posible que la resistencia pueda vencer militarmente a los talibanes. Según el propio Salleh, los talibanes han comenzado a restringir el acceso de comida y combustible a la región para sofocar la resistencia.

Conscientes de estar rodeados y superados en número, el 25 de agosto, representantes del FNR confirmaron que la resistencia entró en conversaciones con los talibanes en una villa en la región vecina para negociar la paz.

Según un vocero de la resistencia, el propio Salleh quien prometió que nunca se “sometería a los talibanes” ha participado en las conversaciones junto con Massoud. De momento, se ha acordado un cese al fuego en todo el valle de Panjshir.

Teniendo en cuenta la columna de Massoud en el Post, es probable que el FNR esté negociando producto de la desesperación ya que sin el respaldo de Occidente es poco probable que la resistencia antitalibán que necesita “más armas, más municiones y más suministros”, pueda resistir por mucho tiempo al avance del Estado Islámico de Afganistán.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

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