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Revisionismo cultural: remake woke de Atracción Fatal (1987)

atracción fatal glenn close

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Como toda ideología revolucionaria de izquierda, el wokeismo está llevando a cabo un sistemático proceso de revisionismo cultural con todo aquello que no encaje con su narrativa. Ahora es el turno del clásico thriller de los 80, Atracción Fatal, protagonizado por Glenn Close y Michael Douglas.

Si atendemos a las declaraciones de Lizzy Caplan, la protagonista de la nueva serie para 2023 de Atracción Fatal en Paramount+, estaríamos ante la enésima instancia en la que un clásico es pasado por el tamiz de la ideología woke, que pasaría a ser narrado en clave del MeToo.

En declaraciones para la revista Grazia, Lizzy Caplan ha dicho que “la idea de que ahora no se podría hacer la versión de los años 80, muestra cierto grado de progreso”. Y que esto es gracias al movimiento MeToo y “lo que eso puso en marcha”, aunque no cree que aún “hayamos llegado a ninguna línea de meta”, pero sí “muestra lo lejos que hemos llegado”.

Atracción Fatal, otro remake woke

Lo que ha puesto en marcha el movimiento MeToo y el feminismo radical es que en la práctica la totalidad de las películas actuales tenga una protagonista femenina absolutamente formulaica, cada una igual a la otra, sin originalidad ni profundidad en los personajes, y siguiendo un estricto patrón que encaje con el relato que intenta imponer la izquierda.

El problema no es solo que el corsé ideológico feminista convierta en aburridos a todos los personajes femeninos nuevos, sino que además se empeñan en destruir —deconstruir, si usamos la terminología woke— los clásicos que resultan incómodos para la izquierda y no se adaptan al pensamiento único que intentan imponer.

La Atracción Fatal de los 80 contaba la historia de un hombre que comete una infidelidad y se ve envuelto en una auténtica pesadilla por la obsesión criminal que despierta en su amante cuando decide no dejar a su esposa por ella.

Que la película de los 80 mostrara que existen mujeres malas y perversas —incluso peores que un hombre infiel— es algo que la tiranía ideológica feminista no podía dejar pasar. La maquinaria cultural izquierdista se ha puesto manos a la obra para borrar el mensaje de la película original.

“La película [original] sigue siendo genial. Sigue dando miedo y hace que te plantees grandes preguntas, pero había dos finales diferentes y había un final que Glenn Close prefería, pero acabaron optando por otro”, explicó Caplan.

“Glenn Close estaba luchando por proteger la frágil enfermedad mental de su personaje, Alex, con la que estaba lidiando. Nada de eso se reflejó realmente en la película. El público lo vio en gran medida a través de la perspectiva de los años 80: este tipo increíble comete un error y ahora esta horrible mujer intenta arruinar su vida”.

Con estas declaraciones, la actriz deja entrever cómo modificará su enfoque la nueva serie, para adaptarlo a la ideología imperante de los nuevos tiempos. El icónico personaje de Alex Foster, cómo no, pasaría a ser la víctima; en este caso, de la “enfermedad mental”, lo cual, en manos de la izquierda, viene a ser un eufemismo de que está oprimida por el patriarcado.
El empeño de la izquierda por dictar su relato siempre pasa por reescribir la historia, la cultura, o ambas. Atracción Fatal se convierte presumiblemente así en el último remake woke por parte del progresismo, que sigue una agenda sistemática e incesante de revisionismo cultural.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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