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Sauron según los woke: Rings of Power episodio 8

rings of power 8

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La primera temporada de The Rings of Power —por fin— ha llegado a su final. Aunque Amazon amenaza con una segunda temporada, parece que tardará en llegar, lo que nos dará tiempo para recuperarnos de esta “sorprendente” adaptación.

Entrecomillo sorprendente porque realmente no sorprende a nadie lo que ha pasado, al menos no de una forma grata o satisfactoria. En cuanto uno conoce los caminos del wokeismo, todo es tan previsible y carente de creatividad que la única sorpresa que puede generar es la de ver cuán bajo pueden llegar a caer con tal de embutir su propaganda política izquierdista.

Desde mucho antes de que se estrenase The Rings of Power, y solo atendiendo a las declaraciones de sus responsables, ya sabíamos que la serie supondría la segunda muerte de Tolkien, y que iba a mancillar por completo su mensaje original.

No nos equivocamos, desde el primer capítulo se hizo evidente que habían convertido la obra atemporal de Tolkien en una alegoría de la actualidad política, rellenándola descaradamente con todos los temas fetiche de la izquierda: feminismo, teoría crítica de la raza, ideología de género, inmigración, los peligros del populismo conservador, etc.

Acertar en esto no tiene ningún mérito, ya que el 99 % de las producciones actuales —especialmente las de alto presupuesto— no se salen del caminito marcado por la narrativa progresista, pero es que ni siquiera tuvieron la sutileza o el talento suficientes para colar su mensaje en una historia que al menos fuese original y entretenida.

Grandes revelaciones de The Rings of Power 8 (spoilers)

Las supuestas grandes revelaciones del capítulo final, esto es, que El Extraño era Gandalf y que Halbrand era Sauron, estaban telegrafiadas desde el primer capítulo. Y no porque no intentaran esconderlo, que lo intentaron, sino porque lo hicieron de una forma tan descaradamente ridícula que incluso alguien que no domine el mundo creado por Tolkien se daría cuenta.

Amazon se ha lanzado de cabeza en la retórica de que si un pésimo producto woke no te gusta es porque eres un fan tóxico. Sabiendo esto, era de esperar que la serie insultaría la inteligencia de los fans acérrimos, y trataría con condescendencia a los espectadores casuales. Por lo tanto, esa figura misteriosa del extraño hombre con una túnica ajada, pelo largo y barba no podía ser otro que Gandalf, uno de los personajes más reconocibles de El Señor de los Anillos.

Lo de Halbrand siendo Sauron también era totalmente previsible, pero no por conocer la obra de Tolkien, sino por conocer cómo funcionan los caminos del wokeismo. El personaje de Halbrand no existía en los escritos de Tolkien y Amazon lo inventó ex profeso para The Rings of Power. En una serie que se vanagloria de la inclusión, diversidad y representatividad de su elenco, que un personaje protagonista nuevo fuera un hombre, blanco y heterosexual no podía acabar de otra manera que siendo el malo malísimo.

Solo hubiesen podido conseguir que fuera más evidente si Halbrand hubiese tenido un peinado a lo Trump o llevado una gorra roja.

Charlie Vickers interpreta a Sauron (EFE de Mario Guzmán)

No falla. La imaginación y creatividad de los activistas woke que se hacen pasar por guionistas están absolutamente capadas por su ideología, y eso se traduce en historias pueriles, simplistas y fácilmente predecibles porque tienen que encajar en el relato progre.

Es exactamente lo mismo que pasó con el nuevo personaje de Reva en Obi-Wan Kenobi, pero a la inversa. ¿Una villana interpretada por una actriz de color? Todos sabíamos que al final sería la buena, y que ni siquiera se redimiría sacrificándose, sino que viviría, porque sus bondadosas intenciones justificarían sus medios.

The Rings of Power no tiene redención posible. Aunque su factura técnica es a veces asombrosa, en demasiadas ocasiones es tan lamentable que uno se pregunta a dónde fueron a parar los cientos de millones de presupuesto.

Sobre todo es imperdonable porque el daño que han hecho a Tolkien es intencionado y malicioso. Forma parte de una campaña coordinada para destruir sistemáticamente todo icono cultural que evoque a valores tradicionales o conservadores.

El revisionismo woke es como la Revolución Cultural de Mao, pero con la diferencia de que, por ahora, no están matando a gente de verdad, sino a personajes y autores de forma figurada. Por ahora.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

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