fbpx
Saltar al contenido

Rings of Power: no toda inclusión es forzada

Rings of Power, EFE

[Read in English]

Ambientada en el universo de la Tierra Media, Rings of Power, la nueva serie de Prime Video, se estrenó la semana pasada, y con sus dos primeros episodios logró una audiencia de más de 25 millones de personas a nivel mundial; todo un récord para la plataforma, y todo un festín para la polémica. Ciertamente no es perfecta, sin embargo…

Rings of Power es una buena serie, vale la pena. La oleada de reseñas negativas que recibió tiene mucho más que ver con una reacción visceral y caprichosa de una parte del “fandom”, que con la calidad de la historia en sí.

Dicho esto, es cierto que la historia que estamos viendo en pantalla no sigue fielmente el canon escrito por J.R.R. Tolkien y consolidado por su hijo Christopher, por dos razones:

  • Amazon no tiene los derechos de El Silmarillion (libro donde Tolkien explica lo ocurrido en las edades previas a los acontecimientos de El Señor de los Anillos), sino únicamente los de los “Apéndices”. Por lo tanto, la serie debe adaptar y ajustar detalles para construir una historia coherente que pueda explorarse a lo largo de varias temporadas (el proyecto consta de 5).
  • La historia resultante debe ser comprensible y atractiva no solo para quienes hemos leído El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Silmarillion y los 8 tomos de la Historia de la Tierra Media, sino para el público en general. La verdad, tan clara como dolorosa (para algunos) es que una serie de esta escala no puede ser un producto de nicho.

Sin embargo, basta ver la sección de “Xray” en Amazon Prime Video o escuchar las entrevistas al equipo de la serie para entender que quienes escribieron Rings of Power sí conocen la obra de Tolkien y procuraron ser razonablemente fieles a ella, y que los cambios que hicieron eran los que consideraron estrictamente necesarios para que la serie fuera viable.

“Es que la inclusión forzada…”

Más allá de los cambios menores que citan sin cesar como justificación de su enojo en redes sociales, los puristas están enfadados con Rings of Power por tres cosas: el color de la piel de los personajes, que las enanas no tienen barba y que Galadriel recibe un papel mucho más activo en la guerra. Bueno, vamos por partes:

  • El color de la piel de los personajes. Perdón, pero esa queja me parece cada vez más absurda. Más allá del color de la piel, lo que importa en un personaje es la esencia que transmite; y, al menos hasta ahora, esa esencia se mantiene. El elfo se siente elfo, los enanos se sienten enanos, los hobbits se sienten como hobbits, más allá de sus niveles de melanina.
  • Las enanas no tienen barba. ¿Y? Es un detalle irrelevante, que en todo caso debería alegrar a quienes dicen estar tan preocupados por mantener los roles de género, pues la serie deja en claro quiénes son hombres y quiénes son mujeres.
  • Galadriel recibe un papel mucho más activo en la guerra, “Es que Galadriel es una sabia, que pelea con la mente, más que con los puños, acá la cambiaron”. A ver, en primer lugar, habrá que esperar al arco del personaje, que pinta justamente para evolucionar hacia una Galadriel más reflexiva y menos impulsiva. En segundo lugar, lo que les molesta a algunos es el supuesto “empoderamiento feminista”, y creo que están equivocados.

¿Por qué? Porque no todo empoderamiento femenino es “feminista”. Galadriel (al menos hasta ahora) no desprecia a los hombres por ser hombres, no se lanza contra el “heteropatriarcado”, no se pinta las axilas.

Es una mujer fuerte y arrogante, cierto, pero así lo fue incluso en la mente de Tolkien.

¿En serio? Sí. Al grado de que en la Primera Edad ella se niega a darle ni uno solo de sus cabellos a Fëanor (el elfo más poderoso del mundo en ese momento), desafía a los Valar marchándose a la Tierra Media, cruza junto con un grupo de elfos el casi impasable Helcaraxë en el congelado extremo norte y luego persevera durante milenios en la lucha contra Morgoth y su siervo Sauron.

Ok, son muchos nombres raros, pero el dato clave es que Galadriel es, desde siempre: poderosa, perseverante y un poquito caprichosa, pero también sabia e influyente. Y esos rasgos están presentes en Rings of Power, aunque adaptados a las necesidades narrativas específicas de la serie.

Oye, pero es que Rings of Power no es exactamente como Tolkien…

Cierto, pero recuerden que J.R.R. Tolkien concibió estas historias, especialmente las relacionadas con El Silmarillion, como una mitología; y, como toda mitología, la de Arda crecerá y se adaptará. Así, simple y sencillamente, funciona el mundo.

Por lo tanto, aquí van dos consejos:

  • Si usted no conoce la mitología creada por Tolkien, deje de fingir indignación en supuesta fidelidad a un mundo que ni siquiera entiende. Y no, “es que vi la trilogía de Peter Jackson y hojeé El Hobbit 5 minutos en un pasillo de Barnes & Noble”, no cuenta como conocer la obra de Tolkien.
  • Si usted sí conoce la mitología creada por Tolkien, entonces decida. Si está dispuesto a disfrutar de una buena adaptación, entonces disfrute Rings of Power sin azotarse de más por los cambios. En caso contrario, quédese con los libros, que de por sí son insuperables.

Y otro consejo más, de regalo:

  • La diversidad en los elencos es resultado inevitable del proceso de globalización, y no se va a detener. Sí, hay casos de inclusión por decreto que es necesario denunciar y combatir. Sin embargo, no toda inclusión es “forzada”, y entender eso será clave para no amargarse la vida.

Gerardo Garibay Camarena, is a doctor of law, writer and political analyst with experience in the public and private sectors. His new book is "How to Play Chess Without Craps: A Guide to Reading Politics and Understanding Politicians" // Gerardo Garibay Camarena es doctor en derecho, escritor y analista político con experiencia en el sector público y privado. Su nuevo libro es “Cómo jugar al ajedrez Sin dados: Una guía para leer la política y entender a los políticos”

Deja una respuesta

Total
0
Share