Read in English
El plan de estímulo del presidente Joe Biden ha sido el gran escenario de debate recientemente debido a su contenido. El presupuesto destinaría menos del 50 % del dinero para atención a la pandemia. Dentro de la legislación, el Partido Demócrata, ha intentado pasar sus propias legislaciones como el salario mínimo de $15 para el 2025.
Los demócratas están usando un procedimiento llamado “reconciliación” para pasar el paquete de estímulo de Biden con una mayoría simple, en lugar de los 60 votos requeridos para cerrar el debate y pasar a votación de la mayoría de las legislaciones. Con este procedimiento, en caso de quedar en un empate en la votación con los republicanos, la vicepresidente Kamala Harris daría el voto que dirimiría las tablas.
La Parlamentaria en Jefe del Senado, Elizabeth MacDonough, el jueves en la noche le dijo a los legisladores que el incremento del salario mínimo a $15 no debería estar incluido en la asistencia por el coronavirus, pues no cumplía con los criterios para llevar a cabo una reconciliación como lo plantean los demócratas.
Aunque la decisión de la Parlamentaria no es vinculante, es extremadamente raro que el Líder de la Mayoría en el Senado pase por encima de su criterio. La decisión significa que los demócratas no podrán incluir el salario mínimo dentro de la reconciliación y para que se apruebe tendrán que ganar 60 votos en el Senado, lo que significa que deberán conseguir los votos de 10 senadores republicanos para cerrar el debate.
El presidente Biden reconoció que muy posiblemente la propuesta de aumentar el salario mínimo a $15, no ocurriría dentro del plan de estímulo, pero afirmó que apoyaría su aprobación en una legislación diferente.
En ambos partidos hay indecisos sobre la legislación del salario mínimo
Incluso si el salario mínimo pudiera ser aprobado dentro del plan de estímulo de Biden, los demócratas todavía tendrían que conseguir los 50 votos de su partido, pues hay voces que se oponen a la aprobación de nuevo mínimo federal a $15 la hora, como la de la senadora de Arizona, Kyrsten Sinema, o el senador Joe Manchin, de West Virginia, quien dijo que apoyaría el aumento del salario máximo a $11 la hora.
“Incluso si puede ser incluido, la pregunta es, ¿están los demócratas apoyándolo uniformemente?” se preguntó el senador demócrata, Tim Kaine de Virginia, en referencia al salario mínimo de $15.
Por su parte, el senador independiente de Maine, Angus King dijo: “si la provisión de salario mínimo está en el proyecto con la eliminación del crédito de propina, me resultaría muy difícil apoyarlo”. Al funcionario le preocupa que con el incremento de los costos laborales para los negocios, estos se vean forzados a recortar empleos. Según King, por la pandemia “muchos restaurantes están pendiendo de un hilo”.
Algunos senadores republicanos han coqueteado con un aumento del salario mínimo pero sin apoyar el plan demócrata, como es el caso de Marco Rubio, senador de la Florida, que dijo que: “Solo quiero que lo que termine pasando, de alguna manera, no desincentive la contratación”.
Lo senadores republicanos Mitt Romney de Utah y Tom Cotton de Arkansas, el martes presentaron un proyecto de ley que incrementaría el salario mínimo federal a $10 en un lapso de 4 años. Por su lado, el senador Josh Hawley de Missouri dijo que apoyaría el aumento del salario mínimo a $15 para las grandes corporaciones, pero no para los pequeños negocios.
Según el Wall Street Journal es poco probable que algún senador del Partido Demócrata vote en contra de todo el paquete de estímulo sólo por el hecho de que el aumento del salario mínimo también se encuentre dentro de él.
Los estados de Alabama, Carolina y Dakota del Norte, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Louisiana, Mississippi, New Hampshire, Oklahoma, Pennsylvania, Tennessee, Virginia y Wyoming todavía mantienen el salario mínimo federal establecido en 2009 de $7.25.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica