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La seguridad sanitaria no justifica una dictadura sanitaria

Seguridad, dictadura, El American

Dejemos de lado los debates biológicos en cierta medida. (Ya verán por qué agrego “en cierta medida”).

¿Hay un virus nuevo suelto por ahí? ¿Hay bienes públicos, hay peligro de contagio, hay Estado? Ok, hágase lo justo y necesario.

El Estado puede:

a)  Recomendar medidas de higiene a sus ciudadanos.

b)  Reforzar las medidas de higiene públicas que ya se toman para todas las enfermedades infectocontagiosas. Limpieza en los bienes públicos estatales, hospitales bien provistos. O sea, lo efectos de un país desarrollado con un Estado presente sin violar el Principio de Subsidiariedad.

El Estado debe, como siempre:

a)  Custodiar el derecho a la libertad de expresión para que haya debates médicos y biológicos. Esto es, custodiar que ningún paradigma dominante sea coactivamente obligatorio para fomentar el aumento del conocimiento en temas falibles. Por eso hemos dicho: “en cierta medida”, porque el problema no es el debate, sino que no haya un libre intercambio de pareceres.

b)  Custodiar el derecho a la libre asociación, la libertad religiosa y la libertad de enseñanza, para que cada institución decida lo que quiere hacer en su propio ámbito. Si alguien considera que lo hecho por otro es una externalidad negativa a su salud, el Estado debe garantizar una justicia eficiente para que esos casos se vayan solucionando por acumulación de sentencias.

¿Pero cómo puede ser que a las autoridades públicas se les haya ocurrido violar derechos humanos elementales y a los gobernados aceptarlos?

¿Cómo puede ser?, ya lo sabemos. Gobernantes creen que son dioses y gobernados creen que deben obedecer. Ok, pero entonces debemos una vez más, aunque sea inútil, decirlo. Hay cosas que no se deben hacer. ¿Hubo un atentado a las Torres Gemelas? Ok, pero el Estado americano no debió nunca convertirse en la Unión Soviética con la Patriot Act, que permite secuestrar ciudadanos y torturarlos en Guantánamo. No se debe y listo. Independientemente de su “conveniencia” para la “seguridad”.

El fin no justifica los medios

La seguridad nacional no justifica una dictadura, y la seguridad sanitaria no justifica una dictadura sanitaria.

El derecho de entrar, permanecer y salir del territorio es inalienable, innegociable como igualmente ocurre con los derechos de asociación, libertad religiosa y libertad de enseñanza. Derechos que, además, significan vida, no muerte, aún con virus circulando.

Si, ya sabemos que era obvio que esto no se iba a entender en un contexto donde muchos han renunciado a sus derechos hace milenios. La Civilización Occidental, cuya hija es la libertad, está a punto de morir bajo el propio peso de sus ideologías patológicas.

Sí, dentro de poco ya todo será explícitamente totalitario, aunque manteniendo formas y nombres como colmo del engaño. Lo único que puede frenar esto es una reacción universal de valores. Si alguien está de acuerdo con esto, difúndalo. Si no, ok, sólo queda la granja de esclavos, cuya rebelión quedará suspendida sine die hasta el infinito. 


Gabriel Zanotti es Dr. en Filosofía (UCA). Lic. en Filosofía (Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino – (UNSTA). Titular del seminario de Epistemología de Eseade y co-titular de este mismo seminario en el CEMA y en la Universidad Austral.

Gabriel Zanotti

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