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Sir Roger Federer lo hizo de nuevo

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Sir Roger Federer lo ha vuelto a hacer. Empecinado en demostrar que sigue en la cima, “Su Majestad” dejó una enésima masterclass en lo que aparentemente es el ocaso de su brillante carrera. Le bastaron dos horas y once minutos para despachar en tres sets al hiperactivo italiano Lorenzo Sonego y clasificarse a cuartos de final de Wimbledon. El suizo, con esta exhibición, se convirtió en el jugador más veterano en posicionarse entre los ocho mejores del torneo de césped más importante del tenis.

La victoria de hoy toma relevancia por el bendito contexto, tan olvidado por el periodismo deportivo actual, pues el suizo debió exigirse físicamente para llegar lo más óptimo posible a la cita en Reino Unido. De hecho, el inicio de este Wimbledon fue un suplicio para Federer, sufriendo y abrazando “a la fortuna” para vencer en la primera ronda al francés Adrian Mannarino.

El tenista galo tenía al suizo entre las cuerdas, pues se había puesto en ventaja dos sets a uno ante Roger, pero una aparatosa caída en el cuarto set (que lo ganaba Federer forzando un quinto) obligó a Mannarino a retirarse por un golpe en la rodilla y así dar la clasificación a Roger.

Roger Federer celebra la victoria en su partido de cuarta ronda contra el italiano Lorenzo Sonego en el Campeonato de Wimbledon, Wimbledon, Gran Bretaña 05 de julio de 2021. (EFE)

Dudas selladas por el propio Federer

Muchos, preocupados, creyeron que el buen desempeño de Mannarino podía pasarle factura anímica en los próximos duelos a Roger. No fue así. Federer, acostumbrado de sobra a la presión extra que representa ser el mejor tenista de la historia, se lució.

Primero despachó al también francés Richard Gasquet en tres sets. Un juego tranquilo para Roger, pues solo el primer set se le complicó llegando al tie-break. Luego le tocó sucumbir al británico Cameron Norrie, uno de los rivales duros de la primera semana. “Su Majestad” ya había dicho que, para él, el objetivo era superar los primeros siete días de competencia; y lo cumplió. Contra Norrie tuvo que esforzarse, sacó adelante dos primeros duros sets (6-4 cada uno), perdió el tercero (5-7) y mostró la jerarquía en la cuarta manga para liquidar un compromiso de máxima exigencia (6-4).

Roger, cuestionado por algunos por su estado físico —los años no vienen solos—, se encargó de sepultar cualquier tipo de cuestionamiento a su leyenda. Si aún había dudas de que sigue estando entre los mejores, este 5 de julio frente a Sonego volvió a demostrar que todavía lo está.

Roger Federer, Wimbledon
“La hazaña de llegar a cuartos de final de Wimbledon, a tan solo días de cumplir 40 años, debe valorarse en su justa medida”. (EFE)

A Sonego, pobre, el suizo le lanzó golpes irresolutos para su revés de forma constante. Intercambió golpes ganadores con aces forzando los desesperados errores del italiano, que solo pudo luchar en un primer set que se definió luego de una suspensión breve por una infortunada lluvia.

Sonego nunca pudo encontrar el ritmo, pues la cantidad de golpes lanzados por el suizo confundirían hasta al más lúcido de los mortales.

Federer, más vigente que en la primera semana, ni transpiró. Sus derechas ganadoras entraron casi todas y sus primeros servicios, con altísima efectividad, sostuvieron casi todos sus saques. Sonego corría como condenado, como si eso evitara el inevitable final: la clasificación de “Su Majestad” a cuartos.

La condena de las leyendas es que siempre están obligadas a ser las mejores. Tu valor se mide por tu trayectoria, capacidad y antecedentes, lo que te lleva a estar en terrenos de máxima exigencia. Normalmente no se miden los contextos ni las complicaciones. Poco importa si estás mayor, con problemas físicos o simplemente en un estado mental poco óptimo. A los más grandes, como Messi, Jordan, Ali, o, en este caso, Federer, siempre se les exige más.

“Federer, acostumbrado de sobra a la presión extra que representa ser el mejor tenista de la historia, se lució”. (EFE)

Una fecha con buenos recuerdos

El 5 de julio es una fecha especial para Sir Roger Federer. No solo por la gesta que realizó, sino por lo que ocurrió hace 12 años, en 2009, cuando Wimbledon se rindió a los pies del mejor tenista de todos los tiempos.

Roger, con una exuberancia física imponente y la elegancia de siempre, venció en cinco sets al americano Andy Roddick. Aquel partido fue histórico, más de cuatro horas y dieciséis minutos y todos sets cerrados, especialmente el último, que terminó 16-14 para “Su Majestad”, en una de las finales más recordadas en la historia del tenis.

Este año lo volvió a hacer, estampando su nombre en una nueva hazaña. Mientras más lo ves, más sorprende. Quizás sea algo del imaginario colectivo o del ideal que vislumbra la figura del deportista, pero da la sensación de que no hay impactos sucios en el suizo, incluso cuando se equivoca transmite elegancia y belleza.

Su hazaña, de llegar a cuartos de final de Wimbledon a tan solo días de cumplir 40 años, debe valorarse en su justa medida. Si sigue trascendiendo, su torneo empezará a tener tintes heroicos.

Lo más curioso es que, como es Roger, más que un torneo épico, será otro éxito rutinario. Él, Nadal y Djokovic nos malacostumbraron a este nivel. Disfrutemos mientras podamos. Porque el ocaso asusta con llegar. Veremos si antes con alguna luz.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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