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El 1 de junio comenzó en Canarias, España, el juicio por el asesinato de Vanesa Santana Padilla, quien murió a la edad de 22 años en 2018, después de que su propio primo, Jonathan R.S., le asestara al menos 30 martillazos en la cabeza. En su declaración, el asesino admitió haber cometido el crimen, pero también afirma sentirse mujer y exige que le llamen Lorena, tras haber iniciado el proceso legal para modificar su género.
Justo la semana previa al inicio del juicio se había aprobado en Canarias la conocida como “Ley Trans”. Esta norma autonómica fue votada a favor por casi todos los partidos políticos de Canarias —incluidos los supuestamente conservadores— y en virtud de ella no se exige justificación ni informe médico alguno a quien diga identificarse con otro género distinto al de su nacimiento. De esta manera, según la ley, se “despatologiza” a estas personas.
Aunque la nueva ley no afecta a esta causa penal en concreto —por haberse producido los hechos en 2018— Jonathan/Lorena ha venido disfrutando de ciertos privilegios penitenciarios gracias a una instrucción del año 2006 que estableció los criterios para el ingreso en prisión de los hombres que dicen sentirse mujer —o viceversa—.
Gracias a este documento, Jonathan/Lorena ha permanecido en el llamado “módulo de respeto” dentro de la cárcel, donde puede estar a solas y ver protegida su intimidad a la hora de, por ejemplo, ir a ducharse por el mero hecho de sentirse mujer.
“Yo soy una mujer y no quiero estar con una chica, sino con un hombre”, declaró para negar haber sometido abusos sexuales al cadáver. A los 25 años de condena solicitados por el homicidio, se sumarían 15 años más por estos presuntos abusos sexuales.
Según el fiscal, el acusado “hizo uso de una extrema violencia dando golpes a zonas vitales de la víctima”, a la que siguió golpeando incluso tras caer muerta al suelo. Posteriormente, el fiscal aseguró que el agresor, excitado por lo sucedido, “eyaculó encima de ella”.
Las “leyes trans” a las que se ha acogido el acusado dicen estar hechas para “despatologizar” la transexualidad, sin embargo, simultáneamente la defensa alega que el acusado sufre un trastorno de personalidad y tiene un 75 % de discapacidad intelectual, por lo que piden su absolución e internamiento en un centro sanitario especializado.
Consecuencias de legislar a favor de quienes dicen “sentirse mujer”
Este no es el primer caso en el que las políticas identitarias generan situaciones estrambóticas. En 2018 fue finalmente condenado a cadena perpetua un violador del Reino Unido que se había declarado transgénero. Estaba recluido en una cárcel de mujeres, y allí había abusado de hasta 4 mujeres más.
Según una investigación de la BBC del 2018, de 125 presos transgénero en cárceles británicas, 60 era criminales sexuales y unos 25 ya habían sido trasladados a cárceles de mujeres.
La realidad de la situación generada en las cárceles por las leyes transgénero dista mucho del edulcorado y un tanto pueril relato que se intenta trasladar a la sociedad con series de televisión como Orange Is the New Black, donde la actriz transgénero Laverne Cox interpreta a un simpático transexual que ingresa en una cárcel de mujeres y se hace amiga del resto de reclusas.
Precisamente Laverne Cox, protagonista transgénero de esta serie de televisión que intenta normalizar la transexualidad, ha sido el centro de una reciente polémica después de que despidieran a 3 actores de doblaje por ser “hombres cisgénero”.
Estas leyes ideológicas no sólo están generando graves problemas en el ámbito judicial y penal, sino que también está teniendo consecuencias en otros ámbitos como, por ejemplo, el deportivo, donde mujeres están viéndose injustamente superadas en las competiciones por hombres biológicos que ahora dicen sentirse mujeres.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
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