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Miles de pasajeros se han quedado varados en todo el país, ya que Spirit Airlines y algunas otras compañías han cancelado cientos de sus vuelos en Estados Unidos durante la última semana, dejando a menudo los planes de viaje de los pasajeros en el olvido y obligándoles a gastar cientos de dólares en estancias imprevistas en hoteles o en nuevos vuelos, una situación caótica que se está repitiendo en decenas de aeropuertos.
La aerolínea sufrió un completo colapso operativo la semana pasada, alcanzando un altísimo 60 % de vuelos cancelados el pasado miércoles y un 51 % el jueves. American Airlines también tuvo que hacer frente a una importante cantidad de vuelos cancelados la semana pasada, llegando a cancelar hasta 350 vuelos durante un día, aunque American consiguió controlar sus cifras de forma más rápida que Spirit.
Según un comunicado de prensa del director general de Spirit Airlines, Ted Christie, las cancelaciones se producen después de un “mes de duras condiciones operativas en julio”, afirmando que lo que inicialmente comenzó con “el clima y sus retrasos asociados” finalmente llevó a que más miembros de la tripulación quedaran “desubicados” y “no pudieran volar sus viajes”.
Aunque el alucinante número de cancelaciones de Spirit se redujo desde entonces, con la aerolínea informando apenas 16 vuelos cancelados el martes, los efectos de los más de 2.000 vuelos cancelados desde el 31 de julio serán seguramente un dolor de cabeza tanto para los pasajeros varados, que tuvieron que pagar un importante coste económico por sus inesperados retrasos, como para la imagen pública de Spirit Airlines como compañía. Sobre todo porque otras aerolíneas no tuvieron el mismo problema de cancelaciones de vuelos.
La crisis de la compañía está siendo investigada por el Departamento de Transporte (DOT por sus siglas en inglés), según fuentes cercanas al DOT citadas por el sitio de viajes americano TPG. El Departamento de Transporte está revisando si la aerolínea está cumpliendo con las regulaciones federales en su respuesta a los clientes afectados por las interrupciones masivas.
Spirit Airlines dejó miles de pasajeros en el limbo
La oleada de cancelaciones dejó a los pasajeros con unas opciones terribles. Una clienta enfadada dijo a USA Today que Spirit Airlines siguió posponiendo su vuelo de vuelta a casa durante cinco días, obligándola a gastar 1.600 dólares en hoteles en Nueva York debido al prolongado retraso y que la aerolínea sólo había ofrecido un “vale de buena voluntad” de 50 dólares a cambio de los problemas causados por las constantes cancelaciones.
Nur Bahsas, una estudiante de la Universidad del Sur de Florida que había planeado un viaje de fin de semana a Houston, vio cancelado su vuelo el domingo y el martes. La aerolínea canceló su vuelo inicial sin anunciar claramente lo que acababa de suceder, luego tuvo que esperar tres largas horas para hablar siquiera con un representante de Spirit que le dio la opción de reprogramar el vuelo para el martes u obtener un reembolso (que no cubriría un nuevo vuelo a Tampa), ella eligió esto último.
Aunque no gastó dinero extra en alojamiento, tuvo que pagar un Uber de 135 dólares desde el aeropuerto hasta la casa de su familia, lo que puede resultar bastante caro para el presupuesto de un estudiante universitario. Spirit también canceló su vuelo del martes, por lo que decidió comprar un nuevo billete en United Airlines, que fue suficiente para llevarla de vuelta a casa. A cambio de todas sus molestias, Spirit le dio un vale de 50 dólares para un nuevo vuelo y también un vale de 28 dólares para comer.
¿Por qué ocurrió esto?
Según el Atlanta Journal Constitution, Spirit Airlines aumentó considerablemente sus horarios de vuelo durante la pandemia del COVD-19 para mejorar su posición en el mercado. Sin embargo, la compañía no ha contratado a suficiente personal para mantener su ambicioso calendario, lo que ha provocado muchas cancelaciones en todo el país. Según el Wall Street Journal, la decisión de Spirit de no ser lo suficientemente agresiva cuando empezaron los problemas la semana pasada sólo empeoró las cosas.
Spirit, al igual que todas las grandes compañías aéreas el año pasado, recibió una importante inyección de dinero de rescate del gobierno federal. La aerolínea acordó recibir casi 330 millones de dólares, dinero destinado a financiar las nóminas de sus casi 9.000 miembros de la plantilla, aunque luego la aerolínea se vio obligada a conceder algunas licencias a parte de su plantilla, ya que la demanda de vuelos se desplomó en 2020.
A pesar de que la aerolínea tiene como objetivo una nueva ronda de contrataciones para 2021, es evidente que aún no ha recuperado su posición operativa de los años anteriores a la pandemia. Según un artículo de Fox Business, es difícil que Spirit se recupere de sus cancelaciones debido a su modelo de negocio, debido a que no vuela muchos aviones por ruta y a que no tiene la capacidad de acomodar a los pasajeros en otras aerolíneas.
Está por verse si Spirit consigue recuperarse del caos de cancelaciones de la semana pasada y restablecer plenamente su capacidad operativa y la confianza de los clientes.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.