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Sydney Sweeney: la izquierda es víctima de su propia intolerancia

Sydney Sweeney: la izquierda es víctima de su propia intolerancia, EFE

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Este fin de semana, la actriz Sydney Sweeney –quien desde 2019 da vida a Cassie Howards en la controversial serie de HBO, Euphoria– fue tendencia en redes sociales luego de publicar una foto familiar por el cumpleaños de su mamá. Sus seguidores no tardaron en notar un pequeño detalle en la última foto de la publicación en Instagram: su papá traía una franela del movimiento Blue Lives Matter.

De inmediato, una ola de críticas inundó la sección de comentarios en la publicación. Pronto el debate se trasladó a otras redes sociales como Twitter. Diferentes medios de comunicación –como Fox News, Forbes, CNN y Vanity Fair— se apresuraron en cubrir las diferentes reacciones. Otros, como el blog de farándula Gawker, incluso publicaron bizarras piezas de opinión, como la titulada ¿Qué les hizo pensar que Sydney Sweeney y su familia eran normales?, donde el columnista, Fran Hoepfner, hace la siguiente reflexión:

“¿Acaso la gente pensaba que Sweeney era una actriz rubia que arreglaba camiones viejos, en plan “izquierdista”? Cualquiera cuyos padres le permitan mudarse a Hollywood para convertirse en un actor adolescente es probablemente raro, su familia más rara, tal vez racista, tal vez no, pero este es el ecosistema que nos trae a los jóvenes de 16 años que lloran por mandato en miniseries de HBO”.

La actriz de 24 años intentó apaciguar las aguas, haciendo un llamado a no caer en suposiciones tras una “inocente celebración” de cumpleaños:

Sin embargo, no fue suficiente para calmar a las hordas progresistas sedientas de sangre. Así, su nombre fue tendencia en Twitter tras recibir miles de comentarios tildándola de racista. El activista de Black Lives Matter y autor Frederick Joseph se unió a las críticas afirmando que su familia “es obviamente de extrema-derecha” tras las fotos de ellos con prendas alusivas a Blue Lives Matter y el lema de la campaña de Trump, “Make America Great Again”.

Blue Lives Matter

El movimiento Blue Lives Matter surge en contraposición a Black Lives Matter, en defensa de los derechos de los policías ante la ola de odio que enfrentaron en su momento, y hasta nuestros días desde entonces. Según su sitio web oficial, la misión de esta organización sin fines de lucro se basa en tres pilares:

  • Concientizar y conseguir la ayuda del público para las necesidades de los agentes de policía.
  • Ayudar a los agentes de policía y asistirse mutuamente.
  • Proporcionar a la familia de los agentes de policía consuelo y apoyo en los momentos difíciles.

El maniqueísmo que domina la mente de los progresistas puede resumirse en una frase dicha por el difunto dictador venezolano Hugo Chávez: “Si no estás conmigo, estás en contra”. Su lógica solo les permite entender que quien promueve este movimiento es racista. Tal fue el caso de la familia Sweeney, que ahora ven cómo su hija, Sydney, es víctima del odio emanado por quienes públicamente ha apoyado.

Esto es lo más irónico del caso. Los seguidores de Sydney Sweeney se dieron a la ardua labor de revisar meticulosamente sus perfiles en redes sociales para incriminarla, pero decidieron obviar un tweet del 2020 donde ella expresamente manifiesta su apoyo a Black Lives Matter (BLM) e insta a sus seguidores a hacer lo mismo.

En realidad, poco importa la posición política de Sydney. Si difiere de su familia de “extrema-derecha”, la verdad es que parecen convivir en un ambiente de respeto y tolerancia; muy diferente al que le brindó la izquierda. Si, por el contrario, la actriz no cree en BLM y su tweet es uno de los tantos casos de autocensura que vemos en Hollywood para congraciarse con las masas, pues sería muy triste y cobarde por su parte.

En Estados Unidos ya no hay espacio para la diversidad de pensamiento

Este caso es el más reciente ejemplo de que la sociedad americana está cada vez más polarizada. Un país donde la diversidad de pensamiento no tiene cabida y la tolerancia política es casi utópica. Quienes se hacen llamar “defensores de los derechos humanos” olvidaron el derecho a la libre expresión y sus derivados. O, quizás, en sus retorcidas mentes las libertades solo son para un grupo de personas.

Para ser justos, este fenómeno no solo se ha apoderado de Estados Unidos, sino también de Latinoamérica y, en general, cualquier país donde el progresismo ha tomado lugar.

La cultura de la cancelación es eminentemente nociva para los valores democráticos y la defensa de la dignidad humana. Uno de los aspectos más preocupante es la autocensura de Hollywood. Cuando quienes osan diferir de las ideas de izquierda, estando en la palestra pública, callan ante una masa al acecho dispuesta a “cancelar” a todo aquel que se le oponga.

Esperemos que Sydney, así como otros tantos que se han visto defraudados por los movimientos que decidieron apoyar, noten las contradicciones entre sus postulados y las acciones que realmente sacan a relucir sus aspiraciones totalitarias.

Victoria es estudiante de Derecho y Ciencias Políticas. Abocada a la defensa de la vida, la familia, la libertad religiosa y, en general, de la dignidad humana y los valores democráticos.

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