Read in English
La histórica manifestación organizada por los truckers en Canadá inspiró al mundo a levantarse contra las imposiciones sanitarias de los gobiernos occidentales. Las pruebas están a la vista: desde diferentes partes del mundo, incluyendo Estados Unidos, llovieron mensajes de apoyo en favor de los camioneros y se incrementaron las críticas contra el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau. Un claro ejemplo de cómo los canadienses motivaron al resto del planeta es la iniciativa The Peoples Convoy, un gran grupo impulsado por camioneros americanos que están manifestándose contra los últimos mandatos sanitarios que quedan en Estados Unidos.
El gran trayecto de The Peoples Convoy
Iniciado el pasado 23 de febrero en la ciudad Adelanto, California, convocó a decenas de camioneros que empezaron su recorrido hasta los alrededores de Washington DC, que es el destino final. Los pilares y objetivos de la caravana —explicados en la página web de The Peoples Convoy— son claros: acabar con la división y segregación que se está generando con los mandatos sanitarios.
«Los mandatos no son americanos. Detengan los despidos masivos. Dejen de segregar por estado de vacunación. Dejen de llamar a los americanos “antipatriotas” por tomar una decisión médica personal», es uno de los lemas principales del convoy.
Con el paso de los días, los camioneros pasaron de ser cientos a miles. Muchos autos particulares, no necesariamente camiones, también se unieron en fila a los truckers para viajar hasta DC. Solo en el primer día, unos 1,000 vehículos de todo tipo estaban rodando junto al The Peoples Convoy.
Anthony Cabasssa, corresponsal nacional de El American, estuvo siguiendo y cubriendo a detalle todo el convoy de forma exclusiva desde su salida. En una tarea exhaustiva, nuestro corresponsal conversó con los organizadores de la iniciativa; los camioneros y los americanos que han apoyado la gran caravana.
“No lo hacemos [el convoy] por nosotros mismos, los camioneros de Estados Unidos no están obligados, pero sí por nuestras familias, nuestros seres queridos”, dijo a El American Brian Brase, coorganizador de la caravana. “Se trata de tus derechos humanos (…) no puedes permitir que el gobierno te haga esto [obligar a vacunarte]”.
Desde el primer día se pudo apreciar a decenas de americanos reuniéndose en las carreteras para apoyar al convoy. En ese momento, los camiones pasaron desde California a Arizona para posteriormente dirigirse a Texas. La primera noche descansaron en Kingman.
Si The Peoples Convoy no ha sido una gran noticia nacional que acapare los principales medios de Estados Unidos se debe a dos grandes razones: la primera es que un día después de iniciar la caravana, Rusia inició una invasión a Ucrania, volviéndose la noticia más importante a nivel global. Además, con el paso de los días, varios estados demócratas, como California o New York, anunciaron el levantamiento de varias restricciones sanitarias y de varios mandatos.
Sin dudas esto afectó el impacto del convoy, sin embargo, la caravana no se detuvo en sus esfuerzos y continuaron su camino captando cada vez más apoyo y la atención de varios medios nacionales e internacionales; como el Daily Caller, Fox News o el Daily Mail británico.
Así se veía el apoyo al convoy en los primeros días:
Así como ocurrió en Canadá, los truckers americanos también recibieron un gran apoyo y recepción de los ciudadanos locales en cada condado o ciudad que visitaban. En Lupton, Arizona, por ejemplo, les regalaron 25.000 galones de gasolina.
En el tercer día de carretera, en Glenrio, Texas, un camionero le dijo a El American que se sumó desde Chicago porque sentía que era “su deber cívico” unirse al convoy. Desde todas partes del país, incluso ciudades lejanas, los camioneros se unieron para manifestarse contra los mandatos.
Para el quinto día llegaron a Oklahoma y, en la ciudad de Vinita cientos estaban esperando en la carretera para mostrar su apoyo al convoy mientras agitaban la bandera nacional. La gran caravana tuvo dos ingredientes especiales: patriotismo y tranquilidad.
En Indianápolis, llegando a la semana de carrera, seis convoyes más se reunieron con el convoy original alcanzando la asombrosa cifra de 10,000 vehículos dirigiéndose hasta Washington DC. Confirmándose definitivamente el éxito de una protesta organizada y pacífica.
El convoy entra en su etapa final
El dos de marzo, El American pudo conversar con Stan, quien se unió al convoy en Arizona y lleva conduciendo camiones desde 1987. Esta es la primera vez que participa en un convoy tan organizado y afirmó que el objetivo “número uno [del convoy] es acabar con los mandatos”.
“Estamos apoyando al pueblo americano que está harto de la sobrecarga del Gobierno”, dijo Stan. “Vamos a recuperar la cordura, es ridículo lo que están haciendo con nosotros”.
Ahora el convoy está entrando en su etapa final. En su más reciente reporte, nuestro corresponsal Cabassa avisó que los camioneros ya “no tienen intención” de entrar a DC, donde la Guardia Nacional los estaría esperando. “Solo es una manifestación pacífica en todo el país para protestar por los mandatos restantes”, informó Cabassa.
Solo resta esperar el desenlace de esta gran manifestación. El convoy tiene pensado pasar por Virginia y cerrar con un gran rally para el domingo 6 de marzo donde conferencistas, médicos especializados y algunos políticos hablarían para el público general. El lugar aún no se ha confirmado. El American estará siguiendo al The Peoples Convoy hasta el último día, informando sobre todas las novedades y avisos relacionados a la caravana.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
Contacto: [email protected]