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Tom Brady: la leyenda americana que la izquierda no pudo cancelar

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Tom Brady es una leyenda del deporte americano, pero también a nivel global. No en vano se ganó el mote de GOAT y la admiración de todo el mundo del deporte.

Es el quarterback que más anillos de Super Bowl tiene en su palmarés —él solo supera a cualquier franquicia de la National Football League— y es el único en su posición que cosecha más de 200 victorias en la NFL. Además, ha sido elegido en 5 ocasiones como MVP del Super Bowl y 3 veces como MVP de la NFL. Un abuso.

Sus registros son impresionantes. En esta postemporada lanzó para más de 1,000 yardas (1,061 para ser exactos) sacándole más de 200 al bueno de Patrick Mahomes, que sufrió en el Super Bowl al cerrojo defensivo de los Tampa Bay Buccaneers —y a sus propios receptores, igual de anonadados que Mahomes ante la defensiva bucanera— y tuvo que ver, en primera fila, las grandes exhibiciones de Tom Brady y Rob Gronkowski en la ofensiva rival.

Si se cuenta la temporada regular, Tom Brady —¡con 43 años!— lanzó 4,633 yardas y 40 pases de touchdown, completando la segunda mejor marca de su carrera. Solo Patrick Mahomes y Deshaun Watson pudieron superarlo con 4,740 y 4,823 yardas respectivamente. Pero a la hora de la verdad, Brady fue, una vez más, The GOAT.

Tom Brady, más que un gran deportista

Pero Tom Brady es más que una leyenda deportiva, el quarterback representa los valores fundamentales de la sociedad americana.

En otra entrega de El American, nuestro articulista Gerardo Garibay escribe: «Con su triunfo, conseguido a través de la suma de talento y trabajo de equipo, respaldado en una sólida infraestructura y en el apoyo de su familia, Tom Brady ejemplificó en el Super Bowl LV los pilares de la vocación, que han hecho de América algo excepcional en el mundo. A pesar de la turbulencia y la desesperanza de los tiempos actuales, esa fuerza permanece viva en millones de americanos que, como Tom Brady, tienen talento, el equipo, la infraestructura y la comunidad para seguir asombrando y transformando al mundo, una victoria a la vez». Y tiene toda la razón.

Tampa (United States), 07/02/2021.- Tampa Bay Buccaneers quarterback Tom Brady holds his daughter Vivian as he walks onstage also with sons Jack (2R) and Benjamin (R) after the Buccaneers deafeated the Kansas City Chiefs to win the National Football League Super Bowl LV at Raymond James Stadium in Tampa, Florida, USA, 07 February 2021. (Estados Unidos) EFE/EPA/CJ GUNTHER

Brady es, a todas luces, una referencia para los americanos. Por su talento, profesionalismo y ahora también mística. Porque no solo es una hazaña ganar 7 anillos de Super Bowl, sino también cómo lo hizo. Con 43 años, en una institución que desde 2007 no alcanzaba los Playoff y que no ganaba el campeonato desde 2002. Su presencia cambió por completo la dinámica de los Buccaneers, su carácter competitivo —a la altura de los más grandes deportistas de todos los tiempos— aportó lo necesario para que una franquicia se hiciera ganadora.

No lo hizo solo, claro. Detrás de todo GOAT, siempre hubo un gran equipo, un extraordinario socio y un formidable técnico, estratega o director. Messi en el Barcelona de Pep; Jordan con los Bulls; Cristiano en el Madrid; Brady con sus equipos.

Pero Tom ha trascendido al deporte mismo. Incluso llegando al espectro político, y eso no hace más que acrecentar su leyenda.

En una época dominada por la cultura progresista woke, no ir en sintonía con las modas promovidas desde la izquierda americana —con prácticas absolutamente totalitarias— te vuelven un blanco fácil para la conocida cultura de la cancelación.

La polarización en la que se encuentra inmersa la sociedad americana se nota cuando una parte significativa de la población no puede disfrutar de un deportista histórico como Brady.

Unos días antes de que Brady ganara el Super Bowl, en USA Today publicaron una columna criticándolo y explicando que no podía opinar de política públicamente por su condición de «blanco privilegiado».  

A Brady se lo señaló, en dicho artículo, por su supuesto apoyo al expresidente Donald Trump, en un enésimo ejemplo de como la cultura de la cancelación ha ganado espacios en la sociedad americana.

La pieza, además de ridícula, es hipócrita, porque la autora se olvida de mencionar ejemplos de otras leyendas del deporte que han apoyado a Trump: Mariano Rivera, Myke Tyson, Tiger Woods; y tantos otros. ¿Por qué a Brady sí lo critican y no a los otros? ¿Por blanco y privilegiado? Pues no solo es eso, también es talentoso, un ganador nato y un sujeto que representa, dentro del campo, lo mejor de la sociedad americana.

A Brady lo han criticado desde los medios de comunicación, incluso los actores de cine, como el Capitán América, (Chris Evans), dijo que estaba dispuesto a cortar lazos con el mariscal de campo.

¿Los argumentos? Irrisorios. A Brady lo acusan de ser anglosajón y, por ello, no crear controversias por sus posiciones políticas como sí lo haría «un deportista negro». Todo eso es fácticamente falso, de hecho, todo lo contrario. A los deportistas que no se arrodillan en apoyo al movimiento político-social Black Lives Matter es criticado. En cambio, al deportista blanco y talentoso que apoya a Trump lo intentan cancelar desde la prensa y la cultura woke.

¿Justicia racial? Solo cuando es conveniente.

Pero los pírricos esfuerzos por cancelar al mejor quarterback de todos los tiempos fueron en vano. El éxito y el legado deportivo de Tom Brady es tan inmenso que ni sus más acérrimos detractores pudieron cancelarlo; su leyenda seguirá intacta el día que decida retirarse.

Incluso sus detractores políticos tienen que medir su crítica, pues saben que Brady es la clase de personas que los americanos admiran y necesitan.

«El GOAT es un cerdo. Aun así, quiero que gane Tom Brady», es el titular de una columna en el Times. Y la entradilla es más que contundente: «En el Super Bowl, los americanos necesitan una muestra de fuerza superheroica».

Y así se acaba el debate y la polémica. Por más que quieran cancelar o mancillar la imagen de Tom Brady, es inútil.

Brady no solamente es una leyenda americana del deporte que ganó su séptimo anillo de Super Bowl, sino que también silenció a sus detractores de izquierda que intentaron cancelarlo y fallaron en el intento.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

1 comentario en «Tom Brady: la leyenda americana que la izquierda no pudo cancelar»

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