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El extremista de izquierda Gustavo Petro triunfó en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Colombia. De esa manera, se convierte en el primer socialista explícito, el primer antiguo militante guerrillero y el primer apoyado por el grupo terrorista FARC en llegar a la Presidencia de ese país.
El triunfo de Petro significa un terremoto para la economía colombiana, y es cuestión de horas para que veamos cómo han reaccionado los mercados. Pero, sobre todo, el triunfo de Petro es un terremoto para el continente.
Cuando toda la región estaba bajo el embrujo del socialismo del siglo XXI, Colombia lo esquivó, y, hasta hoy, era el único país de Latinoamérica que no había cedido al modelo castrista de la Revolución bolivariana. Mientras, Colombia se consolidó como un gran aliado de Estados Unidos, no solo en la lucha contra el narcotráfico colombiano y del resto de Latinoamérica, sino en la contención de todas las amenazas que venían de Venezuela. Gustavo Petro llegó para ponerle fin a eso y empuja a Colombia a la deriva del socialismo del siglo XXI.
De la región completamente roja, durante los años de Chávez, empezó un retroceso, y durante el 2019 casi todos los países eran aliados de Estados Unidos. Unos meses después, Latinoamérica vuelve a teñirse de rojo, y se trata de un fracaso monumental para Washington.
En entrevista con El American, el analista para el Instituto Cato, Daniel Raisbeck, nos dijo que si Petro ganaba en Colombia sería una derrota para Estados Unidos tan grande y con tantas implicaciones como la de Afganistán. La realidad es que aún es prematuro para medir el impacto que un Gobierno de izquierda radical de Petro tendrá en la región; sin embargo, es importante plantear la denuncia.
Estados Unidos abandonó su patio trasero. La dejadez de Washington ha tenido como consecuencia que, a pocos kilómetros de Miami, se esté fraguando el frente criminal más importante y largo de la historia. Una región roja le permitirá la entrada a China, Rusia e Irán a la zona que debería ser en la que Estados Unidos influya. Las consecuencias serán inimaginables.
Este artículo apareció originalmente el 20 de junio de 2022 en el newsletter de El American. ¡Suscríbete gratis aquí!
Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.