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El progresista primer ministro canadiense Justin Trudeau decidió moderarse frente a las denuncias del Dragón Rojo sobre el conocido genocidio que ha llevado adelante China contra los musulmanes uigures. Trudeau, lejos de dar una respuesta concreta, decidió decantarse por una charla vaga sobre la comunidad internacional y cómo trabajará con esta para ver la situación de China.
Durante la rueda de prensa se puede escuchar a un reportero preguntarle al primer ministro: «¿Qué otra evidencia necesita usted para decir que hay un genocidio en China?». El reportero decidió contextualizar esta pregunta en el marco de los Juegos de Invierno, que se llevarán adelante en Beijing el próximo año. El líder canadiense dijo que «genocidio» es una palabra muy pesada para definir lo que ocurre en Xinjiang. «La comunidad internacional se toma muy en serio el uso de este término», señaló titubeante.
Agregó que se necesita ser preciso a la hora de usar el término genocidio. Para el primer ministro otro factor importante para llamar genocidio a alguna situación es la evidencia, las pruebas de que en realidad sí está ocurriendo un genocidio.
La comunidad internacional está evaluándola [la situación] cuidadosamente, según Trudeau. «Ciertamente estamos entre ellos y no dudaremos en estar de acuerdo con las determinaciones que se generen alrededor de ello», señaló. «Hemos sido consistentes en nuestras denuncias y condenas de violaciones a los derechos humanos alrededor del mundo; incluyendo situaciones en Hong Kong y Xinjiang. Continuaremos trabajando con la comunidad internacional en hacer las determinaciones correctas basadas en hechos y evidencias», finalizó.
¿Trudeau ha sido consistente? Inclusive los grandes medios de comunicación como la BBC han dado evidencias y testimonios sobre el genocidio y la violación sistemática a mujeres uigures en China, como también fue reportado por El American.
La comunidad internacional no necesita divagar mucho en tecnicismos mientras los musulmanes uigures siguen sufriendo del genocidio, ya que si se tienen en cuenta el Estatuto de Roma, documento que rige el área de los derechos humanos a nivel internacional, lo que ocurre en Xinjiang se constituye como genocidio, pues se presenta
- (1) matanza de miembros del grupo;
- (2) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
- (3) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
Además, existe jurisprudencia en donde se determina que la violación como herramienta de destrucción y dominación también constituye un acto de genocidio. En el folleto de Amnistía Internacional se lee: «En la insólita sentencia sobre el caso Akayesu, una sala de primera instancia del Tribunal Penal Internacional para Ruanda sostuvo que cuando la violación se utiliza como método de destrucción de un grupo protegido causando lesiones físicas o mentales graves a sus miembros constituye genocidio».
Trudeau quería entrenar soldados chinos en Canadá
Trudeau, por su lado, tiene una deferencia con el régimen comunista de China, al que no se atreve a denunciar de genocida. En El American reportamos cómo el primer ministro canadiense planeaba entrenar medios y altos rangos del Ejército de Liberación chino.
Tras la desclasificación de los China Files por Rebel News, se supo que Trudeau estaba planeando entrenamientos de comandantes chinos en la Universidad de las Fuerzas Armadas en Toronto y en otras instituciones militares en Kingston. Entre los participantes del Ejército chino, continúa el reporte, también había generales de una o dos estrellas y un contingente entero que aprenderían sobre tácticas militares canadienses de climas fríos.
Fue por sólida petición del Departamento de Defensa americano que este entrenamiento se canceló. «El entrenamiento de supervivencia invernal no tendrá lugar este invierno (2019)», respondió el Gobierno canadiense en correos que intercambió con Rebel News. «Las preocupaciones concernientes a la seguridad se originaron en primer lugar por parte de USA».
Rafael Valera, Venezuelan, student of Political Science, political exile in São Paulo, Brazil since 2017 // Rafael Valera, venezolano, es estudiante de Ciencias Políticas y exiliado político en São Paulo, Brasil desde 2017