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Trump: cuándo anunciará su candidatura y qué retos debe superar

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EL EXPRESIDENTE Donald Trump vuelve a estar en el ojo de la tormenta de la discusión pública luego de que el FBI allanara su residencia privada en Mar-a-Lago. La controversial e inédita decisión de los agentes federales conmocionó a la esfera política americana dejando a muchos preguntándose sobre el futuro político del expresidente y su potencial candidatura para el 2024.

La incertidumbre sobre si Trump va a lanzarse o no al ruedo presidencial parece más resuelta que nunca, ya que todo indica que el exitoso empresario y antiguo outsider va a buscar un nuevo período presidencial en el 2024. De hecho, el expresidente lo ha dejado claro en todas sus comunicaciones y discursos en los últimos meses. Por ejemplo, durante su discurso en el Student Action Summit (SAS) de Turning Point en Tampa, Trump dió fuertes pistas (casi confirmando) su intención de buscar la presidencia de nuevo.

Con esa duda prácticamente resuelta, queda una sola verdadera pregunta: ¿cuándo anunciará su candidatura? Específicamente, ¿la anunciará antes o después de las elecciones de mitad de mandato de noviembre?

Por supuesto, una eventual candidatura de Trump también abre un gran paraguas político con muchos interrogantes: ¿cuáles son los posibles obstáculos de una candidatura presidencial?, ¿cuándo le beneficia más anunciar su nominación?, ¿qué papel juega la redada del FBI en sus cálculos políticos?

¿Cuáles son los obstáculos de una campaña Trump 2024? 

Usualmente una derrota en una campaña por la reelección presidencial en Estados Unidos es sinónimo de muerte política. La última vez que un expresidente logró ganar de nuevo las llaves de la Casa Blanca después de perder su campaña por la reelección fue Grover Cleveland, en 1892. Pero Donald Trump ha roto varias taras de la política americana y tiene marcado entre ceja y ceja ser el segundo expresidente en tener dos períodos no-consecutivos en la Casa Blanca.

Trump tendrá tres obstáculos en frente si quiere lograr esta meta: la nominación del Partido Republicano, mejorar su posición con el electorado general y la posibilidad de que se inicien procesos legales en su contra.

La lucha dentro del GOP 

El primer obstáculo es si el expresidente es capaz de repetir su exitosa campaña de primarias del 2016 y capturar la nominación republicana por tercera vez consecutiva. Aquí Trump parte en una posición de fortaleza, ya que la mayoría de las encuestas todavía lo posicionan como el principal líder de los republicanos en la actualidad.

Aunque las encuestas varían, la mayoría ponen a Trump varios puntos por encima de sus potenciales rivales. Algunas encuestas, como la del NYT/Sienna, muestran que Trump tiene el 49 % de apoyo del GOP; otras, como la de Morning Consult, le dan una ventaja mayor. En cualquier caso, es claro que el precandidato que parte con más ventaja en el momento es Trump.

Esto no significa que no exista un potencial republicano que luche por la nominación en el 2024, especialmente si se considera que las encuestas a años de las elecciones no reflejan necesariamente el resultado final. En el 2014, el candidato republicano que lideraba las encuestas era el exgobernador de la Florida Jeb Bush, y Hillary Clinton tenía una amplísima ventaja sobre cualquier otro precandidato demócrata, sin embargo, en el 2016 Bush no sobrevivió las primarias y Hillary ganó de forma muy ajustada sobre Bernie Sanders.

Las encuestas muestran que hay un pequeño espacio para que un oponente trate de articular un desafío contra Trump, ya que entre el 40 y el 50 por ciento de los electores del GOP están dispuestos a votar por otra persona. Sin embargo, parece una tarea difícil, debido a que un potencial adversario debe unificar a todos los posibles candidatos anti-Trump en torno a sí mismo y luego tiene que enfrentarse a este en la campaña. Hasta ahora, el único posible candidato que ha logrado tener más de 10 % en las encuestas es el gobernador de Florida Ron DeSantis.

Sin embargo, no todos creen que buscar la candidatura es el mejor plan para el flamante gobernador de Florida, que debe, además, enfocarse en su reelección en el Sunshine State.

“Si Trump es el candidato no creo que nadie lo vaya a retar. En este momento no veo esa posibilidad, creo que todo el mundo reconoce que él es el líder indiscutible del Partido Republicano, además que retarlo llevaría una división de la base republicana y quien gane saldría debilitado de cara a las elecciones generales”, le dijo a El American Alfonso Aguilar, presidente de Latino Partnership for Conservative Principles.

“El único que pudiera retarlo —nadie ganaría, verdad—, pero el único que pudiera dividir la base es DeSantis. Pero probablemente no ganará, terminará con el partido dividido y no le conviene. DeSantis tiene 43 años, es un tipo joven. Incluso él pudiera terminar en la papeleta del presidente, eso requeriría, sin embargo, que Trump restablezca su domicilio en New York, porque los dos candidatos en una papeleta no pueden ser del mismo estado y recuerda que Trump estableció su domicilio en Florida. Pero un domicilio se cambia en un momento”, añadió Aguilar durante la conversación.

Incluso si DeSantis tuviese pensado buscar la candidatura, el allanamiento a Mar-a-Lago parece haber incrementado las posibilidades de Trump de capturar la nominación republicana. La acción del FBI volvió a poner al expresidente en el medio del ojo público y le ha ganado la solidaridad de buena parte del Partido Republicano. La última encuesta de Morning Consult muestra que un 56 % de los Republicanos quiere a Trump como su candidato.

Donald Trump 2024

El expresidente Donald Trump durante la campaña para las últimas elecciones presidenciales de 2020. (EFE)

Sin embargo, para Daniel Garza, presidente de la organización LIBRE, no hay que descartar al gobernador de Florida en una eventual contienda.

“Donald Trump tiene un buen récord, pero también tiene un historial de derrotas y hay algunas alternativas fuertes alrededor. Por ejemplo: Ron Desantis”, dijo Garza en una conversación con El American. “Ahora mismo Trump parece ser el favorito, tiene ahora mismo ese impulso a su favor. Pero también está la muy real alternativa de Ron DeSantis a su sombra”.

“Creo que Ron DeSantis tiene mucho que ofrecer […] en mi estimación, los dos favoritos son Ron Desantis y Donald Trump”, afirmó Garza.

La posición de Trump en el público general 

Incluso si Trump logra hacerse con la nominación del Partido Republicano —algo que luce más que sólido en probabilidades— el expresidente todavía tiene que encontrar una manera de ganar la elección general.

La principal ventaja de Trump —su figura disruptiva y fuerte apoyo dentro de la base— despierta fuerte aversión por parte de sus rivales. Al final del día, el sentimiento anti-Trump fue uno de los principales motores en la candidatura de Biden.

Aunque Trump no es presidente desde hace casi dos años, su figura sigue siendo una de las más polémicas dentro de la política americana y una candidatura en el 2024 encontrará el mismo nivel de oposición por parte de los demócratas y el pasar del tiempo no ha cambiado los números de popularidad de Trump en las encuestas. Sin embargo, la ventaja que tendrá en esa campaña es que él no será el presidente en ejercicio.

Pronosticar lo que va a pasar dentro de dos años es una tarea imposible, pero si la tendencia sigue y Biden se mantiene como un presidente profundamente impopular, Trump puede capitalizar la oposición a Biden y resaltar sus logros durante su mandato para mostrar una imagen mucho más competitiva frente al Partido Demócrata.

A pesar de que el último año mandato fue complicado para Trump —entre los incesantes ataques del mainstream media, la pandemia y las revueltas luego de la muerte de George Floyd— el republicano todavía tiene mucho para rescatar de su administración.

Las cifras de empleo y el desempeño económico durante su Gobierno fueron impresionantes, algo que fue resultado incluso por sus críticos.

Trump heredó una tasa de paro de Barack Obama del 6.6 % y logró ponerla en el nivel más bajo en 50 años: 3.5 %. Asimismo, las minorías étnicas —latinos, negros y asiáticos— se vieron especialmente favorecidas económicamente durante la administración Trump, con tasas de pobreza y desempleo bajísimas y un aumento significativo en sus ingresos medios.

Este punto es muy relevante para Daniel Garza porque impulsó al expresidente para mejorar sus números entre minorías, especialmente entre latinos, un grupo demográfico que ahora mismo está abrazando y simpatizando cada día más al GOP en detrimento del Partido Demócrata.

“El gran avance de Trump con el voto latino tuvo que ver con lo mucho que la comunidad latina se benefició de la reforma fiscal, las reducciones en las regulaciones, todo lo anterior en energía, los jueces conservadores, su defensa de la religión, el discurso, las cuestiones provida y la Segunda Enmienda”, dijo Garza.

Con Trump como presidente, el producto interno bruto (PIB) creció en 2017 en un 2.3 % frente al 1.6 % del 2016, último año de Obama en la Casa Blanca. En 2018 el PIB se expandió 2.9 % y en 2019 alcanzó el 2.3 %, cifras muy superiores a las de otros países industrializados. Después llegó la pandemia trastocando la robusta economía americana que Trump había edificado a partir de una importante disminución de impuestos y regulaciones.

El mandatario también se destacó por robustecer las instituciones de justicia, especialmente la Corte Suprema, donde nombró a 3 jueces magistrados. Asimismo, nominó a más de 200 jueces para tribunales federales y llevó a cabo una reforma de la justicia penal.

Trump también puede argumentar que, con él en la Casa Blanca, Estados Unidos intentó hacerse fuerte en la región y el mundo. Combatiendo de frente a enemigos políticos y económicos como China, a enemigos existenciales como Irán y a enemigos regionales como las tiranías de Caracas, La Habana y Managua.

No dudó, tampoco, en solidificar las relaciones con los países vecinos, y logró el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como USMCA. No flageló al momento de potenciar a Estados Unidos en Oriente Medio con los Acuerdos de Abraham, debilitando a Irán, fortaleciendo a su aliado Israel y logrando históricos acuerdos de paz con naciones árabes.

Hubo hitos especialmente importantes en materia de política exterior. El expresidente logró que la relación con Corea del Norte se encuentre en su punto de tensión más bajo en años, en un momento extremadamente delicado mediáticamente, y que el Estado Islámico perdiera su “califato” territorial. También acabó con los líderes terroristas Abu Bakr al-Baghdadi y Qasem Soleimani. Y, no hay que olvidarlo, no inició ninguna guerra en cuatro años.

Los logros de Trump, dejando de lado el complicado 2020, no son pocos. Además los conservadores valoran mucho su cruzada provida y educativa, quizás la batalla cultural sea un punto de lanza que el expresidente deba explotar en la campaña 2024, siguiendo los buenos ejemplos de los gobernadores DeSantis en Florida y Youngkin en Virgnia.

Otro factor importante es el candidato que los demócratas elegirán. Si Biden decide buscar una reelección o si Kamala es la nominada, entonces el campo es mucho más fácil para Trump, ya que va a estar haciendo campaña en contra del actual gobierno. Si los demócratas buscan una candidatura de alguien que no esté en la administración Biden, entonces la campaña seguirá una dinámica diferente.

Procesos legales 

Cualquier nominación de Trump a la Presidencia también dependerá de si el Departamento de Justicia o el FBI inician procesos legales en su contra como resultado del allanamiento a Mar-a-Lago. Si no se inicia ningún tipo de proceso legal en contra del expresidente, entonces podemos esperar que Trump anuncie su candidatura pronto e inicie una campaña extensa para unificar al GOP y prepararse para un intento de retorno a la Casa Blanca.

Sin embargo, si el DOJ inicia un proceso legal en contra de Trump (ya sea por el 6E o por una violación al Presidential Records Act) entonces el panorama se le complica un poco. Aunque el proceso legal probablemente solidifique su posición con una buena parte del Partido Republicano, el procedimiento tomará mucho tiempo del expresidente e incluso algunos podrían buscar que, si se le encuentra culpable, se inhabilite su candidatura para el 2024.

Este escenario todavía parece incierto, el DOJ no ha hecho pública la orden de allanamiento ni las razones que causaron la redada. Asimismo, incluso si la justicia federal decide enjuiciar a Trump por llevarse documentos federales, lo que en teoría causaría la inhabilitación política, hay dudas sobre la constitucionalidad de dicha prohibición, las cuales probablemente terminarán en la Corte Suprema.

Donald Trump en Phoenix, Arizona, en la campaña para las elecciones de 2016. (EFE)

Para Alfonso Aguilar, el allanamiento del FBI en Mar-a-Lago, lejos de perjudicar, está beneficiando a Trump, quien está recibiendo un respaldo prácticamente unánime del mundo conservador.

“El tema de que él pueda ser invalidado a través de este proceso lo veo altamente improbable. Creo que esa es la intención. Los demócratas incluso han hablado públicamente de esto”, dijo Aguilar. “El exabogado de Hillary Clinton dijo que bajo la Ley de Records Presidenciales ellos pudieran inhabilitarlo, porque si lo encuentran culpable de haber tomado documentos clasificados hay una clausula que dice que lo invalida a aspirar a un puesto político. Yo no sé si eso es constitucional. Aunque traten sacarlo del juego por por esa vía, yo no lo veo muy posible”, añadió.

La fecha: antes o después de las midterm

Con un camino claro para su nominación, Donald Trump aún debe tomar una decisión final: cuándo anunciar su candidatura.

Ahora mismo, la redada del FBI en su casa parece favorecerle ante la opinión pública, pero también está la disyuntiva de tener las midterms a la vuelta de la esquina: ¿un anuncio de su candidatura sería positivo o negativo?

Para Aguilar, si bien anunciar la candidatura antes de las midterms no sería el “fin del mundo”, sería mucho más conveniente e impactante hacerlo luego de las elecciones, con un triunfo republicano a cuestas.

“Creo que el presidente Trump tiene la intención de anunciar su candidatura y creo que será el nominado republicano, eso es lo que creo. La pregunta es cuándo anuncia”, dijo Aguilar a El American. “Yo creo que este allanamiento lo lleva a considerar seriamente anunciar incluso antes de las elecciones de medio término. Creo que no es una buena idea, creo que es mejor que las elecciones medio término tengan su propia narrativa y que su candidatura no se convierta en la narrativa política de las elecciones de noviembre”.

“Es mejor que se hagan las elecciones de mitad de término, y después anuncie”, continuó Aguilar. “Dicho eso, creo que va a anunciar mucho antes de lo habitual, recuerda que los candidatos empiezan a lanzarse en enero, febrero o marzo en el año previo a las elecciones generales. La última vez fue bastante tarde; empezaron como marzo o abril. Él creo que lo hará antes. Incluso, podría hacerlo en la noche después de que sepamos las elecciones de medio término, para aprovechar ese momentum y la energía de una victoria en la Cámara y quizás en el Senado y decir: ‘Mira, yo soy el candidato’”.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.

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