El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el candidato demócrata Joe Biden, abonan el terreno para tensarlas elecciones; ambas bancadas se preparan para cantar “fraude” ante un triunfo de su adversario.
La distancia numérica que hay entre ambos candidatos es tan pequeña que si los resultados finales no son contundentes, ambos partidos estarían pensando en dudar sobre la legitimidad de las cifras oficiales.
Cuando los candidatos no están conformes con los resultados de una elección en Estados Unidos, pueden llevar el caso a la Corte Suprema para que los jueces sean quienes resuelvan el asunto.
Ya Trump dijo que puede haber fraude por usar el voto por correo; según el presidente los votos anticipado no son fiables. Entre tanto el equipo de Biden se estaría preparando para presentar demandas y extender los plazos para el conteo de las boletas por correo en estados clave.
“Anticipamos plenamente que los demócratas estarán en la corte argumentando para extender los plazos para contar los votos enviados por correo …”, denunció el subdirector de campaña de Trump, Justin Clark.
Asimismo la campaña de Biden aseveró que están dispuestos a «proteger los derechos de los votantes» hasta las últimas circunstancias, incluyendo los tribunales; lo que podría traducirse entre líneas, que de ganar Trump, los Demócratas están allanando el camino para cantar fraude, y desconocer los resultados.
Casi 100 millones de estadounidenses sufragaron por anticipado o por correo, lo que equivale a más de dos tercios de los votos emitidos en las anteriores presidenciales de 2016 y anticipa un récord de participación. El candidato que parezca liderar la contienda durante la noche puede que no acabe siendo el ganador debido al lento proceso de contabilización.
Las reglas sobre cómo y cuándo contar los votos por correo varían por estado: algunos, como Florida o Arizona, los comenzaron a escrutar con anticipación; otros, como Pensilvania y Wisconsin, recién lo harán este martes y esto podría demorar el resultado horas o días.
Trump anticipó este domingo 1 de noviembre que prevé acciones legales por la votación en lugares como Pensilvania.
Hay que recordar que para ganar la presidencia de EE.UU. no hay que ganar la mayor parte del voto popular, sino conseguir al menos 270 de los 538 votos del colegio electoral.
Ejércitos de abogados ante un “fraude electoral”
Tanto republicanos como demócratas prepararon ejércitos de abogados ante la eventualidad de caer en desafíos legales por la votación.
Miles de estadounidenses se anotaron en listas para vigilar la votación; muchas se habrían apuntado a través del portal Army For Trump (El ejército de Trump); iniciativa que cuenta con empleados a tiempo completo en al menos 11 estados disputados, y muchos abogados jóvenes.
En septiembre también se conoció que la campaña de Joe Biden dijo estar acumulando un ejército de abogados sin precedentes para una pelea legal contra posibles medidas postelectorales de Donald Trump.
De acuerdo con la agencia de noticias AP en el lado demócrata, el programa de protección electoral de la campaña de Biden “incluye un equipo especial de litigios nacionales que involucra a cientos de abogados”.
Todo parece indicar entonces que estas serán unas de las elecciones más controvertidas en la historia de Estados Unidos donde, el Partido Demócrata pareciera alinearse con los tradicionales enemigos históricos de ese país; mientras que el Partido Republicano busca ser el muro de contención ante la posibilidad de que la izquierda asuma el poder.
Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo
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