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El senador republicano por Kentucky, Mitch McConnell refuerza su oposición y la de mayoría del Senado a la aprobación de la “Ley de de Autorización de Defensa Nacional” (NDDA) promovida por el Partido Demócrata y que fue vetada por el presidente Donald Trump.
La NDDA incluye en sus medidas un aumento al salario de los soldados americanos en un 3 %. Además, reporta el Wall Street Journal «incluye elementos relacionados con los esfuerzos contra el lavado de dinero, la ciberseguridad, los compromisos militares en el extranjero, la Fuerza Espacial y el muro fronterizo».
El veto del presidente Trump viene dado por su oposición a las disposiciones del proyecto de ley que eliminarían los nombres de los líderes confederados de las bases militares y restringirían la retirada de tropas americanas de Afganistán y Europa —esta última siendo una de sus propuestas más importantes durante su campaña presidencial de 2016.
El presidente del Comité de los Servicios Armados en el Congreso, el demócrata Adam Smith (Wash), afirmó que «el presidente vetó la ley por algo que no está en el proyecto de ley y que nunca iba a estar en el proyecto, algo totalmente ajeno a la seguridad nacional».
Trump amenazó por primera vez con vetar el NDDA luego de que el Comité de Servicios Armados del Senado adoptó una enmienda de la senadora Elizabeth Warren para forzar el cambio de nombre de las bases que honran a los Confederados por tres años. La Cámara hizo lo mismo con una disposición para cambiar el nombre de las bases dentro de un año, y un proyecto de compromiso incluía la disposición de Warren.
El presidente Trump insistió en su veto después que las negociaciones entre la Cámara y el Senado ya habían avanzado, a no ser que los legisladores derogaran las protecciones de responsabilidad en línea, conocidas como Sección 230. Aquí es donde entra McConnell como figura de pívot en este Tug of War.
McConnell en contra de la trampa demócrata
A diferencia de la comprensión de muchos republicanos en la rama más populista del partido, McConnell sí bloqueó el voto al proyecto de ley propuesto por la Cámara de Representantes pero respondió con un proyecto de ley propio que incluye las demandas del presidente Trump: aumentos a los pagos directos, la revocación de la Sección 230 y el establecimiento de una comisión de fraude electoral.
POLITICO reporta: «por ahora, McConnell está dando prioridad a la acción para anular el veto de Trump a un proyecto de ley de defensa, que podría tener lugar después del día de Año Nuevo si el senador Bernie Sanders continúa colocando obstáculos de procedimiento hasta que obtenga una votación sobre cheques de $ 2,000».
Esto significa que el senador McConnell está dispuesto a anular el veto del presidente Trump, redirigiendo sus peticiones hacia un nuevo proyecto de ley donde los aumentos de los pagos directos a $2,000, la limitación de la protección legal a las compañías tecnológicas y la constitución de una comisión ocupada en la integridad de la elección del tres de noviembre, estén todas juntas. De esta forma, si bien McConnell pudiera ceder en la ley de defensa, con esta nueva ley que ha redactado, se satisfarían las demandas de ambos bandos: tanto la aprobación de la NDDA con apoyo bipartidista, como el avance de las demandas del presidente.
No es ningún secreto que los republicanos tienen una diversidad de puntos de vista, afirmó McConnell en rueda de prensa, sobre la sabiduría de pedir prestados cientos de miles de millones más para enviar más dinero no dirigido, incluso a muchos hogares que no han sufrido pérdida de ingresos durante la crisis. «El COVID-19 no ha afectado a todos los hogares por igual», continuó el senador.
En este sentido, McConnell está formulando aquello que dijo sobre las demandas del presidente Trump, para viabilizar de forma eficiente los pagos a los americanos. Hasta ahora, no ha revelado su estrategia y en los próximos días el país sabrá cuál es el plan del senador.
Rafael Valera, Venezuelan, student of Political Science, political exile in São Paulo, Brazil since 2017 // Rafael Valera, venezolano, es estudiante de Ciencias Políticas y exiliado político en São Paulo, Brasil desde 2017