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Twitter anunció este jueves unas pérdidas netas para el conjunto de su ejercicio fiscal 2021 de 221 millones de dólares, lo que supone una mejora significativa para las cuentas de la empresa, que el año anterior había perdido cinco veces más dinero, pese a seguir todavía en números rojos.
Entre enero y diciembre del año pasado, la firma de San Francisco ingresó 5.077 millones de dólares, un 37 % más que los 3.716 millones de 2020, provenientes fundamentalmente de su negocio publicitario online.
Casi la totalidad de estos ingresos, por encima del 90 %, provienen de la venta de espacios publicitarios en la red social, mientras que el 10 % restante lo gana vendiendo datos a terceros.
Los accionistas de Twitter, por su parte, perdieron durante el pasado ejercicio 28 centavos de dólar por título, frente a las pérdidas de 1,44 dólares registradas en 2020.
La empresa que dirige Parag Agrawal cuenta en la actualidad con 217 millones de usuarios diarios activos, es decir, aquellos que se conectan a la red social por lo menos una vez al día, por encima de los 192 millones con que cerró 2020.
Del total de 217 millones, 38 millones están en Estados Unidos.
Para 2022, la firma de la red social pronosticó un aumento de la facturación de entre el 20 y el 25 %.
La firma aprovechó la presentación de resultados para anunciar un programa de recompra de acciones por valor de 4.000 millones de dólares, 2.000 millones de los cuales se producirán en el corto plazo y el resto, más adelante.
Las cuentas de este jueves reflejan, entre otras cosas, la apuesta lanzada por Twitter en septiembre, consistente en la creación de la función “Comunidades”, un espacio dedicado a personas que compartan un mismo interés, al estilo de los populares grupos de su competidor Facebook y de Reddit.
Las “Comunidades” incluyen intereses como “Perros”, “Astrología”, “Cuidado de la piel” y “Zapatillas deportivas”.
El año pasado también fue el de la gran reestructuración al frente de la compañía, por la cual el Jack Dorsey dejó su puesto de consejero delegado en la empresa que cofundó en 2006 para “liberarla” de la influencia de sus fundadores tras años de tensión con sus inversores y cuestionamientos sobre la libertad de expresión en la plataforma.
Para sustituir al histórico Dorsey y dar un nuevo rumbo a la empresa, la junta directiva eligió por unanimidad al que había sido jefe tecnológico los últimos tres años, Parag Agrawal.
De 37 años y nacionalidad india, Agrawal llegó a Twitter en 2011, cuando la firma tenía unos 1.000 empleados, y fue ascendido hace cuatro años a director de tecnología, cargo que ocupó hasta ser nombrado consejero delegado.
Anteriormente, trabajó en Microsoft, Yahoo y AT&T en cargos de investigación.
Pocos días después de acceder al cargo, el nuevo consejero delegado anunció varios cambios en la cúpula y en la organización de Twitter para conseguir una “ejecución más rápida” y tener un mayor “rigor operativo”.
Una de las principales consecuencias de esa reestructuración fu la salida a finales de 2021 de dos altos ejecutivos de Twitter hasta entonces, el jefe de ingeniería, Michael Montano, y el director de diseño, Dantley Davis.
