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Las revelaciones de los Twitter Files siguen dando de qué hablar. Durante mucho tiempo se aseguró que había cuentas que eran bots rusos y que apoyaban a personas conservadoras. Sin embargo, con las investigaciones del periodista Matt Taibbi sobre Twitter mostraron que la información era falsa y esas cuentas eran de personas conservadoras que fueron censuradas.
También se supo que los moderadores de contenido de Twitter sabían que la lista era inexacta, pero se negaron a criticarla para evitar una mala imagen ante los medios de comunicación.
En un hilo de Twitter, Taibbi publicó capturas de pantalla de varios correos electrónicos que muestran al encargado de confianza y seguridad de Twitter, Yoel Roth, admitiendo que la lista estaba errada. “Acusa falsamente a un montón de cuentas legítimas de derecha de ser bots rusos. Creo que tenemos que llamar esto por la mierda que es”, escribió Taibbi.
Pero ¿de dónde salió la lista? La información, según indican medios de comunicación, se dio desde la Alianza para Asegurar la Democracia (ASD). Se trata de una organización sin fines de lucro que aprovecha la supuesta experiencia de exfuncionarios de inteligencia nacional para identificar la influencia rusa en las redes sociales. “Su consejo asesor incluye al escritor neoconservador Bill Kristol, al oficial de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, y a varios exempleados de las agencias de seguridad nacional”, reseñó Reason.
De acuerdo con la información de Reason, ASD mantiene Hamilton 68, un tablero que monitorea 600 cuentas de Twitter que supuestamente son bots rusos. El listado fue tomado en cuenta por los principales medios de comunicación. Por ejemplo, “apareció en una reseña favorable del trabajo de ASD en Politico (“Los bots rusos están llegando. Este dúo bipartidista está en ello”), The Washington Post (“Cuentas vinculadas a Rusia están tuiteando su apoyo a la asediada presentadora de Fox News, Laura Ingraham”), y en otros lugares”.
Twitter Files
Varios periodistas trabajan de la mano con Elon Musk, nuevo propietario de Twitter, para dar a conocer las irregularidades de la empresa con respecto a la libertad de expresión y la influencia que esta plataforma digital ha tenido en la política y en la sociedad.
Ya en diciembre, hubo una entrega en la que la autora del boletín y excolumnista de opinión del New York Times, Bari Weiss, aseguró que Twitter manejaba una lista negra con la que definía a qué personas limitar en la red social.
Weiss se centró en varias cuentas específicas, incluido el activista conservador Charlie Kirk, el médico de Stanford Jay Bhattacharya y Chaya Raichik, que opera la cuenta Libsoftiktok.
Weiss mostró varios ejemplos de cómo Twitter censuraba a las cuentas que quería y beneficiaba a otras. Además, agregó que en los mensajes internos de Slack, los empleados de Twitter hablaron de usar tecnicismos para restringir la visibilidad de tweets y temas.
Williams Perdomo es periodista y escritor, especializado en las fuentes Política y Cultura.