Por Brad Polumbo
Más disturbios y saqueos estallaron en las ciudades norteamericanas esta semana. Esta vez fue Filadelfia, consumida por la violencia después de un tiroteo policial.
Según ABC News, al menos 30 policías han resultado heridos en los violentos disturbios, mientras que docenas de personas han sido arrestadas por disturbios o vandalismo. Muchedumbres arrebataron contra Walmart y se apresuraron a tomar televisores, mientras que otros agitadores saquearon Footlocker en busca de nuevos zapatos. El número total de negocios asolados por la destrucción está aumentando y todavía se están contando.
Este último brote se suma a los miles de negocios, desde Chicago hasta Minneapolis, que han sido saqueados o quemados en el actual período de disturbios políticos para protestar contra la brutalidad policial, tanto real como imaginaria. En total, los daños causados por los disturbios de los últimos meses excederán cualquier período anterior de manifestaciones civiles en la historia de los Estados Unidos, e incluso modestas subestimaciones sitúan el costo total en hasta 2000 millones de dólares.
El estallido de disturbios y saqueos masivos en todo Estados Unidos es alarmante en sí mismo, pero igualmente escalofriante es el apoyo del público a la violencia. Como informó por primera vez Paul Bedard, del Washington Examiner, una nueva encuesta revela que los estudiantes universitarios en particular creen de manera abrumadora que los disturbios y los saqueos están justificados.
La encuesta fue realizada por Mclaughlin & Associate en conjunto con el programa conservador William F. Buckley de la Universidad de Yale. Encuestó a una muestra nacional representativa de 800 estudiantes universitarios en una amplia gama de asuntos, desde el coronavirus hasta la raza en Estados Unidos.
Un hallazgo clave de la encuesta fue que el 64% de los estudiantes universitarios estuvo de acuerdo en que “los recientes disturbios y saqueos están justificados hasta cierto punto”. Solo el 28% no estaba de acuerdo con esta evaluación.
Lo que este resultado realmente comunica es que muchos de los jóvenes de hoy en día no entienden ni respetan la importancia de los derechos de propiedad en una sociedad libre, y eso está profundamente mal. Incluso si te preocupa el racismo en Estados Unidos y apoyas la reforma de la justicia penal, los derechos de propiedad son esenciales.
Los derechos de propiedad son derechos humanos. Como el economista Murray Rothbard explicó una vez: “El derecho humano de cada hombre a su propia vida implica el derecho a encontrar y transformar los recursos: para producir lo que sostiene y hace avanzar la vida. Ese producto es propiedad del hombre. Por eso los derechos de propiedad son los más importantes entre los derechos humanos y por eso cualquier pérdida de uno de ellos pone en peligro a los demás”.
Muchos jóvenes de izquierda probablemente basan su desdén por los derechos de propiedad en la noción de que estos solo son importantes realmente a las “grandes empresas” o a los “ricos” (y a ellos mismos, por supuesto). Esto es un error. De hecho, los barrios ricos y seguros no son los que están siendo saqueados. Los actos destructivos están victimizando desproporcionadamente a los barrios urbanos más pobres y a negocios de las minorías.
Las consecuencias a largo plazo de los ataques a los derechos de propiedad persiguen a los más vulnerables de la sociedad. Como dijo el famoso economista Thomas Sowell, los derechos de propiedad “pertenecen legalmente a los individuos, pero su verdadera función es social, para beneficiar a un gran número de personas que no ejercen por sí mismas estos derechos”.
Incluso si te preocupa el racismo en Estados Unidos y apoyas la reforma de la justicia penal, los derechos de propiedad son esenciales para el progreso.
¿Por qué? Bueno, porque los derechos de propiedad son la base de una economía capitalista.
El cálculo de los costos y beneficios que subyacen a una economía basada en ganancias se basa en la protección de los derechos de propiedad. Si los dueños de negocios e inversionistas no pueden sentirse seguros de su propiedad en un área, llevan su inversión a otra parte. Esto significa que en las zonas que son saqueadas hay menos empleos y menos oportunidades a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, como observó Sowell, los derechos de propiedad sirven a todos.
Así que, si los jóvenes realmente se preocupan por la justicia social, no deberían restarle importancia y justificar saqueos. Deben entender que no importa la causa, la violación de los derechos de propiedad no es “progresista” en absoluto.
Foundation for Economic Education (FEE)