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Estados Unidos anunció hoy la reducción de su personal diplomático en Bielorrusia a exigencia del régimen de Alexandr Lukashenko, que respondió así a la nueva partida de sanciones adoptada por la Casa Blanca.
“Los diplomáticos de Estados Unidos han tenido que abandonar hoy Bielorrusia debido a la desafortunada decisión del régimen de restringir la cooperación y el diálogo”, informó la embajada en Facebook.
El comunicado subraya que los diplomáticos americanos trabajaron para apoyar las “aspiraciones democráticas” del pueblo bielorruso.
“Sea en Minsk o en otro lugar, los diplomáticos de USA continuarán ese trabajo vital”, agrega la nota.
A mediados de agosto, Minsk respondió a las sanciones obligando a Washington a reducir a cinco diplomáticos antes del 1 de septiembre el personal de su embajada, ya que “no le ve sentido” a una presencia tan numerosa cuando Estados Unidos ha apostado por “el estrangulamiento económico” del país.
Además, retiró el beneplácito a la embajadora americana, Julie Fisher, que se encontraba desde hace varios meses en la vecina Lituania esperando recibir el visto bueno de Minsk.
Fisher, que se dedicaba a asuntos europeos en el Departamento de Estado y sirvió en la embajada de Estados Unidos en Rusia, fue designada en abril de 2020 por el entonces presidente Donald Trump, y después fue aprobada por el Senado.
Con todo, debido al estallido de las protestas antigubernamentales en la antigua república soviética en agosto de 2020, Fisher nunca llegó a asumir el cargo.
Estados Unidos no tiene embajador en Bielorrusia desde que Minsk expulsara al jefe de la legación americana en 2008, aunque Lukashenko acordó su regreso a principios de 2020 en una reunión en Minsk con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El presidente Joe Biden anunció el pasado 11 de agosto las mayores sanciones contra la antigua república soviética dos días después del aniversario del estallido de las protestas contra la fraudulenta reelección de Lukashenko en agosto de 2020.
Las sanciones afectan a Belaruskaliy -una de las mayores compañías de fertilizantes del mundo y su principal fuente de divisas en dólares- y al Comité Nacional Olímpico bielorruso, además de a figuras y empresas clave en los sectores de la energía, la construcción y el tabaco.
El Reino Unido y Canadá también se sumaron entonces a las sanciones sectoriales aprobadas en mayo por la Unión Europea debido al desvío forzoso en mayo de un avión de Ryanair para detener a un periodista opositor.
