Read in English
El Gobierno de Estados Unidos ha expresado este domingo su firme apoyo a las instituciones democráticas de Brasil y ha añadido que la violencia “siempre es inaceptable”, en respuesta a la invasión por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro del Palacio de Planalto del país sudamericano, sede del Ejecutivo, el Congreso Nacional y el Tribunal Supremo.
Tras cuatro horas y media, las fuerzas de seguridad brasileñas consiguieron recuperar el control de las sedes de los tres poderes del Estado tras disparar gases lacrimógenos y desplegar equipos antidisturbios contra los ocupantes, pero antes muchos líderes de todo el mundo expresaron su apoyo a la administración brasileña de Luia Inacio Lula da Silva.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está “siguiendo de cerca la situación” desde El Paso (Texas), adonde viajó para ser informado de primera mano sobre la crisis fronteriza provocada por una oleada de inmigrantes ilegales, informó el responsable de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en su cuenta oficial de Twitter.
“Estados Unidos condena cualquier intento de socavar la democracia en Brasil. El presidente Biden está siguiendo de cerca la situación y nuestro apoyo a las instituciones democráticas de Brasil es inquebrantable. La democracia de Brasil no se verá sacudida por la violencia”, afirmó Sullivan.
Biden tuiteó: “Condeno el asalto a la democracia y al traspaso pacífico del poder en Brasil. Las instituciones democráticas de Brasil tienen todo nuestro apoyo y la voluntad del pueblo brasileño no debe ser socavada”.
Por su parte, el secretario de Estado Antony Blinken publicó una declaración similar en las redes sociales, censurando los ataques a las instituciones democráticas de Brasil.
“Condenamos los ataques perpetrados hoy contra la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo de Brasil. Usar la violencia para atacar las instituciones democráticas es siempre inaceptable. Nos unimos a @lulaoficial para instar al cese inmediato de estas acciones”, dijo Blinken en su mensaje de apoyo, haciendo referencia al recién investido presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Mientras tanto, Lula, que se encuentra en el interior del estado de Sao Paulo para examinar los daños causados por las inundaciones registradas allí el domingo, dijo que los “vándalos fascistas” que invadieron la sede de los tres poderes del Estado brasileño serían “encontrados” y “castigados”.
Calificó de “bárbaros” los graves enfrentamientos en Brasilia entre radicales ultraderechistas que no reconocen su victoria electoral del año pasado y las fuerzas de seguridad.
La extrema derecha brasileña, desde la derrota de Bolsonaro frente a Lula en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado octubre, reclama una “intervención” militar inicialmente para impedir su investidura el 1 de enero y, ahora, para destituirlo.
Bolsonaro, por su parte, voló a Florida a finales de diciembre, donde aparentemente permanece.
Las imágenes publicadas en las redes sociales y difundidas por los medios de comunicación trajeron a la memoria la violencia en el Congreso de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, cuando partidarios enfurecidos del entonces presidente Donald Trump invadieron el edificio del Capitolio en un intento de impedir que el Congreso certificara la victoria electoral del presidente electo Joe Biden el noviembre anterior.
A lo largo de la tarde, numerosos países expresaron su apoyo a la democracia brasileña y al propio Lula: Francia, España, Reino Unido, Portugal, Cuba, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, México, Bolivia, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y Perú, entre otros, se sumaron con mensajes de apoyo y condena a las acciones antidemocráticas -y a la violencia- de los partidarios de Bolsonaro.
