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Las midterms están a la vuelta de la esquina y los republicanos tienen un solo objetivo entre ceja y ceja: recuperar el control de ambas cámaras. Para ello, tal y como relata NBC News, hay varias contiendas claves que el GOP debe ganar; no solo para recuperar o cambiar los colores de algunos escaños, sino también para mantenerlos. Una de esas batallas es la carrera entre el senador Marco Rubio y su adversaria, la representante Val Demings.
Rubio, cubanoamericano, es un veterano político bastante popular entre la comunidad latina de Florida. El senador debe mantener su escaño para ayudar a su partido a lograr la mayoría y, asimismo, mantener vivas sus aspiraciones presidenciales. Demings, en cambio, busca dar la sorpresa ante el republicano usando la ya común estrategia demócrata de la raza.
Esto reseñaba el medio The Week en mayo de 2021, poco tiempo antes de que Demings anunciara su candidatura para pelear el puesto de senador ante Rubio: “Como suelen hacer los demócratas, una victoria de Demings se apoyará en mucho apoyo negro. Con Demings existe la oportunidad de convertirla en la primera mujer negra en representar al estado de Florida en el Senado y sólo la tercera mujer negra de cualquier estado en hacerlo. Esta hazaña debería bastar para atraer la atención de los medios de comunicación y la recaudación de fondos”.
La idea de los demócratas con Demings es, en definitiva, presentar una cara conocida, de experiencia, que incluso fue barajada como opción para acompañar en la formula electoral al entonces candidato Joe Biden, y conseguir el voto de la comunidad negra. Demings, además, puede hacerse pasar como “moderada” y alejarse del radicalismo adoptado por el Partido Demócrata de Florida. Su pasado como primera mujer negra jefa de policía en Orlando (Florida) de 2007 a 2011 puede usarlo para llegar a las comunidades latinas que se preocupan por la seguridad, por ejemplo.
El problema para Demings es que Florida, si la tendencia se confirma, prácticamente dejó de ser un swing state a un estado rojo. Casi un bastión republicano. Donald Trump arrasó en Florida en las anteriores elecciones presidenciales, Ron DeSantis apunta a su reelección y los candidatos republicanos para las midterms lucen muy sólidos. Particularmente, en la carrea Rubio vs. Demings, las encuestas nacionales muestran una ventaja importante de 9 puntos porcentuales a favor del republicano.
Val Demings y sus problemas para ganarse a los cubanos
¿Qué podría hacer o, mejor dicho, qué necesita Val Demings para revertir la tendencia que favorece al senador Rubio? La respuesta es sencilla: el voto cubano.
No existe comunidad más importante en Florida que el voto cubano, y Val Demings lo sabe muy bien, por ello, desde que estallaron las manifestaciones en Cuba el pasado 11 de julio de 2021, la representante usó su cuenta en Twitter para enviar constantes mensajes en apoyo al pueblo cubano.
“América representa la libertad. Debemos apoyar a los manifestantes pacíficos en Cuba mientras luchan por los suyos, no solo por la libertad de la tiranía y la dictadura, sino también por la libertad de la enfermedad, la pobreza y la corrupción. La Casa Blanca debe actuar con rapidez. La libertad prevalecerá y debe prevalecer”, fue uno de los tantos tweets publicados por Demings, durante el alzamiento del pueblo cubano contra el castrismo.
Lo curioso es que antes del estallido social dentro de la isla, el cual fue una inequívoca muestra de fuerza y valentía de los cubanos contra el régimen comunista que lleva décadas oprimiéndolos, nunca hubo un solo pronunciamiento, tweets o simples declaraciones de Val Demings sobre el caso de Cuba. Prácticamente, su postura sobre la tragedia cubana, era completamente neutra hasta ese momento.
El Diario Las Américas de Florida, en un artículo titulado “A seis meses del 11J, continúa la inacción demócrata”, publicado la semana pasada, justamente cuestionó a Val Demings porque “antes del 11J mantuvo una postura prácticamente nula respecto a la realidad de Cuba, para después lanzarse a una serie de argumentos a favor, supuestamente del pueblo cubano que ya era pisoteado en las calles de la isla”.
El artículo continúa: “Las personas tienen el derecho a cambiar siempre que el cambio sea legítimo y no parte de una estrategia. Si este fuera el caso, bienvenido sea, un aliado político para el pueblo de Cuba, ocupe un escaño o no”.
La duda planteada en el Diario Las Américas sobre las intenciones políticas de Val Demings son válidas. ¿Pueden los cubanos confiar en alguien que, repentinamente, se sumó a su causa justo después de anunciar que competirá electoralmente en Florida? Las palabras de la representante demócrata más que genuinas, parecen una estrategia electoral digna de campaña. Y los cubanos no darán su voto a alguien que no esté verdaderamente comprometido con su lucha.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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