Read in English
LOS GOBIERNOS de izquierda han adquirido como política de Estado algunos mecanismos de control social reconocidos: bonos estatales, controles de precios o de cambio, programas sociales a cambio de lealtad política y uno menos reconocido, pero que forma parte de una violación a derechos humanos, es la prohibición de entrega de pasaportes.
Mientras en algunos países es normal solicitar un pasaporte y que la entrega sea inmediata o en cuestión de días, bajo algunos gobiernos de izquierda el proceso para adquirirlo puede tardar meses y hasta años. Una situación que pone a millones de ciudadanos en un estado de desprotección y vulnerabilidad.
En Argentina, por ejemplo, los trámites de pasaporte demoran 90 días (3 meses) en llegar al domicilio. En Perú la entrega del documento puede demorarse más de un mes, pero el proceso para hacer la cita cada día es más engorroso. En Venezuela el proceso para adquirir el pasaporte puede durar meses y su entrega hasta más de dos años.
La situación en Venezuela se ha “normalizado” a tal punto que miles de ciudadanos se ven obligados a pagar sobornos a funcionarios para tener acceso al documento. Sin embargo, desde hace más de dos meses hasta eso se ha hecho imposible debido a que el régimen de Nicolás Maduro decidió eliminar por completo el único portal web donde se podía solicitar el pasaporte. En pocas palabras, en este momento, podría decirse que millones de ciudadanos venezolanos están varados.
El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) es la oficina encargada de entregar los pasaportes a los venezolanos. Es allí donde empieza y termina el proceso para adquirir el pasaporte.
Desde que se creó dicho departamento todo se hacía de forma digital, desde pedir una cita, la introducción de datos biométricos, hasta seguir el paso a paso donde cada venezolano podía ver cuándo su pasaporte estaba listo. Si bien el proceso siempre ha tardado meses y hasta años, los ciudadanos tenían la esperanza de poder recibir su documento, pero ahora no existe un modo de solicitarlo porque simplemente “no hay sistema”.
La situación de entrega de pasaportes es tan crítica que gobiernos del mundo llegaron a entender la crisis y empezaron a admitir que los venezolanos viajen con su documento vencido, pero muchos otros países han decidido solicitarles visa, haciendo más difícil su movilización. No se trata solo de aquellos que desean migrar, también de quienes viajan por placer o por trabajo.
Hay que recordar que el trámite de un pasaporte venezolano puede llegar a costar más de $360, uno de los más caros del mundo. Algunos de los que ya pagaron se han quedado sin el dinero y sin el documento. Hasta el momento nadie ha dado respuesta.
Este martes 12 de julio el SAIME atribuyó a un “bloqueo tecnológico contra el país” la caída de su sistema operativo desde hace más de un mes.
“El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) informa al pueblo venezolano que en razón del perverso y pernicioso impacto causado por el bloqueo tecnológico contra el país se ha visto afectado directamente nuestro sistema, causando inconvenientes en la prestación de servicios”, dijo el organismo en un comunicado difundido en sus redes sociales.
Lo cierto es que no existe “bloqueo tecnológico”. Se descubrió que el régimen decidió eliminar por completo el sistema que existía para contratar una empresa nueva ligada a la vicepresidente Delcy Rodríguez.
Según la prensa independiente, dicha instalación estaría a cargo de la empresa ExCle, relacionada con la plataforma del Consejo Nacional Electoral (CNE) y con Rodríguez. Asimismo, se trata de la misma empresa que implantó el sistema de identificación biométrica del estatal Banco de Venezuela. La empresa que ahora tiene en sus manos el sistema de identificación del país suramericano está sancionada por la OFAC.
Venezolanos atrapados sin pasaportes
Son millones los venezolanos que están atrapados en su país y por la falta de pasaportes no pueden viajar, pero también son otros millones los que están en otras naciones sin poder movilizarse.
“Solicité un pasaporte nuevo en febrero, pagué $100 como adelanto y han pasado cinco meses y no tengo respuesta. No sé si se pierde ese dinero, si debo volverlo a solicitar y empezar de cero en un nuevo sistema”, denunció a El American Andrea Rondón desde Lima, Perú.
“Tengo cinco años que no veo a mis hijas y quiero viajar para reencontrarme con ellas en diciembre, y si bien algunos países aceptan el pasaporte vencido, el régimen de Nicolás Maduro no nos deja salir si el documento no está vigente. Siento que estamos secuestrados”, denunció Rodolfo González, desde Caracas, Venezuela.
Hasta el momento, la situación es incierta. El régimen no informa cuáles son los pasos a seguir y millones de ciudadanos están a la espera de su pasaporte. Entre tanto, desde el Gobierno de Estados Unidos, el presidente Joe Biden sigue analizando aliviar sanciones a una tiranía que deliberadamente decidió mantener varados a los venezolanos.
Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo