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Los vientos de Europa soplan hacia la derecha

Europe - Europa - El American

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Si antes de la pandemia alguien te hubiera dicho que el número de gobiernos nacionalconservadores en la Unión Europea se duplicaría, mientras que al menos otros dos partidos estarían esperando por las próximas elecciones, le llamarían loco.

Pero esa es la realidad en 2022, cuando, tras dos años de restricciones por la pandemia y décadas de migración descontrolada con élites mirando hacia otro lado —nunca afectadas por las políticas que promulgan— la gente se hartó.

Además de los incondicionales conservadores del continente, Hungría y Polonia, dos improbables países se sumarán a esta lista: Suecia e Italia.

Las revoluciones conservadoras en Suecia e Italia

Después de tener gobiernos de izquierda durante 20 de los últimos 28 años, Suecia celebró elecciones generales el 12 de septiembre en las que los Demócratas de Suecia (SD), el partido conservador dirigido por Jimmie Åkesson, qudara en segundo lugar. Sin embargo, el típico sistema de coalición europeo, que en el pasado ha neutralizado a los gobiernos conservadores, esta vez ayudó al SD: junto con sus posibles aliados, el Partido Moderado, el Partido Social Cristiano y, tal vez, el Partido Liberal, tienen suficientes diputados para formar gobierno, aunque bajo el líder del Partido Moderado, Ulf Kristersson.

No obstante, aunque Åkesson no se convierta inmediatamente en primer ministro, su partido tendrá una influencia significativa en la dirección del gobierno sueco. El Partido Moderado se ha mostrado abierto a algunas de las reformas en materia de inmigración y seguridad propuestas por Åkesson.

Italia es históricamente conocida por sus rápidos cambios de primer ministro. El que más tiempo estuvo en el cargo desde la Segunda Guerra Mundial fue justo el primero, Alcide De Gasperi, quien estuvo siete años. Después de él, el que más tiempo ha permanecido en el cargo es Silvio Berlusconi, que estuvo casi cinco años como primer ministro y luego estuvo otros tres años y medio.

Ningún otro primer ministro ha superado la marca de los tres años en 35 años.

Pero Giorgia Meloni parece dispuesta a convertirse en la primera mujer primera ministra de la historia de Italia.

La diputada de larga trayectoria y líder de Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) podría superar por fin la marca de los tres años si gana gracias a una coalición no tan dispar formada por su partido; Forza Italia, el partido de Berlusconi, bajo el que fue ministra de Juventud, y Lega Norte.

Lega Norte, liderada por Matteo Salvini, formó técnicamente el primer gobierno populista de la historia moderna de Italia a través de una extraña coalición con el Movimiento Cinco Estrellas que, como es habitual, solo duró dos años y medio. Ahora, bajo las alas de Meloni, podría formar parte de una sólida mayoría en el Congreso que probablemente adoptará una postura más firme en materia de migración y en la defensa de la familia tradicional.

Reino Unido y España

Pero eso no es todo. El Reino Unido tiene un nuevo gobierno con Liz Truss. Truss no puede considerarse una conservadora acérrima, ya que su carrera se ha caracterizado por un instinto de supervivencia camaleónico. Sin embargo, el ala más conservadora de los tories se unió a ella en un esfuerzo por llenar su gabinete con conservadores sólidos y tratar de alinearla con ellos.

Hasta ahora ha nombrado a la parlamentaria provida Thérèse Coffey como secretaria de Sanidad y viceprimera ministra; a una sólida secretaria de Interior contraria al movimiento transgénero, Suella Braverman, y a James Cleverly, un parlamentario pro-Brexit, como secretario de asuntos exteriores; Ben Wallace, un conservador firme, como secretario de Defensa (un puesto que ya ocupaba con Boris Johnson); probablemente el parlamentariomás conservador, Jacob Rees-Mogg, como secretario de Empresa, Energía e Industria, y la estrella emergente conservadora contraria al movimiento woke, Kemi Badenoch, como secretaria de Comercio Internacional.

Por lo tanto, algunos tienen la esperanza de que el nombramiento de conservadores fuertes y partidarios del Brexit dirija al Gobierno de Truss hacia la derecha.

En España, el Gobierno de Pedro Sánchez, cada vez más impopular, se enfrenta a un difícil reto electoral en 2023. Debido a la inflación, las subidas del precio del gas, el elevado desempleo, la odiada reforma educativa y las políticas migratorias, Sánchez cuenta con un débil 36 % de aprobación. Muchos parecen creer que sus socios de coalición —la extrema izquierda— están dirigiendo la mayoría de las políticas de su Gobierno, lo que está llevando a su ocaso.

El Partido Popular, liderado por el centrista Alberto Feijóo, disfruta de una ventaja de ocho puntos sobre el partido del Gobierno, el PSOE, con un 32,3 % de la intención de voto y, si entra en coalición con el partido nacionalconservador Vox, tendría más que suficientes escaños para formar gobierno.

Por supuesto, está por ver si Feijóo, bien conocido por ceder a la izquierda de vez en cuando, estará abierto a formar una coalición con Vox, liderado por el exdiputado del PP, Santiago Abascal. Sin embargo, a pesar de solo haber entrado al Congreso hace menos de cinco años, convertirse en el elemento esencial de una posible formación de gobierno es un éxito sorprendente para el partido de Abascal.

El futuro del nacionalconservadurismo en Europa

Por supuesto, esto no quiere decir que los gobiernos conservadores vayan a superar a la UE, ni mucho menos. Sin embargo, después de años en los que Polonia y Hungría se han quedado solos como parias por sus políticas de seguridad fronteriza, profamilia y provida, que Suecia e Italia se unan a la lista de gobiernos de derecha puede hacer que sea demasiado difícil para la UE ignorarlos.

Y la probable participación de Vox en una futura coalición de gobierno en España, y el crecimiento de partidos como Chega en Portugal y AUR en Rumanía, significa que estamos más cerca de ver a más partidos decididamente conservadores desempeñando un papel significativo en las coaliciones de gobierno o asumiendo un papel importante en la oposición.

Ahora bien, ¿de dónde viene este renacimiento nacionalconservador? La respuesta es bastante sencilla: la mutación de la UE y la absoluta incapacidad de gobernar de la centroizquierda en el continente.

Suecia pasó de ser un sueño nórdico a una pesadilla multicultural. El país ha sufrido 500 ataques con bomba desde 2018. Tiene el mayor número de tiroteos mortales per cápita de la UE. No es de extrañar que el 85 % de los sospechosos de disparos sean inmigrantes de primera o segunda generación.

Los barrios de inmigrantes son centros de delincuencia de bandas, con más de 40 clanes criminales operando en el Gobierno, según el subcomisario de la Policía Nacional, Mats Löfving. Suecia fue el país que más inmigrantes per cápita acogió durante la crisis de los refugiados de 2015 y ahora el 23 % de los adultos suecos han nacido en el extranjero, y la mayoría de los que solicitan asilo son hombres, alrededor del 70 %.

Señalar que existe una fuerte correlación entre ambos elementos no debería ser controvertido.

Pero, por supuesto, el Gobierno de izquierda solía responder negando la gravedad de la situación y diciendo, junto con los medios de comunicación y la clase intelectual, que quienes lo denuncian —la mayoría de la clase trabajadora— son racistas. ¿Quiénes eran los únicos que prestaban una atención seria a este asunto? Por supuesto, los demócratas suecos.

Åkesson también fue eficaz a la hora de despojar al partido de su pasado nazi y de sus políticos más extremistas, lo que, por supuesto, ayuda a crear una nueva percepción del partido.

Las mismas preocupaciones sobre la migración han motivado un giro a la derecha en Italia, que es uno de los principales destinos de los migrantes del norte de África que cruzan el Mediterráneo en barco.

Sin embargo, los problemas de Italia son mucho más sistémicos y van más allá de las meras políticas, como en Suecia: solo tres primeros ministros han gobernado el país durante más de tres años desde la Segunda Guerra Mundial. El último intento de coalición gubernamental —un Gobierno de unidad nacional dirigido por el exburócrata de la UE Mario Draghi— fracasó después de un año y medio. ¿Cuál fue el único partido importante que no se unió a la coalición? Sí, el FdI de Meloni.

La fórmula de los nacionalconservadores varía entre los países europeos, pero parece compartir al menos tres características: aislar a los extremistas reales, centrarse en la migración y la delincuencia, y adoptar una postura de principios contra la izquierda y los burócratas de la UE.

Edgar is political scientist and philosopher. He defends the Catholic intellectual tradition. Edgar writes about religion, ideology, culture, US politics, abortion, and the Supreme Court. Twitter: @edgarjbb_ // Edgar es politólogo y filósofo. Defiende la tradición intelectual católica. Edgar escribe sobre religión, ideología, cultura, política doméstica, aborto y la Corte Suprema. Twitter: @edgarjbb_

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