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Entre 2016 y 2017 en La Habana, capital de Cuba, se comenzó a hablar sobre una extraña enfermedad conocida como el Síndrome de La Habana, que afectaba principalmente a funcionarios de la embajada de Estados Unidos. Al principio, pensaban que era un problema de locación, pero los afectados estaban en diferentes lugares y presentaban los mismos síntomas.
¿Qué es el Síndrome de La Habana? Sobre esto conversan Agustina Blanco, editora en El American, y el analista Julio M. Shiling, quien resaltó que más de la mitad de los afectados son funcionarios de Inteligencia, principalmente miembros de la Central Intelligence Agency (CIA).
Luego de investigaciones, concluyeron que la causa del problema podrían ser ondas de radicación muy intensas. Este año el síndrome llegó a Viena. El mes pasado, el Gobierno de Estados Unidos reconoció que está investigando una serie de incidentes de salud en la capital austriaca que involucran a sus diplomáticos y a otro personal administrativo similar a lo ocurrido en 2016 y 2017 en Cuba.
«Funcionarios de las Embajadas de Estados Unidos y Canadá empezaron a quejarse de ruidos, sonidos altos, mareos y problemas cognitivos. No es secreto que de más de los doscientos americanos afectados, la mitad son de la CIA», dijo Shiling.
La tesis más probable sobre el Síndrome de La Habana
De igual manera, explicó que la tesis más probable es que se trata de un mecanismo de espionaje, en el que se intenta a corta distancia extraer información de los dispositivos electrónicos sin que se den cuenta de lo que está ocurriendo.
El analista político detalló que esa fue la razón por la que la administración de Donald Trump sacó a varios de sus funcionarios de Cuba. Por otra parte, alertó que «Lo más preocupante es que esto es un acto de guerra».
También recordó que la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, estaba en Singapur e iba a Vietnam en un viaje oficial, pero demoraron el avión por dos horas porque encontraron que funcionarios americanos de la embajada en Vietnam estaban presentando los síntomas.
«El problema es que esto incapacita a la persona de por vida. No ha habido caso de que alguna persona salga bien; estamos hablando de que causa daños permanentes», comentó Shiling.
Finalmente, resaltó que el Gobierno americano no ha tomado acciones contundentes sobre la situación. Por ello insistió en que se tome en cuenta que está siendo atacado personal de su embajada, lo que representa una amenaza para Estados Unidos.
«Esto es muy preocupante y es impresionante cómo la administración no ha respondido a esto que es una gran amenaza. Se sospecha que esto es tecnología china o rusa, que fue probada en Cuba», señaló.
A pesar de estos hechos, la actual administración aspira a tender “puentes de amor” con esa tiranía que, al igual que otros regímenes autoritarios del mundo, ven en Estados Unidos el enemigo a derrotar para imponer su fatídico control sobre la humanidad en su conjunto. Es vergonzoso.