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Disney+ acaba de estrenar una nueva serie sobre Willow, la película de fantasía oscura escrita y producida por George Lucas en los años 80. Como era de esperar, tras tan solo 20 minutos de visionado, se confirma que se trata de otra revisión en clave woke que deconstruye un amado clásico.
La serie Willow arranca unas décadas después de donde quedó la historia de la película original, y nos presenta a algunos de los personajes clásicos interpretados por los mismos actores, como la Reina Sorsha y el propio mago Willow, así como a una serie de nuevos personajes que cumplen una por una todas las características de obligado cumplimiento del manual de estilo woke.
Willow en Disney+, otro batiburrillo con ideología de género
La Princesa Kit es la joven heredera del trono de la Reina Sorsha, pero no quiere una vida en la corte, sino ser guerrera. Su madre, la reina, ha cambiado mucho desde la película original para encajar con la narrativa woke actual. A pesar de que ella misma fue una guerrera rebelde, ahora impone a su hija que se comporte como la futura reina que es.
La vida de joven heredera es muy dura, al parecer. Mientras ella quiere perfeccionar sus ya innatas —por ser mujer— habilidades de combate entrenando con su amiga Jade, su madre le obliga a ponerse estúpidos e incómodos vestidos. También han concertado su matrimonio con un príncipe de un reino vecino, y seguramente cuando va a las tabernas con su hermano mellizo y piden agua y licor respectivamente, le sirven el licor a él y el agua a ella, en un claro ejemplo de “micromachismo”.
Al parecer, el reino de Tir Asleen, a pesar de estar gobernado por una mujer y ser su heredera otra fémina, es el epicentro del heteropatriarcado opresor de este mundo de fantasía. El hermano de la princesa Kit es presentado como un mujeriego apasionado —e idiota— al que su madre le consiente todos sus devaneos e idiotez, mientras que a la pobre Kit le exige demasiado. Por suerte, ella se resarce ridiculizando su veleidad y dándole lecciones en cuanto tiene ocasión.
El otro personaje masculino —con quien han prometido a Kit— es mostrado, en cambio, como un insulso y desafecto —e idiota— príncipe, al que a las primeras de cambio la princesa ya está corrigiendo y dejando en ridículo en público.
Por si no nos había quedado lo suficientemente claro que la princesa protagonista va a ser otro típico personaje femenino feminista empoderado —e insufrible—, a los 20 minutos se confirma su lesbianismo. Aunque quizás me estoy apresurando y en realidad es bisexual o de género fluido. Lo que sí está claro es que a la princesa Kit, con su amiga Jade, no solo le gusta practicar el noble arte de la lucha con espada.
Luego, el castillo es invadido por sorpresa por unos monstruos, o algo así, y secuestran al casquivano —e idiota— príncipe Arik, en cuyo rescate por parte de su empoderada hermana imagino que se centrará la serie, pero para entonces ya tenía los ojos en blanco ante la enésima deconstrucción woke de Disney, y decidí no seguir perdiendo mi tiempo y dejar de verla; cosa que aconsejo que hagan si también están hartos de ver una y otra vez la misma cantinela feminista y de género.
Evidentemente, ante el previsible fracaso de la serie, Disney dirá que es culpa de la homofobia y la misoginia de sus “fans tóxicos”, aunque no descarto que también lo achaquen a la acondroplasiafobia, con tal de no reconocer que el wokeismo se les ha ido de las manos.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
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