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El narcotraficante colombiano Daniel Rendón Herrera -conocido como “Don Mario”, antiguo jefe del cartel de droga “Clan del Golfo” y uno de los capos más poderosos de su país- fue condenado el lunes a 35 años entre rejas por un juez federal de Nueva York, según informaron los medios locales.
Rendón Herrera se declaró culpable en noviembre de 2021 de dirigir una actividad delictiva de larga duración y de conspirar para prestar apoyo a una organización terrorista extranjera, y admitió haber traficado con al menos 73,645 kilogramos de cocaína.
La sentencia fue dictada por la jueza Dora Irizarry en el tribunal federal del Distrito Este de Nueva York en Brooklyn.
Rendón Herrera era el jefe de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que el gobierno americano designó como grupo terrorista en septiembre de 2001.
El narcotraficante se enfrentaba a una pena mínima de 20 años y máxima de cadena perpetua.
Rendón Herrera también se enfrentó a acusaciones presentadas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, en Manhattan, relacionadas con sus vínculos con las AUC, pero esos cargos fueron transferidos al tribunal de Brooklyn.
Los fiscales afirman que Rendón Herrera dirigía las AUC desde finales de la década de 1990 y era el fundador y jefe del cártel de la droga de Los Urabeños, también conocido como el Clan Úsuga o Clan del Golfo.
Según el gobierno americano, las AUC, para apoyar sus objetivos políticos y terroristas, cobraban “impuestos” sobre la cocaína que se traficaba a través de las zonas bajo su control, y Don Mario utilizaba asesinos que cometían asaltos, asesinatos y secuestros para mantener la disciplina en el grupo, y también para controlar y ampliar su territorio de droga.
En 2009, cuando Rendón Herrera fue capturado por la Policía Nacional de Colombia, estaba a cargo de 16 “bloques” o territorios en Colombia y tenía miles de paramilitares armados a su mando, según la oficina del fiscal del distrito de EE.UU. Rendón Herrera también se enfrenta a cargos en Colombia por su implicación en la orden de numerosos asesinatos, junto con el extenso tráfico de drogas y estupefacientes, todos ellos pendientes hasta que salga de la cárcel en EE.UU.
